A m¨¢s crisis, m¨¢s baloncesto

El baloncesto vuelve a escena en una temporada en que los clubes espa?oles se debaten por mantener su competitividad a pesar de la crisis econ¨®mica y la tremebunda competencia de la NBA, al tiempo que la Liga Endesa debe compon¨¦rselas para convivir con una Euroliga en fase expansiva.

Siete de los 10 mejores del r¨¢nking por el MVP del curso pasado han dejado la Liga

El goteo de jugadores abducidos por el poder¨ªo econ¨®mico de la NBA es propio de una OPA en toda regla. Este curso cambian Espa?a por Estados Unidos jugadores como Prigioni (Knicks), Teletovic (Brooklyn Nets), Singler (Detroit), Claver y Freeland (Portland). Recalan en una competici¨®n econ¨®micamente mucho m¨¢s poderosa y que a?o tras a?o arrampla con lo mejorcito: Pau Gasol, Calder¨®n, Ricky Rubio, Ibaka, adem¨¢s de todos los MVP, los n¨²meros uno de cada curso. Desde 2003, todos, excepto Felipe Reyes en 2009 y San Emeterio en 2011, se fueron a Estados Unidos: Herrmann, Nocioni, Scola, Navarro, Marc Gasol y Splitter. Navarro y Nocioni regresaron, como lo hicieron en su d¨ªa Ra¨²l L¨®pez, Garbajosa y, ahora, Rudy Fern¨¢ndez. En una vuelta de tuerca, este verano siete de los 10 mejores del r¨¢nking por el MVP del curso pasado han dejado la Liga.

Precisamente en el liderazgo de Navarro en el Barcelona y de Rudy en el Madrid deposita la Liga Endesa buena parte de sus bazas para intentar mantener su competitividad y su atractivo. Los dos grandes, con presupuestos que superan con holgura los 20 millones de euros, marcan una diferencia abismal con el resto de clubes espa?oles y son los ¨²nicos que pueden codearse con la elite europea. La recobrada rivalidad entre el Bar?a y el Madrid, que dirimieron una apasionante final de Liga en la que solo se hab¨ªan visto las caras una vez en los 10 a?os anteriores, se enmarca en un contexto de creciente fractura econ¨®mica. Los blancos completaron el fichaje de Rudy y los azulgrana lograron retener a Lorbek, tentado por la NBA, recompensando a ambos jugadores con salarios anuales superiores a los 2,5 millones, una cantidad pr¨®xima al presupuesto completo de media docena de equipos espa?oles.

A la adversa situaci¨®n econ¨®mica se a?ade la tremenda ca¨ªda de los ingresos por derechos de televisi¨®n. La Liga, que en los ¨²ltimos cuatro a?os ten¨ªa asegurados ocho millones anuales por este concepto, acaba de firmar un contrato con TVE y las auton¨®micas por un total de 2,5 millones, adem¨¢s de unos ingresos publicitarios que deber¨¢ gestionar y que dif¨ªcilmente podr¨¢n reportarle dos o tres millones adicionales.

La ca¨ªda de los ingresos por derechos televisivos es significativa: de 8 a 2, 5 millones de euros

Clubes como el Unicaja, cuarto en el r¨¢nking de potentados, que hace dos temporadas manejaba un presupuesto de 18 millones de euros y el curso pasado se mov¨ªa en los 15,5, este a?o se ha visto obligado a reducir su partida hasta los 8 millones. Mucho peor a¨²n est¨¢n hist¨®ricos como el Joventut y el Estudiantes que acaban de salir de sus respectivos concursos de acreedores, o el Valladolid, al que tuvo que otorg¨¢rsele una pr¨®rroga para que saldara sus deudas, o el Menorca, que tras lograr el ascenso simplemente desapareci¨® como lo ha hecho otro equipo que estuvo en la elite como el Le¨®n, o el Lucentum Alicante, octavo en la ¨²ltima Liga que tuvo que vender su plaza, lo que a su vez permiti¨® al Iberostar Canarias asumir el coste econ¨®mico que supon¨ªa su ascenso a la Liga Endesa. A esa crisis se a?ade el mayor poder econ¨®mico de los clubes rusos y turcos, que han fichado a varios jugadores importantes en la ¨²ltima temporada espa?ola: Aaron Jackson (CSKA), Eidson y Banic (Unics Kaz¨¢n), Paul Davis y Augustine (Khimki Mosc¨²) o Ndong (Galatasaray).

A esa competencia se a?ade la exigencia de la Euroliga que estrena un nuevo formato con ocho jornadas m¨¢s en la segunda fase. Los equipos que se clasifiquen para las finales de todas las competiciones pueden llegar a disputar esta temporada 83 partidos. Adem¨¢s, la Euroliga, en la b¨²squeda de mejores audiencia ha programado tambi¨¦n partidos en viernes. Ello provoca que los equipos deban enfrentarse a otro problema: el escaso tiempo de recuperaci¨®n entre un partido de competici¨®n europea y otro de su Liga nacional.