Apocal¨ªptico Espanyol

Cuando no va al travesa?o, va al palo; cuando no la pifia Verd¨², la conceden Colotto o H¨¦ctor Moreno; cuando aprieta delante, se descose atr¨¢s. Solo faltaba ya que, cuando la afici¨®n del Espanyol conmemoraba con aplausos, como siempre hace en el minuto 21 de cada partido, a su excapit¨¢n fallecido en 2009, Dani Jarque, Osasuna trenzara la jugada del gol que abri¨® la infernal tarde en Cornell¨¤; apocal¨ªptica. No hay otra forma de interpretar la goleada, el varapalo, el contundente 0-3 ante el colista.

Es dif¨ªcil imaginar tantas calamidades en un partido. Pero el Espanyol las monopoliz¨® durante una hora y media que acab¨® como el rosario de la aurora, con la afici¨®n tan desencantada como cabreada y algunos c¨¢nticos de dimisi¨®n lanzados ya a discreci¨®n, algunos enviados ya al presumible ganador de las elecciones a la presidencia, otros incluso al entrenador, al que hasta ahora muy pocos o nadie hab¨ªa puesto en cuesti¨®n, otros, en fin, a la h¨²meda y cargada atm¨®sfera de Cornell¨¤-El Prat.

El balance fue muy otro para para Osasuna, por supuesto, que en un rato cambi¨® su triste tr¨¢nsito por el campeonato. Seguir¨¢ siendo colista, pero al fin ve una luz al final del t¨²nel. Su goleada fue de libro. Bien pertrechado atr¨¢s, a la expectativa, se fue creciendo a medida que detect¨® tembleques en los centrales del Espanyol, dificultades enormes en su zona de creaci¨®n, la soledad de Verd¨². Primero control¨® las d¨¦biles embestidas, casi siempre a cargo de Sergio Garc¨ªa o Verd¨². Se fue creciendo y sac¨® petr¨®leo de una de sus primeras aproximaciones al ¨¢rea de Cristian. El caso es que Cejudo marc¨® en un bal¨®n que qued¨® muerto en la frontal y el partido se le empez¨® a poner cuesta arriba al Espanyol.

Pochettino reaccion¨®. Se hab¨ªa fiado a un 4-3-3, que se mostr¨® muy inocuo y controlable. Vari¨® el dibujo. Recuper¨® el doble pivote y los tres centrocampistas por detr¨¢s del ariete. Sergio Garc¨ªa abri¨® el campo y Verd¨² se encontr¨® m¨¢s a gusto a espaldas de Stuani primero y de Longo m¨¢s tarde.

El Espanyol jug¨® sus mejores minutos. Longo cabece¨® al travesa?o, tras un centro de Verd¨². Y el propio Verd¨² volvi¨® a rematar al palo en un precioso disparo en diagonal y con rosca. Y un minuto despu¨¦s de ambas acciones, Cejudo le reba?¨® un bal¨®n a Verd¨² y se la puso a Sola, que marc¨® el 0-2. Todo lo bien que estuvo en ataque, lo desarregl¨® Verd¨² en una acci¨®n en la que ni siquiera logr¨® hacerle la falta de libro que exig¨ªa el robo de Cejudo. Lo intent¨® Verd¨². Pero su caricia fue tan tibia como in¨²til porque Cejudo logr¨® enganchar el pase al hueco para Kike Sola.

El Espanyol se derrumb¨®. Sus jugadores se tomaron como una penitencia la media hora que les quedaba por delante. Onwu redonde¨®, en otra contra, el partido so?ado por Osasuna y Mendilibar, que lograron traspasar el drama y las angustias de las ¨²ltimas semanas al Espanyol y a Pochettino.