Iniesta siempre va de etiqueta
Los chispazos del centrocampista y la punter¨ªa de Pedro resuelven c¨®modamente el amistoso de Espa?a en Panam¨¢
Corre la pelota y no el jugador. Frase de cabecera y anhelo de cualquier t¨¦cnico que apueste por un f¨²tbol de sal¨®n y de toque; realidad de la selecci¨®n espa?ola, que se deshizo de Panam¨¢ en un amistoso de ritmo ligero y juego sugerente, al menos en el primer acto. Iniesta fue el art¨ªfice del triunfo al romper la l¨ªnea con su conducci¨®n y pase, con su amago y quiebro, con su genialidad exclusiva. Y Pedro, inspirad¨ªsimo con Espa?a porque hace nada le hizo un hat-trick a Bielorrusia, fue la puntilla para batir a Panam¨¢, que desde que lo cogiera Dely Vald¨¦s solo hab¨ªa perdido tres encuentros de los 20 disputados en el estadio Rommel Fern¨¢ndez.
PANAM?, 1 - ESPA?A, 5
Panam¨¢: Penedo; Baloy, Cede?o (Godoy, m. 72), C. Rodr¨ªguez (Algandona, m. 78), Dasent; Gabriel G¨®mez, J. P¨¦rez (Cooper, m. 54); Rolando Escobar (Quintero, m. 59), Blas P¨¦rez (Barahona, m. 59), Marcos; y Torres (Renter¨ªa, m. 46). No utilizados: Melgar; y Godoy.
Espa?a: Vald¨¦s (Casillas, m. 60); Juanfran, Albiol, Javi Mart¨ªnez, Jordi Alba (Sergio Ramos, m. 60); Be?at, Busquets, Iniesta (Cesc, m. 46); Pedro (Soldado, m. 46), Villa (Susaeta, m. 73) y Mata (Navas, m. 46). No utilizados: Montoya y Cazorla.
Goles: 0-1. M. 16. Pedro. 0-2. M. 29. Villa. 0-3. M. 43. Pedro. 0-4. Sergio Ramos. 0-5. M. 84. Susaeta. 1-5. M. 87. Gabriel G¨®mez.
?rbitro: Mauricio Morales. Mostr¨® la cartulina amarilla a Barahona y Baloy.
Rommel Fern¨¢ndez. 25.000 espectadores.
Intensos los paname?os, que atendieron con voluntariedad a la etiqueta de campe¨®n del mundo y doble entorchado europeo del rival, pronto se dieron de bruces con su limitaci¨®n. No les alcanz¨® con las ganas para descomponer a Espa?a, sobre todo porque carecieron de mirilla y precisi¨®n en los pases definitivos, siempre expresados en contragolpes. Sus problemas, en cualquier caso, se agravaron por los adornos, por hacer imposibles para ganarse un sonoro ?oh! del p¨²blico y su sucesivo aplauso. Pero en l¨ªneas generales, desestimaron la lucha por la pelota y la posesi¨®n, atornillados en su campo, sin otra intenci¨®n que aguantar el chaparr¨®n. Lo celebr¨® Espa?a, que se guard¨® el esf¨¦rico como propiedad privada y lo reparti¨® con sumo gusto, hecho acentuado cuando Iniesta y Mata aparecieron en la zona marcada para el crupier.
Fue ah¨ª donde cobraron sentido los rondos que impuso Johan Cruyff en el Barcelona al final de la d¨¦cada de los 80 y que ahora son un imperativo en cualquier equipo antes de un entrenamiento. Tambi¨¦n es una necesidad para Espa?a, que entiende el juego de pase tan veloz como matem¨¢tico y puntual, que ejerce la posesi¨®n hasta la extenuaci¨®n. A veces, sin embargo, parece poderle la ret¨®rica. No as¨ª en Panam¨¢, donde en la primera mitad el toque fue lacerante, profundo, de primeras y acelerado en los metros finales; excelentemente rematado.
Sin problemas para dar aire al cuero desde la zaga, con Javi Mart¨ªnez como ra¨ªz y Busquets como catapulta, Be?at ali?¨® el juego como reclamaba el duelo, con pases el¨¦ctricos. Pero la celeridad en la parcela de tres cuartos corri¨® por parte de Iniesta y Mata, que part¨ªa de extremo pero que se mov¨ªa por todo el frente de ataque a su aire, reminiscencia de lo que hace en el Chelsea, siempre a la suya. Como en ese pase interior a la carrera de Pedro, que se marc¨® un bailoteo y una bicicleta sobre la pelota para romper la cadera del portero, para definir a gol. Era el tercero. Resulta que el duelo ya lo hab¨ªa roto Iniesta.
Villa fue el capit¨¢n y Susaeta se estren¨® con la selecci¨®n sobre el tapete y como goleador
Pareci¨® no afectarle al centrocampista azulgrana la humedad y el calor de Panam¨¢, tampoco la condici¨®n de amistoso. Primero, arranc¨® con el cuero controlado para marcarse una pared con Pedro, que la dej¨® pasar bajo las piernas para resolver con un tiro cruzado. Y luego, realiz¨® un eslalon precioso en la l¨ªnea de fondo para asistir a Villa, que la empuj¨® a gol para firmar su red n¨²mero 53 en 85 encuentros, que festej¨® su primera capitan¨ªa ¡ªCasillas se qued¨® en el banquillo de inicio¡ª como mejor sabe. No se detuvo Villa en su determinaci¨®n, pero un disparo se le march¨® por arriba y otros dos los cruz¨® en exceso. Era la prolongaci¨®n de Iniesta, el remate para los centros de Alba ¡ªque estir¨® el campo de lo lindo para dotar a Espa?a de profundidad¡ª, el punto final de Espa?a.
Decidido el envite en el entreacto, Del Bosque opt¨® por oxigenar a los futbolistas, por no castigar a los suplentes tras la paliza del viaje transoce¨¢nico, validado porque engorda la cartera de la federaci¨®n. Salieron Soldado, de gazuza ilimitada, Navas y Cesc a cambio de Mata, Pedro e Iniesta, las gotas de buen f¨²tbol y resoluci¨®n. Tambi¨¦n Casillas y Ramos se incorporaron al choque, con la curiosidad de que el central actu¨® de lateral izquierdo (puesto que ha dado m¨¢s de un quebradero de cabeza esta temporada a Mourinho en el Madrid) y, adem¨¢s, marc¨® un golazo de falta, coto reservado para Cristiano.
Los cambios, en cualquier caso, entrecortaron el f¨²tbol y rebajaron la partida, hasta el punto de que Panam¨¢ baj¨® los brazos, por m¨¢s que Gabriel G¨®mez marcara de Panenka un penalti de Cesc. Otro adorno; otra aclamaci¨®n.
Pero la fiesta estaba al otro lado como demostr¨® Susaeta, que se estren¨® con Espa?a ¡ªMontoya, sin embargo, no tuvo su oportunidad¡ª sobre el c¨¦sped y tambi¨¦n como goleador en los compases finales. La guinda a un amistoso de f¨²tbol notable, a un nuevo baile de Iniesta.
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