El campe¨®n de la ca¨ªda del huevo
Para el profesor de F¨ªsica son unas vacaciones de una semana de duraci¨®n tras un semestre de preparaciones de clases mon¨®tonas. Para el estudiante es una oportunidad de impresionar a la chica asignada a su grupo de proyecto con un poco de sentido com¨²n y muchos chistes sobre huevos.
Es la ca¨ªda del huevo. El profesor da un huevo y una caja a tu grupo y os dice que vuestro trabajo es proteger al huevo con la caja cuando ambos se tiran desde una elevaci¨®n que estar¨¢ estrechamente relacionada con la altura del aula de ciencias.
La manera en que se realiza la tarea depende de uno mismo, pero hay formas correctas de hacerla y hay formas equivocadas de hacerla, y uno no descubre la que eligi¨® hasta que la caja choca contra el suelo.
La temporada de la NBA es una ca¨ªda de un huevo que dura un a?o. Fuera de temporada, los equipos eligen una filosof¨ªa y se comprometen con ella, y luego, cuando el oto?o se convierte en invierno, observan c¨®mo caen sus cajas y esperan que la suya no sea la que salpica de yema el hormig¨®n. La analog¨ªa resulta especialmente cierta esta temporada. La mayor¨ªa de las historias que se han contado sobre la NBA de este a?o son acerca de equipos que se han comprometido con experimentos que no se basan en la historia pasada demostrada y verdadera, sino, por el contrario, en conjeturas, en fe y en los ligamentos de las rodillas que se encuentran en los hombres de m¨¢s de 30 a?os. Menos ¡°la f¨ªsica indicar¨ªa que colgar el huevo con cintas de goma funcionar¨ªa¡±, y m¨¢s ¡°empaquetemos esa cosa con pa?uelos de papel y veamos qu¨¦ pasa¡±.
Los Lakers, por ejemplo, han desistido de formar un equipo a la manera antigua y org¨¢nica y se han comprometido con el modelo equipo Frankenstein popularizado por los Heat de Miami, incorporando a Dwight Howard y a Steve Nash, pero olvid¨¢ndose de fichar a alguien para hacer compa?¨ªa en el banquillo a las miradas socarronas de Mike Brown.
En el otro extremo del pa¨ªs, los Nets se han trasladado a Brooklyn y han creado su propio monstruo al reunir apresuradamente una colecci¨®n de estrellas y de semiestrellas que podr¨ªan hacer que el equipo compita por el t¨ªtulo del Este y que Mirza Teletovic se golpee la frente y desee no haberse marchado nunca de Vitoria.
Mientras tanto, los Spurs, los Celtics y los Knicks han hecho caso omiso de lo que dicta el sentido com¨²n en lo que se refiere al proceso de envejecimiento del homo sapiens (o est¨¢n esperando que la reencarnaci¨®n de Ponce de Le¨®n les espere en una curva de una carretera de Florida, con unas indicaciones para llegar a la Fuente de la Juventud bajo el brazo).
Incluso los equipos que supondr¨ªamos que ser¨ªan los candidatos al t¨ªtulo de campe¨®n de la ca¨ªda del huevo est¨¢n haciendo apuestas arriesgadas: los Heat de Miami, a que la rodilla de Dwyane Wade est¨¦ sana; los Thunder de Oklahoma, a que James Harden no perseguir¨¢ al equipo como un fantasma (con barba) de recientes dinast¨ªas pasadas y a que los dem¨¢s equipos no se den cuenta de que hacer un dos contra uno sobre Kevin Durant podr¨ªa ser un buen plan al final del partido. Cuando acabe esta temporada de la NBA y el huevo choque contra el suelo, el resultado m¨¢s probable es que uno de los chicos razonables e inteligentes (los Heat, los Thunder) se marchen con aires de suficiencia porque su caja no tiene yema.
Pero lo que sucede con la ca¨ªda del huevo es que, a veces, la caja del ni?o listo aterriza sobre un extremo. Y a veces, para empezar, hay un huevo malo dentro de la caja. Y otras veces, el mejor plan, a fin de cuentas, puede ser rellenar la caja con todos los pa?uelos de papel que se pueda, que es la raz¨®n por la cual a los profesores y a los estudiantes les gusta la ca¨ªda del huevo. Y la raz¨®n por la cual veremos la NBA este a?o.
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