Irreverente M¨¢rquez
El l¨ªder de Moto2 se acerca al t¨ªtulo tras otro incidente que le pone en el punto de mira
Marc M¨¢rquez, como tantos otros grandes motociclistas, no entiende de entrenamientos libres. ¡°Para los tipos como ¨¦l, para los mejores, todo son carreras¡±, explican en su entorno. Quiz¨¢ por eso durante la ¨²ltima sesi¨®n del s¨¢bado, cuando Mika Kallio le hab¨ªa adelantado en la primera de la sucesi¨®n de curvas que precede a la recta m¨¢s larga de Motegi, no quiso ceder y se empe?¨® en recuperar su puesto en el viraje siguiente. Intent¨® meter su moto por el interior, por un resquicio imposible, y Kallio, que se cre¨ªa con la posici¨®n ganada, no le abri¨® paso. El finland¨¦s sali¨® volando con su montura, que termin¨® dando volteretas por la grava, y M¨¢rquez regres¨® a la pista casi sin inmutarse. ¡°Pensaba que ten¨ªa espacio suficiente y, cuando se percat¨®, ya era demasiado tarde. Cre¨ªa que Kallio levantar¨ªa su moto¡±, le excusan en su equipo. Pero los miembros de la direcci¨®n del Gran Premio de Jap¨®n (Telecinco, 10.30), encabezados por Mike Webb, con un perfil radicalmente diferente al de Paul Butler, su predecesor, que sosten¨ªa hasta el a?o pasado que el motociclismo ¡°es un deporte de contacto¡±, no tienen la misma opini¨®n y llamaron a cap¨ªtulo al l¨ªder del campeonato de Moto2.
¡°Hace un a?o iba r¨ªgido. No ten¨ªa tanto control de la moto, no pod¨ªa jugar con ella¡±
No es la primera vez que la direcci¨®n de carrera reprende a M¨¢rquez, que empez¨® el Mundial en Qatar con una advertencia formal del equipo de Webb por un adelantamiento poco limpio a Luthi y que choc¨® con Espargar¨® en Montmel¨® v¨ªctima de su propia precipitaci¨®n, agresividad e irreverencia, esa que, al mismo tiempo, le hace tan popular. Entonces fue la Federaci¨®n Internacional de Motociclismo (FIM) la que le salv¨® el pellejo, pues hab¨ªa sido castigado por la direcci¨®n, pero sus comisarios le levantaron la pena. Este s¨¢bado volvi¨® a recibir una advertencia.
La osad¨ªa de M¨¢rquez, tambi¨¦n en este caso, nace de la tremenda confianza con que ha llegado a pilotar su moto. Se enfrenta a sus rivales sinti¨¦ndose superior. Si se empe?a en no dejar pasar a alguien, no lo hace. Caiga quien caiga. Rara vez teme verse por los suelos, pues es tambi¨¦n un experto en salvarse de las ca¨ªdas, para otros inevitables, tirando de codo y rodilla, no en vano es el ¨²nico que lleva una doble rozadera en el brazo de tanto que se acerca al asfalto. Lo explicaba en Silverstone, despu¨¦s de lo ocurrido en Montmel¨®, cuando opt¨® por desistir en la pelea por la segunda plaza con Redding tras una ¨²ltima vuelta de v¨¦rtigo. ¡°Sab¨ªa que no me caer¨ªa, pero quiz¨¢ ¨¦l s¨ª lo habr¨ªa hecho. No he querido arriesgarme m¨¢s de la cuenta. Deb¨ªa ahorrarme un choque otra vez en la ¨²ltima vuelta¡±, dec¨ªa.
Muchos ven en M¨¢rquez el calco de Rossi. Hasta el mismo campe¨®n del mundo, que admira del joven de 19 a?os que sea capaz de ganar incluso cuando la moto no le acompa?a. ¡°He mirado muchos v¨ªdeos de Rossi y he aprendido muchas cosas de ¨¦l¡±, reconoce el piloto de Cervera (Lleida), cuya soltura sobre la Moto2 no es hoy la misma que el curso pasado, cuando a punto estuvo de ganar el t¨ªtulo a Bradl. ¡°Hace un a?o iba m¨¢s est¨¢tico, totalmente r¨ªgido. No ten¨ªa tanto control de la moto. No pod¨ªa jugar con ella y, cuando digo jugar, me refiero a probar algo nuevo o rectificar una trazada en medio de la curva como hago ahora¡±. Hoy se descuelga sobremanera, abre los codos y empieza a controlar las derrapadas en cada curva. Aun as¨ª, explica, el cambio m¨¢s grande que ha experimentado se explica por la acumulaci¨®n de experiencia: ¡°Ahora s¨¦ gestionar mejor las carreras, s¨¦ cu¨¢ndo se puede y cu¨¢ndo no. El a?o pasado era todo o nada. Ahora, aunque puedo cometer un error, intento que sean los m¨ªnimos¡±.
Es experto en evitar ca¨ªdas y el ¨²nico piloto que lleva doble rozadera en el brazo
M¨¢rquez llega a Jap¨®n con 48 puntos de ventaja sobre el segundo, Pol Espargar¨®, que hoy saldr¨¢ desde la pole, seguido por el de Cervera, y podr¨ªa sentenciar el t¨ªtulo la semana pr¨®xima, en Malasia. ¡°Nervioso no estoy. Siento la presi¨®n de que me estoy jugando el campeonato, pero s¨¦ que solo tengo que hacer lo mismo que hasta ahora¡±, advierte. La estrategia es la misma que le ha llevado al ¨¦xito: ¡°En funci¨®n de c¨®mo est¨¦ yo y c¨®mo est¨¦n los adversarios, tengo que saber gestionar la carrera. Lo m¨¢s importante es seguir sumando puntos, pero, si alguno de estos d¨ªas veo que puedo ganar, lo intentar¨¦¡±. Poco importa lo que le marque su equipo desde el muro, como ha demostrado en temporadas anteriores.
¡°Al final, eres t¨² el que ve encima de la moto de lo que eres capaz en cada momento. Si me se?alan que la tercera posici¨®n es un buen resultado, pero veo que puedo intentar ganar, lo hago. Si fallo, s¨¦ que me espera una charla. Otra veces, como en Mugello, donde estuve a punto de caerme, entend¨ª yo mismo que era mejor un cuarto lugar que nada¡±.
As¨ª es M¨¢rquez. Pura irreverencia tanto para lo bueno como para lo malo.
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