¡®Mea culpa¡¯ de Bielsa
El t¨¦cnico del Athletic reconoce que no eligi¨® el momento ni el jugador oportunos para expresar su malestar tras la derrota en el duelo vasco
Oficialmente, asunto arreglado. Marcelo Bielsa pidi¨® ayer disculpas en Praga, antes de la sesi¨®n preparatoria, considerando que sufr¨ªa el s¨ªndrome de la derrota en el cl¨¢sico vasco y se alteraron sus biorritmos. Vamos, que se le fue la mano. O, mejor dicho, que se le fue la boca con Fernando Llorente, el jugador franquicia. ¡°Charl¨¦ despu¨¦s con ¨¦l. Actu¨¦ as¨ª porque interpret¨¦ que su aportaci¨®n a la tarea que est¨¢bamos haciendo no era la deseada. Por eso le indiqu¨¦ que el entrenamiento hab¨ªa finalizado para ¨¦l. Me dijo que lo estaba dando todo. Como es un asunto de interpretaci¨®n subjetiva, lo asumo¡±, dijo.
Es la versi¨®n de Bielsa. No estar¨ªa de m¨¢s conocer la de Llorente sobre un asunto que comenz¨® en el campo y acab¨® en el despacho del entrenador, generando r¨ªos de tinta y de opiniones que complicaban la versi¨®n real de lo ocurrido.
Bielsa ha decidido aparcar el coche de la confusi¨®n asumiendo que no eligi¨® ni el momento ni el jugador oportunos, pero hay un s¨ªndrome a tener en cuenta y que, probablemente, solo se resolver¨¢ cuando Llorente vuelva al equipo titular y asuma el papel que le corresponde por su categor¨ªa y su sueldo. En tanto eso no ocurra, la herida seguir¨¢ supurando.
Cuando esas cosas pasan dentro, los protagonistas no les damos la importancia que se les da cuando son difundidas" Marcelo Bielsa
¡°No digo que sea algo com¨²n, pero s¨ª sucede de vez en cuando en el f¨²tbol. Cuando esas cosas pasan dentro, los protagonistas no les damos la importancia que se les da cuando son difundidas. En el pasado curso, por ejemplo, saqu¨¦ del entrenamiento a Javi Mart¨ªnez y Amorebieta y no se le dio tanta repercusi¨®n medi¨¢tica¡±, dijo Bielsa, reclamando su grado de caridad respecto a la impetuosidad de su comportamiento con Llorente el lunes pasado en Lezama.
Tiempo de mea culpa en Praga, donde el Athletic se juega hoy ante el Sparta buena parte de sus aspiraciones en la Liga Europa, su competici¨®n talism¨¢n, la que crey¨® ganar cuando, la campa?a pasada, todo iba miel sobre hojuelas. Ahora, el torneo le ha nacido atravesado.
El Athletic es un surtido de conflictos desde el verano hasta ahora, desde que parec¨ªan asuntos familiares hasta que se han socializado en los v¨ªdeomarcadores. La realidad es que el Athletic, finalista de la Liga Europa y de la Copa del Rey, ocupa esta temporada un puesto de descenso en la Liga espa?ola y ha empatado en La Catedral con la cenicienta del grupo, el Hapoel Kiryat.
Los problemas se acumulan y los puntos se resisten a subir al casillero. Hoy por hoy, no es un equipo reconocible. ?Desorientado, exprimido, agotado, confuso? No se sabe. Se espera al partido en Praga, por el fetichismo de la competici¨®n, para saber en qu¨¦ medida es capaz de superar su propia depresi¨®n. Quiz¨¢s viendo el puente de Carlos en vez del de Calatrava o la plaza de Wenceslao en lugar de la Nueva del Casco Viejo le cambie el chip y recuerde la memoria del inmediato pasado.
El Sparta es un hist¨®rico, pero venido a menos. Con la cultura checa, que equilibra la cultura f¨ªsica con la cultura t¨¦cnica. Seg¨²n lo que predomine, anda mejor o peor. O sale el genio o sale el fortach¨®n de turno, pero algo sale. El Athletic no est¨¢ para sustos ni para peleas. Ni contra los checos ni contra nadie. Es un misterio. Emociones adversas. Un fuego apagado, el de Llorente, que volver¨¢ a ser suplente, y otro encendido, el del mal juego, los malos resultados, la duda.
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