Vettel lleva un carrer¨®n
El alem¨¢n, de 25 a?os, supera con creces a Senna como el m¨¢s joven que consigue tres t¨ªtulos Su sexto puesto en Brasil, bajo la lluvia y tras sufrir un trompo, anula el segundo de Alonso
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El valor real de un campe¨®n se puede medir tanto por los ¨¦xitos que acumula como por los rivales que derrota. En ese sentido, la corona de laurel que Sebastian Vettel se encasquet¨® en Interlagos mezcla perfectamente lo uno y lo otro. El palmar¨¦s del alem¨¢n crece tan deprisa como las prestaciones de su RB8, un prototipo maravilloso que hace un par de meses le rescat¨®, le catapult¨® y que ayer le coloc¨® a la altura de las leyendas m¨¢s ilustres de esta disciplina: fen¨®menos de la talla de Michael Schumacher, Niki Lauda, Alain Prost o Ayrton Senna, al que desplaz¨® como el campe¨®n que hab¨ªa logrado su tercera corona con menor edad (Vettel lo hace con 25 a?os, por los 31 del brasile?o). Nadie se atreve a ponerle coto a la inercia que lleva esta estrella moldeada por el laboratorio de Red Bull y que no ha parado de destrozar registros desde que debut¨® hace solo cinco a?os.
Fernando Alonso ped¨ªa a gritos la intervenci¨®n de alg¨²n factor que alterara el transcurso normal de la ¨²ltima carrera del Mundial, y lo que obtuvo fue una especie de milagro que, sin embargo, no tuvo la fuerza suficiente para materializar el sue?o de emular a Senna, su ¨ªdolo de la infancia, y desbancarle como el tricampe¨®n del mundo m¨¢s joven de la historia. Ni el agua; que en ning¨²n caso dej¨® de caer en Interlagos; ni el casta?azo que un Williams le arre¨® a Vettel en la primera curva y que le puso del rev¨¦s; ni tampoco el impagable trabajo de escudero que hizo Felipe Massa; y ni tan siquiera un incomprensible regalo de Red Bull en los talleres, que en el peor momento se hizo un l¨ªo con las gomas de su Ni?o Maravilla, pudieron con la potencia y el impulso del corredor de Heppenheim, el m¨¢s joven en celebrar tres campeonatos.
Ha sido la carrera m¨¢s dif¨ªcil de toda mi vida¡± Sebastian Vettel
Vettel volvi¨® a verse el ¨²ltimo de la fila, y como ya hizo en Abu Dabi, hace menos de un mes, inici¨® una remontada fren¨¦tica, se fue quitando a rivales de en medio y subi¨® como la espuma hasta cruzar la meta en el sexto puesto, por m¨¢s que no estuvo del todo a salvo hasta que el coche de seguridad irrumpi¨® en la pista en la pen¨²ltima vuelta y llev¨® la caravana directamente hacia la bandera de cuadros. El remate m¨¢s l¨®gico para uno de los campeonatos m¨¢s disparatados del ¨²ltimo decenio, fin de fiesta de una temporada que empez¨® de la misma forma que comenz¨®, con una victoria del brit¨¢nico Jenson Button. Alonso y Massa completaron, por este orden, uno de los podios m¨¢s tristes de la trayectoria de ambos, una impresi¨®n que ratificaron las l¨¢grimas de los dos empleados m¨¢s ilustres de la marca de il cavallino rampante.
A esa misma hora, entre los bastidores del taller de Red Bull, el nuevo tricampe¨®n recib¨ªa la visita de Bernie Ecclestone y le presentaba a Hanna, la que es su novia desde que coincidi¨® con ella en el colegio, antes incluso de poder sentarse a analizar el alcance de la haza?a que acababa de conseguir y lo expuesto que lleg¨® a estar a una ca¨ªda por el precipicio. El triplete de Baby Schumi es el primero que alguien ha logrado de carrerilla y, por lo dem¨¢s, le permitir¨¢ presentarse en Melbourne, el pr¨®ximo marzo, como el individuo con m¨¢s galones de toda la parrilla.

