Benzema saca el viol¨ªn
A los pies del franc¨¦s, el Madrid destroza al Athletic (5-1) con su contundencia habitual
De un partido a toque de corneta nadie sac¨® mejor nota que el chico menos impulsivo, Karim Benzema. As¨ª es el f¨²tbol, juego de c¨®digos extra?os. Un encuentro en permanente combusti¨®n, por ser el sello habitual del Madrid y la identidad de un Athletic acostumbrado desde el curso pasado a no especular jam¨¢s, entroniz¨® al ariete franc¨¦s, que pasa por ser el esquimal de la plantilla. La solemnidad de Benzema se impuso por encima de todos y dej¨® fuera de onda del equipo vasco, que se marchit¨® muy pronto por m¨¢s que intentara en todo momento no renunciar a su dogma. A los pies del galo, el Madrid firm¨® una goleada con su contundencia habitual. Y esta vez, sin el mazo de Cristiano, lo que amplifica el papel de Benzema y el infinito repertorio del equipo de Mourinho.
Real Madrid, 5 - Athletic, 1
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentr?o; Modric, Xabi Alonso; Callej¨®n (Di Mar¨ªa, m. 69), ?zil (Khedira, m. 61), Cristiano; y Benzema (Morata, m. 73). No utilizados: Ad¨¢n, Kak¨¢, Albiol y Nacho.
Athletic: Iraizoz; Iraola, San Jos¨¦, Ekiza, Aurtenetxe; Iturraspe, Gurpegui (Castillo, m. 78), Muniain (Llorente, m. 46); Susaeta, Aduriz (Toquero, m. 67) e Ibai. No utilizados: Ra¨²l, Isma, Igor Mart¨ªnez y Ramalho.
Goles: 1-0. M. 12. Aurtenetxe, en propia puerta. 2-0. M. 30. Ramos. 3-0. M. 32. Benzema. 3-1. M. 41. Ibai. 4-1. M. 56. ?zil. 5-1. M. 71. Khedira.
?rbitro: J. A. Teixeira Vitienes. Amonest¨® a Aduriz, Iturraspe, Gurpegui, Ramos y Susaeta.
Santiago Bernab¨¦u. Unos 78.000 espectadores.
Atrevido como es, el Athletic pareci¨® lo que luego no fue durante los primeros 10 minutos. Descaro, la pelota cosida, ataque en pelot¨®n y defensa a la intemperie, sin disposici¨®n en zona, sino que cada cual con su marca en funci¨®n del desarrollo de las jugadas. Sin noticias del Madrid, Modric rompi¨® el hechizo visitante. Fin del espejismo. Un servicio oce¨¢nico hacia Benzema, que tom¨® la delantera a los centrales del Athletic, deriv¨® en el gol en propia puerta de Aurtenetxe, que lleg¨® desbocado al cierre de la jugada. Una diana que sac¨® del partido al Athletic, que mostr¨® todos sus costurones, lo que aprovech¨® el Madrid para darse un fest¨ªn en media hora. Empujado por Sergio Ramos, catalizado por Alonso y agitado por Benzema, cuyos movimientos laterales descorchaban una y otra vez a la zaga de los bilba¨ªnos, el cuadro madridista fue un vendaval. Sin respiro para Iraizoz, en la hamaca Casillas, que ni de lejos ve¨ªa a los del Athletic.
Se gust¨® el Madrid, que sin pausa, como le gusta, someti¨® a su adversario a una noche tortuosa. El de Mourinho no es equipo de muchas contemplaciones. Cuando a?ade voltaje a su enorme talento, es una marabunta. No concede respiro, porque le distingue el v¨¦rtigo. Un suplicio para el Athletic, equipo fr¨¢gil, precipitado, que tantas veces paga su encomiable apuesta por no jugar con grilletes. Es equipo de mirada al frente, por algo lleg¨® a Chamart¨ªn como el tercer equipo m¨¢s goleado del campeonato. Y sin la jerarqu¨ªa titular de Amorebieta, De Marcos y Ander Herrera. Demasiada carga, pero, para lo bueno y lo malo, Bielsa tiene una hoja de ruta, no hay lugar para las tiritonas. Lo que no le excusa para entregar goles a bal¨®n parado, como el que concedi¨® a Sergio Ramos en una falta lateral lanzada por su amigo ?zil. El central andaluz cabece¨® en plancha con el visado de toda la l¨ªnea defensiva, con la caraja.
Tal es el repertorio blanco que esta vez no hizo falta el mazo de Cristiano
En plena efervescencia local, Benzema caz¨® de inmediato el tercero. Esta vez, poco que reprochar a los rojiblancos. El ariete franc¨¦s tir¨® el desmarque hacia el pico izquierdo del ¨¢rea de Iraizoz, ech¨® un vistazo al movimiento de su escolta, se gir¨® hacia su zurda y se sac¨® un disparo en comba que lleg¨® a la red como vuela un pl¨¢tano. Un gol art¨ªstico. Sin necesidad de trenzar el juego, sino con trazos largos y una extraordinaria intensidad, el Madrid goleaba en tres parpadeos. El m¨¢s puro Madrid, cuyo f¨²tbol es un desaf¨ªo constante a la velocidad. Precisi¨®n a mil por hora, lo que entra?a una dificultad extrema, lo que subraya la grandeza de este equipo. Esa es su seducci¨®n.
El inopinado tanto de Ibai al filo del descanso result¨® epis¨®dico. Ya para entonces, a¨²n en el primer acto, calentaba Llorente, ovacionado en el Bernab¨¦u desde el calentamiento. Curioso su caso, toda una intriga. Su incorporaci¨®n tras el descanso evidenciaba la no rendici¨®n del Athletic, que con Bielsa no entrega la cuchara. A un pelda?o de angustiar al Madrid, el partido pudo virar en una cita de Susaeta con Coentr?o, que volvi¨® a jugar en casa tres meses despu¨¦s. El portugu¨¦s, dentro del ¨¢rea, desvi¨® la pelota con la mano. No lo advirtieron los jueces y sin demora, Benzema, el futbolista de la noche, puso a ?zil en la antesala del gol con un movimiento excepcional hacia una orilla del ¨¢rea para alejarse de su marcador y un pase preciso. No fall¨® el alem¨¢n, que puso un trecho ya imposible para el equipo vasco.
Con Higua¨ªn en la enfermer¨ªa y parcheado Cristiano, con ceja de boxeador, fue la noche de Benzema, imparable para todos sus vigilantes. Es un delantero de mentiras que no ofrece un molde concreto a los defensas. No es un ariete que habite en el ¨¢rea, lo suyo es la periferia, y tan capaz es de asistir como de certificar el gol. Es alguien tan virtuoso que cuanto m¨¢s se aleja del peligro m¨¢s amenazante resulta. No es delantero de combate, es un fino estilista. Se lo reconoci¨® la hinchada, que le despidi¨® con premio a su faena cuando fue relevado por Morata. Una gozada de jugador, por m¨¢s que en ocasiones se extrav¨ªe con ese punto asceta que destila. Poco antes del saludo al ruedo de Benzema, el Madrid ya se hab¨ªa apuntado el quinto gol, producto de un guion singular. Arbeloa hizo una gimkana hasta el l¨ªmite del ¨¢rea e hizo un gui?o a Khedira, que llegaba por su costado. Emboc¨® el alem¨¢n en la ¨²nica jugada en la que no estuvo firme Iraizoz. Partido cerrado con Benzema como cabeza de cartel.
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