El Athletic se mira al espejo

Buscaba respuestas el Athletic y encontr¨® la m¨¢s inmediata, la segunda victoria de la temporada, despu¨¦s de malgastar m¨²ltiples oportunidades (muchas de ellas por el magn¨ªfico trabajo del portero de Osasuna, Andr¨¦s) y de disfrutar del infortunio rojillo que golpe¨® tres veces contra los postes de las porter¨ªas. Al Athletic le queda a¨²n mucho abrillantador que darle al espejo para poder reconocer al equipo de la pasada temporada. Aun as¨ª, el algod¨®n le ha dejado alguna luminosidad. Por ejemplo, su intensidad en el campo es mayor y dos futbolistas, al menos dos, son lo m¨¢s parecido a lo que fueron. El recital de De Marcos y Susaeta, el primero por todo el campo, el segundo por la banda derecha, fue, seguramente una noticia m¨¢s duradera que la necesidad de la victoria. El gol lo marc¨® Aduriz en los primeros suspiros del partido, con esa precisi¨®n que el delantero guipuzcoano tiene para rematar centros envenenados. Pero a Osasuna le mataron De Marcos y Aduriz, dos sombras que los jugadores de Mendilibar persiguieron con los ojos cerrados.

Osasuna tambi¨¦n est¨¢ en transici¨®n. Ya no quiere ser solo el equipo pele¨®n que se deja la piel en el campo, que mete la pierna y disfruta con el bal¨®n por los aires, sino que se ha empe?ado razonablemente en construir un futbol moderno, m¨¢s preciso, con m¨¢s autoestima. Pero le queda un largo trecho. Esas transiciones requieren que lo que fluye por el centro del campo concluya satisfactoriamente en el ¨¢rea, y lo segundo est¨¢ muy lejos de conseguirlo. Ayer tropez¨® tres veces con los postes de San Mam¨¦s, pero uno fue en un centro chut involuntario de Lamah (su mejor futbolista) y los otros dos a bal¨®n parado de Lolo y Timor. De jugada elaborada sali¨® poca p¨®lvora de sus botas.

El Athletic elabor¨® m¨¢s y rompi¨® a Osasuna por las bandas, pero tambi¨¦n le falta agudeza en el ¨¢rea. Son incontables las veces que sus futbolistas encararon a Andr¨¦s, pero salvo la de Aduriz, la m¨¢s complicada, el resto o fueron resueltas por el guardameta o salieron desviadas. Demasiadas concesiones para un equipo en estado de necesidad.