Ebert desnutre a Osasuna
Una vaselina del alem¨¢n exten¨²a al conjunto navarro en un partido descolorido
En medio de un duelo embarullado, de dif¨ªcil encuadre por parte de unos y otros, se decidi¨®, por romper con lo previsto, con un tanto descontextualizado. Una vaselina de Ebert que supon¨ªa un brochazo de color a un partido oscuro que dej¨® con gesto mortecino a Osasuna. Poco importaron las urgencias que predec¨ªan un encuentro sin pausa, de consumo constante de ox¨ªgeno ante la escasez de alegr¨ªas que echarse a la cara. No pas¨® nada de eso, y aun as¨ª hubo un vencedor, un Valladolid desconocido pero en el que brill¨® la inspiraci¨®n del extremo alem¨¢n.
OSASUNA, 0 ¨C VALLADOLID, 1
Osasuna: Andr¨¦s Fern¨¢ndez; Dami¨¤, Arribas, Rub¨¦n, Nano; Pu?al, Raoul; Cejudo (Masoud, m. 71), Armenteros (Timor, m. 87), Sisi (Lolo, m. 80) y Kike Sola. No utilizados: Riesgo, Llorente, Oier y Omwu.
Valladolid: Dani Hern¨¢ndez; Rukavina, Rueda, Marc Valiente (Sereno, m. 27 (Pe?a, m 68)), Balenziaga; Neira (Luis Sastre, m. 55), V¨ªctor P¨¦rez; Ebert, ?scar, Omar Ramos; y Manucho. No utilizados: Jaime, Bueno, Guerra y Baraja.
Gol: 0-1. M. 82. Ebert supera a Andr¨¦s con una vaselina desde dentro del ¨¢rea.
?rbitro: P¨¦rez Montero. Amonest¨® a Armenteros, V¨ªctor P¨¦rez, Manucho. Y expuls¨® a Rub¨¦n por doble tarjeta amarilla (m. 75).
Reyno de Navarra, unos 17.000 espectadores.
A la vista lo que se disput¨® sobre el campo fueron batallas de cabeza afachada en la que se pierden los detalles m¨¢s all¨¢ de las piernas que rodean la pelota. Entre tanto unos se aproximaban sin m¨¢s contundencia que la del pase sencillo, alg¨²n desplazamiento en largo en busca de la cabeza de Manucho para el Valladolid, y de la velocidad de Kike Sola en la otra orilla. Nada que adulterase un partido contenido, por m¨¢s que Osasuna camine en el ¨²ltimo apartado del libro y al Valladolid se le haya doblado alguna que otra hoja ¨²ltimamente.
Consecuencia directa del di¨¢logo interrumpido eran las pocas ocasiones que generan estas discusiones. Ni Andr¨¦s ni Dani Hern¨¢ndez tuvieron que enfrentarse a la conversaci¨®n, ajenos desde la porter¨ªa a un chascarrillo que no terminaba de acercarse hasta ellos. Ni siquiera alguna internada casual de Ebert o Cejudo encontraba con quien asociarse. Con todo el meollo en el centro del campo las delanteras estaban bajo vigilancia, incapaces de dar un cambio a lo que suced¨ªa por detr¨¢s.
As¨ª, entre intenciones contrapuestas se mov¨ªa el partido, sin voces que decidieran romper la monoton¨ªa. Si algo vari¨® en la segunda mitad fue la traslaci¨®n al cielo de lo que por tierra no terminaba de desnivelarse. Algo que no produjo demasiado cambio en los navarros, habituados hist¨®ricamente al guerreo f¨ªsico, desconectados este curso de ese estilo.
Solo se descolg¨® Omar de los establecido con una buena jugada individual, a la que se sumar¨ªa Kike Sola minutos m¨¢s tarde. Ambas murieron en la misma orilla. Ni la lluvia, que solo sirvi¨® para trasladar el duelo a una superficie m¨¢s inestable consigui¨® tambalear el juego. Si lo hizo la expulsi¨®n de Rub¨¦n a falta de un cuarto de hora para el final. Solo as¨ª el Valladolid vio la puerta media abierta y decidi¨® levantar la mirada. No gust¨® a la afici¨®n navarra el cambio de Lolo por Sisi y reprendi¨® a Mendilibar. Era m¨¢s bien la premonici¨®n de lo que estaba por venir, un contragolpe de rengl¨®n recto que culminar¨ªa Ebert con una vaselina deliciosa. Algo de az¨²car para un partido amargo que deja a Osasuna sin aire y con gesto p¨¢lido, como el de su t¨¦cnico.
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