Apag¨®n en la Liga de las Estrellas
Un presunto acto de sabotaje obliga a aplazar a hoy el partido Rayo-Madrid Al Bar?a, l¨ªder con 15 puntos de 15, le ocupa el juego y a Mourinho le preocupan los futbolistas con vistas al cl¨¢sico
La afamada Liga de las Estrellas qued¨® ayer en suspenso por un apag¨®n en la calle Payaso Fof¨®, de Vallecas. La falta de luz provoc¨® que se aplazara hasta hoy el partido que iban a jugar el Rayo y el Madrid. No parece que fuera culpa de la tromba de agua que cay¨® antes del partido, sino de un acto de sabotaje. El presidente del club vallecano, Ra¨²l Mart¨ªn Presa, fue expl¨ªcito: ¡°Han cortado los cables de la luz¡±.
Miles de aficionados aguardaron durante horas en la calle una explicaci¨®n para saber detalles del acto delictivo mientras los representantes de los dos clubes discut¨ªan sobre el horario del encuentro para no coincidir con el Deportivo-Sevilla (21.30). No hay m¨¢s fechas donde elegir con el cl¨¢sico a la vista. El Bar?a-Madrid del 7 de octubre adquiere una especial relevancia por la manera como vienen jugando los equipos de Vilanova y Mourinho.
El p¨²blico se agolp¨® a las puertas del estadio de Vallecas, sin poder entrar en ¨¦l
Al margen de los sucesos de Vallecas, la clasificaci¨®n sonr¨ªe m¨¢s que nunca a los azulgrana, que cuentan sus partidos por victorias a la espera de viajar a Sevilla. El f¨²tbol del equipo, sin embargo, obliga a reparar tambi¨¦n en la cancha. El estilo es innegociable desde que Johan Cruyff marc¨® la l¨ªnea. La cuesti¨®n es que, de momento, el Bar?a de Vilanova no juega exactamente igual que el de Guardiola, de la misma manera que tambi¨¦n era diferente el de Rijkaard. El f¨²tbol es sensible a los cambios de entrenadores. No le queda m¨¢s remedio a Vilanova que afrontar los asuntos que quedaron pendientes con la partida de Guardiola.
No hay que olvidar que el Bar?a gan¨® cuatro t¨ªtulos ni tampoco que perdi¨® la Liga y la Champions. Mourinho se encuentra precisamente en el punto en el que comenz¨® el desgaste de Guardiola. El t¨¦cnico del Madrid no tiene problemas con el juego, sino con los futbolistas. M¨¢s que jugar la Liga, el campe¨®n la lleva o administra, pendiente de los trofeos no conquistados, como la Champions. Ocurre que a veces no se llega a tiempo de revalidar el t¨ªtulo.
Los barcelonistas cedieron siete empates la temporada pasada, dato que recuerda bien Vilanova. ¡°Si perd¨ªamos, perd¨ªamos un punto y yo quer¨ªa ganar los tres¡±, afirm¨® despu¨¦s de ganar al Granada con un plan muy valiente. Al entrenador le mueve la ambici¨®n m¨¢s que el protagonismo. Volvi¨® a acertar con los cambios y, a ¨²ltima hora, sac¨® el partido adelante, como ya pas¨® con el Spartak de Mosc¨². Los adversarios se tapan bien en el Camp Nou y cada d¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil contentar a Messi.
Los adversarios se tapan bien en el Camp Nou y cada vez es m¨¢s dif¨ªcil contentar a Messi
Las broncas del argentino con sus compa?eros de la delantera, Villa y Alexis, fueron m¨¢s visibles que nunca, especialmente con El Guaje. Asegura el 10 que no pasa nada, sino que ¡°est¨¢n duros¡± por la carga de trabajo. A falta de puesta a punto, se ha resentido la mec¨¢nica de juego. Lesionados los centrales, al equipo le cuesta salir con la pelota desde su ¨¢rea ¡ªa veces la pega Vald¨¦s¡ª, ha perdido capacidad de asociaci¨®n y continuidad ¡ªhay menos tri¨¢ngulos¡ª y ha empeorado el juego de posici¨®n: se ocupan peor los espacios en el ataque y en la defensa.
Los azulgrana, en cambio, han ganado verticalidad con los cambios de orientaci¨®n y tambi¨¦n sorpresa por el protagonismo de jugadores an¨¢rquicos como Cesc. Alcanzan el marco sin masticar tanto las jugadas ni pasar por las distintas fases que demanda el f¨²tbol del Bar?a: ¡°?De primera!¡±, le reclamaba Messi a Villa en un intento de recuperar los automatismos. Evoluciona el Bar?a a partir de la figura de Xavi, capaz de mezclar la pausa y la velocidad, indispensable en el 4-3-3 o el 3-4-3, siempre entrenador en la cancha.
Nadie duda tampoco de que el Madrid est¨¢ en manos de Mourinho y al t¨¦cnico portugu¨¦s le ocupa m¨¢s ahora la gesti¨®n del vestuario que la de los partidos. No es f¨¢cil mantener la tensi¨®n competitiva y contar con el ascendiente del plantel despu¨¦s de dos temporadas y pico de convivencia. Las decisiones y alineaciones del t¨¦cnico, as¨ª como el comportamiento de los jugadores, son escrutadas como se?al de cuanto pasa en el vestuario. Un d¨ªa es la tristeza de Cristiano, al otro el absentismo de Casillas y al tercero la suplencia de Ramos.
As¨ª, con los dos grandes ocupados, el bipartidismo est¨¢, de momento, amenazado por el Atl¨¦tico, que lleva 15 partidos invicto y solo ha cedido un empate.
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