El derbi invisible
Levante y el Valencia ofrecen una rivalidad un tanto ficticia ¡ñ Mestalla abronca a sus radicales cuando estos cantan contra los granota

En los ¨²ltimos partidos en Mestalla, los hinchas m¨¢s radicales del Valencia, agrupados en torno a un nombre (Grada Jove)en una de las esquinas del gol sur, han entonado c¨¢nticos ofensivos contra el Levante, siendo reprendidos y acallados inmediatamente por la mayor¨ªa hasta entonces silenciosa del estadio. No hay manera. Por mucho que algunos j¨®venes entusiastas se empe?en, los hinchas del Valencia no tienen a los granota como a sus principales enemigos. Y menos ahora, tras la corriente de simpat¨ªa generada por el Levante el curso pasado, cuando alcanz¨® la Liga Europa pese a ser uno de los clubes m¨¢s pobres del campeonato.
M¨¢s o menos siempre fue as¨ª. Desde los duelos de los a?os sesenta hasta la mayor asiduidad levantinista en Primera Divisi¨®n durante el decenio pasado. Desde 2004-05, el Valencia ha ganado cinco partidos, ha empatado cuatro y solo ha perdido uno (4-2), en el Ciutat en 2006-07. Los valencianistas observan a los granota por encima del hombro: un adversario muy inferior.
La perspectiva levantinista es diferente. De los 41 seguidores que acompa?aron esta semana en autob¨²s al Levante a Hannover, asom¨® uno por las gradas del estadio desplegando una bufanda y un lema: ¡°Antichoto¡±. Choto es el t¨¦rmino despectivo para referirse a los valencianistas.
Separados por un abismo con¨®mico (el Valencia ronda los 100 millones de presupuesto anual y el Levante raspa los 20 millones), la masa social granota ha repuntado gracias a la buena marcha del equipo y a la pol¨ªtica de precios bajos del club: 16.000 abonados. En el Valencia, en cambio, la cifra ha descendido hasta los 35.000, consecuencia de la crisis pero tambi¨¦n de la carest¨ªa de los precios.
La directiva granota se queja de la negativa valencianista a cederle jugadores: Alc¨¢cer, por ejemplo, que acab¨® prestado al Getafe. Hist¨®ricamente, siempre ha habido tr¨¢nsito de Mestalla a Orriols: desde Pasieguito o Wilkes a Mijatovic pasando por Farin¨®s y los actuales David Navarro y M¨ªchel. Jugadores en retirada. En sentido contrario, Vicente (en el Brighton) y el propio Juanfran (ahora otra vez en el Levante) crecieron en casa del opulento vecino. Navarro cerr¨® su cuenta de Twitter cansado de los insultos recibidos por su pasado choto.
Borrado del mapa por coincidir con el d¨ªa del Bar?a-Madrid, el derbi presenta una particularidad: ambos equipos vienen de sus aventuras europeas. Con tendencias opuestas. Ascendente el Valencia en torno a la personalidad de Gago (victorias ante el Zaragoza en la Liga y el Lille en Champions); estancado el Levante en sus salidas ante Osasuna (4-0 en el Reino de Navarra) y el Hannover (2-1 en la ciudad alemana). A su favor, el conjunto de JIM presenta la solidez en su campo: ha remontado ante el Espanyol y la Real Sociedad e incluso empat¨® ante el Atl¨¦tico. Y la vuelta de Martins, cuya velocidad pondr¨¢ a prueba a la cuestionada zaga visitante. Los t¨¦cnicos del Valencia temen la contra azulgrana y su estrategia, pero entienden que el Levante ha perdido cuerpo tras la marcha de Kon¨¦, Xavi Torres y Valdo. Sin Feghouli, sancionado con tres partidos por ¡°aplaudir jocosamente¡± al ¨¢rbitro ante el Zaragoza, el entrenador, Mauricio Pellegrino, ha probado con el zurdo Guardado como interior derecho.
El Levante da prioridad a la Liga. Del equipo de Hannover, solo repetir¨¢n Ballesteros, Iborra y M¨ªchel. Es el partido del a?o para el Levante. El Valencia lo considera imprescindible para resarcirse. Ambos quieren darle visibilidad cuando todos miran hacia otro lado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.