Jaime regala los puntos en el ¨²ltimo minuto

El Valladolid le tiene fe a Djukic y a su estilo pero hay d¨ªas que no es suficiente porque hay equipos muy trabajados, bien estructurados y que adem¨¢s tienen jugadores que hacen cosas diferentes, que son capaces de cambiar el ritmo, de probar cosas nuevas y ayer eso era lo que ten¨ªa enfrente, porque el Betis de Mel no hizo un buen partido, hizo muchas cosas mal, pero tiene el aire de los que saben que hacer en cada momento por diferente que sea del anterior, se toma el f¨²tbol con un enorme sentido estrat¨¦gico. El Valladolid tuvo un rato, el Betis tuvo el siguiente y al final lleg¨® un error del portero del Valladolid, el cuero le cay¨® a Rub¨¦n Castro que solo tuvo que empujar a la red los tres puntos para el Betis

Djukic se ha planteado el inicio de la temporada al esprint y eso que la pretemporada del Valladolid no ha sido ni mucho menos larga pero el estado f¨ªsico es ejemplar y el t¨¦cnico no piensa en otra cosa que repetir su once, jugar a lo suyo, mantener el estilo del ascenso, la movilidad, la velocidad, la banda, tocar y tocar. No administra esfuerzos, su plantilla es corta, el calendario favorable y es el momento, o eso piensa Djukic, de sumar y sumar, de llegar a las zonas duras del calendario con un buen saco de puntos que permitan un tr¨¢nsito tranquilo a su plantilla que es muy escasa. Ayer, una vez m¨¢s, arranc¨® el partido a todo trapo, sin ning¨²n respiro el cuero circulaba de una banda a otra, tocado, paciente pero con la velocidad suficiente para que el centro del campo del Betis, Be?at y Rub¨¦n P¨¦rez, terminase desaparecido entre sus propios centrales.

Mel se arranc¨® con una bronca desde la banda, puso a un suplente a calentar al cuarto de hora de partido, y el toque de corneta funcion¨® porque los medios dieron un paso adelante, los centrales dieron dos, y la presi¨®n que comenzaron dej¨® al Valladolid sin oxigeno. El Betis se dej¨® por el camino un pu?ado de ocasiones sin premio, Agra tuvo dos, Nono no quiso mirar a un lado y envi¨® al lateral de la red un remate que deb¨ªa haber sido un centro, Marc Valiente le sac¨® a Jorge Molina el bal¨®n justo antes de enca?onar al portero.

El Betis hab¨ªa hecho la primera parte del trabajo, se hab¨ªa escapado de la encerrona del Valladolid, el bal¨®n le pertenec¨ªa a los buenos, a Be?at, a Nono, a Rub¨¦n P¨¦rez, pero no era capaz de terminar la segunda, la de poner en el marcador la ventaja que en el c¨¦sped le separaba de su rival. El choque comenzaba a convertirse en un juego t¨¢ctico en el que el m¨¢s perjudicado era el Valladolid, con menos m¨²sculo y cada vez menos fe, sin que nadie fuese capaz de regresar a su versi¨®n inicial.

Pepe Mel comenz¨® a marcar los tiempos al inicio de la segunda parte. Primero busc¨® m¨¢s presencia en el centro del campo, retras¨® la l¨ªnea en la que los suyos comenzaban la presi¨®n y le dio algo de ox¨ªgeno a Be?at con la entrada de Nosa, atranc¨® la banda derecha del Valladolid con Alex Mart¨ªnez y busc¨® algo diferente para su delantera con Pereira, pero el partido ya era un tost¨®n que solo despertaba para pu?etazos ocasionales, para un cabezazo de Ebert que Casto sac¨® de la l¨ªnea de gol, una escapada de Pereira que Jaime salv¨® con las rodillas y un remate de Bueno a puerta vac¨ªa que se march¨® a las nubes y en esas apareci¨® Jaime, a un minuto del final, para regalar un bal¨®n facil¨®n a los pies de Rub¨¦n Castro y dejar escapar un punto y algo m¨¢s.