?Fuera del f¨²tbol el conflicto Israel-Palestina!
"No hay nada en el mundo que me cause malestar o sobre lo que tenga una opini¨®n." Michael Owen, futbolista ingl¨¦s, en 1999.
Ya tenemos m¨¢s que suficiente con la politizaci¨®n de la rivalidad Bar?a-Madrid, pero estamos acostumbrados. Es parte del folclore nacional y no hay nada que hacer a estas alturas. Pero que entre en juego, como ocurri¨® esta semana, el conflicto palestino-israel¨ª... ?Qu¨¦ agobio! Terrible ser¨ªa que esto actuase como precedente y, de repente, los oportunistas que participan en este y otros de los conflictos absurdos que humillan a la especie cojan la costumbre de utilizar el f¨²tbol como terreno para librar sus batallas propagand¨ªsticas.
Si nos descuid¨¢semos, esto podr¨ªa ir a m¨¢s. A alg¨²n im¨¢n yemen¨ª se le ocurrir¨¢ declarar una fatua contra el Tottenham por ser un equipo asociado con los jud¨ªos o Ir¨¢n declarar¨¢ una guerra religiosa contra el Manchester United debido a que sus due?os son ciudadanos del Gran Satan¨¢s, Estados Unidos. Israel, entonces, podr¨ªa entrar a la carga con una campa?a contra el Manchester City o el Par¨ªs Saint-Germain por tener due?os ¨¢rabes, cuyo prejuicio antisemita se manifiesta en la ausencia de jugadores jud¨ªos en sus plantillas. Y despu¨¦s, ?qu¨¦? China-Jap¨®n y su pleito por unas islas ¡ª?mandar¨¢n emisarios de Shangh¨¢i a Old Trafford a lanzar c¨¢nticos obscenos contra el nuevo jugador japon¨¦s del United? O quiz¨¢ alg¨²n energ¨²meno de la derecha nacionalista inglesa exija la expulsi¨®n de los jugadores argentinos de la Premier, por lo de las Malvinas, o la de los espa?oles, por Gibraltar?
Que no se repita esto, por favor. Porque hoy le toc¨® al Bar?a, ma?ana le tocar¨¢ al Madrid y pasado al United
S¨ª, fue un mal precedente el del delegado palestino en Espa?a, esta semana, cuando se invent¨® un l¨ªo por la anunciada presencia de un exsoldado israel¨ª en el Camp Nou para el partido entre el Bar?a y el Madrid la semana que viene. El tema ya estaba zanjado. Gilad Shalit fue liberado en octubre de 2011 tras pasar cinco a?os en manos del movimiento palestino Ham¨¢s. A cambio, los israel¨ªes liberaron a m¨¢s de 1.000 presos palestinos. Shalit naci¨® donde naci¨®, le toc¨® lo que le toc¨® y sufri¨® por ello. Uno de los consuelos que le ofrece la vida, como a tantos de nosotros, es el f¨²tbol. Resulta que es aficionado del Bar?a. Sus a?os de cautiverio le impidieron disfrutar de la mejor ¨¦poca que ha vivido su club en toda la historia. Dejen en paz al pobre tipo. Que se d¨¦ el gusto de ver a Messi y compa?¨ªa.
Pero no. El delegado palestino tuvo que asomar la cabeza; tuvo que demostrar que ah¨ª estaba, firme, al pie del ca?¨®n; tuvo que denunciar el ¡°trato de favor¡± no a Benjam¨ªn Netanyahu o su grotesco canciller Avigdor Lieberman, que s¨ª chorrean sangre palestina por los poros, sino a un soldado con cara de mosquita muerta que tuvo la desgracia de haber sido incorporado un d¨ªa al ej¨¦rcito, como corresponde por ley en Israel a un muchacho de su edad. Olvid¨¢ndose convenientemente de que el a?o pasado el Barcelona hab¨ªa invitado al Camp Nou a Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, el delegado palestino fue incapaz de dejar pasar la oportunidad de demostrar a sus jefes que permanec¨ªa atento a lo que decidi¨® presentar como otra ofensa m¨¢s contra el pueblo palestino.
Con lo cual al Barcelona no le qued¨® otra que participar en el innoble juego y responder que s¨ª, que vale, que mandaremos invitaciones tambi¨¦n a un par de expresos palestinos. ?Est¨¢ bien? ?Contentos? S¨ª, parece que s¨ª. Pero que no se repita esto, por favor. Porque hoy le toc¨® al Bar?a, ma?ana le tocar¨¢ al Madrid y pasado al United.
Que no se repita nunca. Que se vayan los mezquinos que lo quieren arruinar todo para los dem¨¢s. Porque, salvo la peculiaridad, repetimos, de lo del Madrid-Bar?a (bastante inofensiva, a fin de cuentas), buena parte de la grandeza del f¨²tbol es que rebasa fronteras y est¨¢ por encima de los conflictos raciales, religiosos, pol¨ªticos que asuelan al mundo. Es territorio neutral. Hay terroristas suicidas de la Brigada de los M¨¢rtires Al Aqsa palestina y hay jud¨ªos ortodoxos israel¨ªes (me consta) que comparten afici¨®n por el United que en el f¨²tbol podr¨ªan descubrir la posibilidad brevemente de suspender hostilidades y debatir un tema de inter¨¦s mutuo. Durante la guerra de las Malvinas, los aficionados del Tottenham coreaban con especial fervor los nombres de sus dos jugadores argentinos, Osvaldo Ardiles y Ricardo Villa. Cuando Estados Unidos e Ir¨¢n se enfrentaron en el Mundial de 1998, ambos equipos se comportaron con ejemplar deportividad. Nadie ha condenado al Arsenal porque en su d¨ªa Osama bin Laden iba a ver partidos en el estadio de Highbury.
Que el f¨²tbol siga as¨ª: un refugio, con todo el ruido e indignaci¨®n que genera, contra los comportamientos m¨¢s vergonzosos del ser humano. Por favor.
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