Homenaje incompleto en Anfield
El Liverpool, que cay¨® 1-2 ante el Manchester United, realiz¨® en su estadio una ceremonia de recuerdo a los 96 fallecidos en la peor tragedia del f¨²tbol brit¨¢nico
En un deporte tan enfervorizado como el f¨²tbol se suceden de vez en cuando im¨¢genes purificadoras. Tras 23 a?os de batalla judicial por defender el honor de los 96 fallecidos en la tragedia de Hillsborough, la herida m¨¢s dolorosa del f¨²tbol brit¨¢nico, los familiares de las v¨ªctimas encontraron hoy en Anfield, el estadio del Liverpool en el que los reds se midieron ante el Manchester United, el reconocimiento de su club despu¨¦s de tantos a?os de lucha en los juzgados ingleses por limpiar la memoria de aquellos que murieron apoyando a su equipo.
Tras la desclasificaci¨®n de los documentos oficiales que demostraron la manipulaci¨®n de la polic¨ªa inglesa en la investigaci¨®n y en los qued¨® claro que la actitud de los aficionados ¡°no fue la causa del desastre¡± sino el fallo en el dispositivo de seguridad, el encuentro, uno de los cl¨¢sicos de la Premier League, fue pr¨¢cticamente un par¨¦ntesis en medio del homenaje.
Los actos comenzaron con el lanzamiento al cielo de 96 globos, uno por cada v¨ªctima, a cargo de los capitanes de ambos equipos, Steven Gerrard, que perdi¨® a su primo en la tragedia y elev¨® los decibelios de la cita cuando abri¨® el marcador, y Ryan Giggs en representaci¨®n de los red devils. Tambi¨¦n colabor¨® el legendario? Bobby Charlton, que ofreci¨® un ramo con 96 rosas rojas, la flor por antonomasia en Inglaterra. La misma cifra con la que saltaron los jugadores del Liverpool al c¨¦sped en su espalda. All¨ª, la tarde ofreci¨® una hermosa estampa. Luis Su¨¢rez y Patrice Evra, enemistados desde que el uruguayo profiriera insultos racistas contra el defensa franc¨¦s, dejaron de lado sus rencillas y estrecharon sus manos. La celebr¨® la grada, engalanada con un espectacular mosaico confeccionado a base de cartulinas rojas y blancas. "Justice" (justicia)", se pod¨ªa leer en una de las tribunas laterales; "the truth" (la verdad), en otra; "96", recordaba uno de los fondos del vetusto estadio ingl¨¦s.
Alex Ferguson, sempiterno entrenador del Manchester United, tambi¨¦n particip¨® del acontecimiento. En los tornos que dan acceso al estadio de Anfield se repartieron entre los seguidores de los red devils una carta escrita por el t¨¦cnico escoc¨¦s. ¡°Nuestra rivalidad con el Liverpool est¨¢ basada en la determinaci¨®n de llegar en lo m¨¢s alto (¡) y no en el odio personal¡±, reza el texto. ¡°Nuestro gran club estar¨¢ junto a nuestros grandes vecinos hoy para recordar la p¨¦rdida y rendir tributo a su campa?a por la justicia¡±, termina la nota.
En lo deportivo, lo de menos en esta ocasi¨®n, el Liverpool que dirige Brendan Rogers no pudo brindar la victoria a sus aficionados. Siguen sin remontar los reds y sigue cayendo en la tabla con dos empates y tres derrotas en las primeras cuatro jornadas. Tan solo le qued¨® el consuelo de Gerrard. El Manchester, pragm¨¢tico, se llev¨® el triunfo gracias a las dianas del brasile?o Rafael y Van Persie, certero desde el punto de penalti.
City y Arsenal, intercambio de disfraces
A solo 50 kil¨®metros de Anfield, el estadio Etihad de Manchester acoger¨¢ otro envite de altos vuelos, el que protagonizar¨¢n el Manchester City y el Arsenal (17.00, Canal+1). Un pulso de estilos y trayectorias contrapuestas. En un intercambio de disfraces, el equipo de Mancini est¨¢ acusando en este inicio de curso una fragilidad poco acorde a la regularidad y la rocosidad de su plantel, el menos vulnerable la temporada pasada ¨C29 goles encajados¨C, endeble esta campa?a con seis goles en contra en los cuatro primeros compromisos ligueros. M¨¢s s¨®lida ahora, muy quebradiza el a?o pasado, la porter¨ªa de los gunners solo ha sido perforada en una ocasi¨®n.
Parece haber dado con la tecla Ars¨¨ne Wenger, que ha acertado en su retaguardia con su apuesta por Vermaelen y Mertesacker en el eje y la inclusi¨®n del joven Jenkinson en el flanco derecho para suplir la baja de Sagna. Tras las dudas que suscit¨® el tibio despegue del equipo londinense (dos empates sin goles ante el Sunderland y el Stoke City), el Arsenal ha ganado empaque y cr¨¦dito competitivo con el triunfo en Anfield (0-2), el banquete posterior frente al Southampton (6-1) y la remontada europea (1-2) en territorio del Montpellier. Cazorla tiene buena culpa de ello. El espa?ol se ha convertido en la piedra angular del engranaje del m¨¢nager alsaciano, que ha hallado en sus botas el abrelatas id¨®neo para romper los partidos. El equilibrio que aporta el gigant¨®n Diaby y la pegada de Podolski resultan igualmente determinantes. Negado ante la porter¨ªa Giroud, a priori el 9 titular de Wenger, el artillero alem¨¢n ¨Cdos dianas en la Premier, una en la Champions?¨C se ha destapado como su principal referencia ofensiva.
Frente a la mansedumbre que desprende Highbury, el gallinero se presenta m¨¢s revuelto en Manchester. No termina de carburar el City, incapaz de doblegar al Stoke en la ¨²ltima jornada y zarandeado tres d¨ªas despu¨¦s por el Real Madrid en el Bernab¨¦u. Adem¨¢s de las cr¨ªticas por el rancio planteamiento dispuesto en Chamart¨ªn, el t¨¦cnico Roberto Mancini ha tenido que hacer frente a un doble incendio. El primero, en boca del meta Hart, que dispar¨® abiertamente contra sus compa?eros. Y el segundo, mucho m¨¢s recurrente, procede del iracundo Balotelli. ¡°Mi paciencia se est¨¢ agotando con ¨¦l¡±, advierte el entrenador italiano, hastiado de la afici¨®n su delantero por los cigarrillos, expulsado la temporada pasada en el Emirates. Mejores tiempos atraviesa T¨¦vez, congraciado con su entrenador. Y con el gol: tres en cuatro partidos.
Otro foco de luz se filtra ante el posible retorno de Ag¨¹ero, fuera de combate desde hace m¨¢s de un mes. ¡°Est¨¢ en forma. Quer¨ªa que jugase en el Bernab¨¦u, pero tuvimos un par de lesiones¡±, explic¨® Mancini. No disfrut¨® el Kun de un solo minuto ante el Stoke ni ante el Madrid, pero puede llegar a tiempo para relanzar a su equipo, con la estad¨ªstica en contra: el a?o pasado, los sky blues contabilizaban a estar alturas cuatro puntos y seis goles m¨¢s, y hab¨ªan recibido tres menos. Los celestes rebuscan en el armario la coraza y el mazo. Su verdadero atuendo.
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