All¨ª volver¨¢ a medirse en corto con Alonso, que se ha mantenido firme hasta el ¨²ltimo instante, que ha superado las evidentes limitaciones que le ha planteado su prototipo de Ferrari a lo largo de estos nueve meses de competici¨®n, que incluso circul¨® un rato en Brasil como campe¨®n, y que, finalmente, se qued¨® a solo tres puntos de serlo. Al repasar el arranque de esta ¨²ltima parada del calendario, uno podr¨ªa pensar que Bruno Senna prefer¨ªa que fuera el asturiano de Ferrari quien desbancara a su difunto t¨ªo. Tras la salida y en una apurada de frenada pr¨¢cticamente suicida, el brasile?o de Williams abord¨® por el interior la cuarta curva, apunt¨® al v¨¦rtice y acert¨®, aunque pas¨® de largo y se llev¨® puesto a Vettel, que hab¨ªa arrancado con pies de plomo. Plantado en el centro del trazado, en direcci¨®n contraria y con una estampida de coches pas¨¢ndole por todos lados, el piloto germano puso el coche derecho y reemprendi¨® la marcha, se puso en contacto con la tropa que le guiaba desde el muro para que le informara de los da?os que pudiera tener el monoplaza y de c¨®mo iban transcurriendo las cosas.
El espa?ol lleg¨® a circular como campe¨®n, pero se qued¨® a tres puntos
El departamento t¨¦cnico de Red Bull tard¨® 26 minutos en suministrarle a Adrian Newey, el padre del RB8, una foto de la parte afectada en el encontronazo de la salida. Para entonces (17? vuelta), Vettel ya se hab¨ªa zampado a tres cuartas partes de sus oponentes y rodaba el quinto, justo por detr¨¢s de Alonso, tras dos visitas por barba en los garajes: una para colocar los neum¨¢ticos mixtos y otra para quitarlos. Con el coche del campe¨®n despedaz¨¢ndose y su radio estropeada, la escuder¨ªa energ¨¦tica se arm¨® un lio con los compuestos, volvi¨® a hundirle y a dejarle el s¨¦ptimo, otra vez con el agua al cuello. En esa tesitura, el buque insignia de Red Bull respir¨® hondo, rebaj¨® sus pulsaciones y complet¨® la hoja de ruta que se hab¨ªa planteado al aterrizar en S?o Paulo el pasado mi¨¦rcoles, pero con algo m¨¢s de incertidumbre de lo que hubiera deseado.
¡°Ha sido la carrera m¨¢s dif¨ªcil de mi vida. Imag¨ªnate verte a las primeras de cambio en sentido contrario y con todo el mundo viniendo hacia ti. Para rematarlo, luego perdimos la radio y la pifiamos con los neum¨¢ticos¡±, detall¨® Vettel. ¡°Solo tengo palabras de agradecimiento hacia toda la gente que trabaja para esto, que lo hacen m¨¢s all¨¢ del sueldo que reciben, tanto los que est¨¢n aqu¨ª como los que se quedan en la f¨¢brica¡±, a?adi¨®. ¡°Nunca me he sentido m¨¢s importante ni menos que nadie de ellos, aunque, claro, yo tengo la suerte de ser el que me subo al coche¡±, zanj¨® el b¨¢varo.
Uno de los indicadores m¨¢s fiables para calibrar el talento real de un piloto pasa por analizar su actitud en las situaciones m¨¢s delicadas. En este caso, el empuje, constancia y serenidad que Vettel mantuvo durante las 71 vueltas del gran premio y especialmente en las ¨²ltimas, con todo el bot¨ªn que hab¨ªa sobre el tablero, constatan que este rubiales de dientes refulgentes y cara de empoll¨®n se merece m¨¢s que nadie coger el testigo de un mito como Senna.
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