Leo resuelve el crucigrama

Entre la monta?a rusa y el despe?adero, Rayo y Mallorca llegaron a Vallecas con ¨¢nimo de abrigarse para superar sus constipados. Se trataba de tapar las fugas, remendar los costurones y resta?ar las magulladuras. Y m¨¢s preocupados de no perder que de ganar, todos vivieron timoratos la tarde hasta que Leo Baptistao tir¨® de su descaro barrial para alterar el guion. El brasile?o resolvi¨® en los ¨²ltimos cinco minutos un crucigrama de miedos que refrenda la trayectoria de los franjirrojos y sume en la depresi¨®n a los bermellones.

El conjunto de Caparr¨®s, capaz de sumar 11 de los 15 puntos que se repartieron en las cinco primeras jornadas, entr¨® en barrena a finales de septiembre y llegaba a Vallecas con un expediente raqu¨ªtico tras seis derrotas y un empate en las ¨²ltimas siete etapas. Ampar¨¢ndose en su partitura m¨¢s sobria, los bermellones, otrora correosos y atrevidos por definici¨®n, necesitan apelar ahora a una gris abnegaci¨®n desprovista de vuelo para mantener prietas las filas, pero el castillo se les vino abajo en el ¨²ltimo soplido.

Con el regate de Pereira oxidado, la p¨®lvora de Hemed mojada y el ingenioso repertorio de Giovani desubicado en su nuevo ecosistema, el Mallorca se mostr¨® como un grupo monocorde incapaz de superar la asfixiante presi¨®n del Rayo. Font¨¤s y Pina entendieron que su misi¨®n pasaba ¨²nicamente por hormigonar el dique de contenci¨®n e hicieron dejaci¨®n de funciones en la creaci¨®n. El patad¨®n de Aouate sobrevolaba la pradera vallecana sin mayor plan que el insustancial desgaste por reiteraci¨®n.

Enfrente, el Rayo, ruborizado por coleccionar goleadas en contra en lo que va de Liga, abandon¨® su habitual apuesta de doble o nada y retras¨® unos metros la trinchera para mitigar los sobresaltos a la espalda de sus centrales. Los de Paco J¨¦mez, que solo hab¨ªan logrado dejar su porter¨ªa a cero en dos partidos, decidieron arroparse. Pero los franjirrojos fueron, casi siempre, incapaces de compaginar la sensatez y aplicaci¨®n en defensa con su habitual ebullici¨®n ofensiva. Jos¨¦ Carlos lo intent¨® por el costado derecho y el debutante Nacho hizo m¨¦ritos respaldando a Piti por el carril izquierdo, pero m¨¢s encorsetado que de costumbre, los locales apenas inquietaron a Aouate en el primer acto. La mejor oportunidad la tuvo el Mallorca tras una temeridad de Cobe?o que gestion¨® a trompicones una inocente cesi¨®n. Pero entre Giovani, Pereira y Hemed no atinaron a resolver el regalo.

El partido ped¨ªa a gritos una agitaci¨®n de las pizarras para desatar el pulso, pero a J¨¦mez se le trastocaron los planes. En apenas 10 minutos, Jos¨¦ Carlos y Rodri salieron por la puerta de la enfermer¨ªa y el t¨¦cnico se qued¨® con una sola bala en la rec¨¢mara. A pesar de la improvisaci¨®n y del susto que se llev¨® la porter¨ªa rayista con un latigazo de Pereira que se estrell¨® en la cruceta, el empuje local comenz¨® a inclinar el campo con una meritoria secuencia de ocasiones que anunciaron que la ambici¨®n estaba del lado vallecano y que hicieron pensar al Mallorca que el empate no era mal negocio.

Pero los de Caparr¨®s ten¨ªan un enemigo de cuidado al que no supieron sujetar. Leo Baptistao se disfraz¨® de artificiero y en la traca final encontr¨® la victoria para su equipo. Su febril determinaci¨®n levant¨® un partido que languidec¨ªa sin remedio y descosi¨® los pespuntes de la balbuceante defensa mallorquinista. Primero agarr¨® el bal¨®n en la banda izquierda y se march¨® el¨¦ctrico hasta la frontal, donde resolvi¨® con un zapatazo indescifrable para Aouate. Despu¨¦s, mezcl¨® v¨¦rtigo, quiebro y generosidad para regalar con un pase atr¨¢s el segundo tanto a Delibasic. El brasile?o, que ya suma seis goles y cuatro asistencias en lo que va de Liga, resolvi¨® el sudoku fortificando Vallecas donde solo Madrid y Bar?a se han llevado el bot¨ªn.