21.000 seguidores arropan al Atl¨¦tico horas antes del derbi
Simeone y sus futbolistas vivieron una ma?ana de alto voltaje sentimental en el entrenamiento a puerta abierta del Calder¨®n
Simeone buscaba que sus futbolistas se impregnaran de la energ¨ªa que desprende la fe indesmayable de la hinchada rojiblanca. Y lo logr¨® de buena ma?ana, cuando 21.000 almas colchoneras presenciaron el entrenamiento a puerta abierta ideada por El Cholo. La ma?ana del derbi fue conquistada por el Atl¨¦tico y sus seguidores con esta iniciativa, que record¨® a aquella tarde de transistores y tortilla de patatas que en su d¨ªa organiz¨® el Doctor Cabeza para seguir un derbi de principios de los 80 desde el Calder¨®n. Otra cosa fue el encuentro en el Bernab¨¦u.
Padres, abuelos, nietos, hermanos, colegas, alguno que empalmaba la noche con el d¨ªa cerveza en mano, camisetas y bufandas rojiblancas desfilaron orgullosos calle Toledo abajo hasta acceder al estadio. El gesto, como pretend¨ªa Simeone, fundi¨® a la afici¨®n con los jugadores, que por la noche no se vieron acompa?ados por su parroquia debido a los altos precios de las entrada. Boquiabiertos, con sonrisas de admiraci¨®n, los futbolistas atl¨¦ticos asistieron a ese ejercicio de fidelidad de una afici¨®n que hac¨ªa a?os que no disfrutaba tanto con su equipo, que no lo sent¨ªa tan ganador y tan comprometido.
Media hora antes de que se iniciara la sesi¨®n, la seguridad del club ya no dejaba pasar a la abarrotada tribuna lateral. Se llen¨® el fondo sur, el norte y gran parte del primer anfiteatro. ¡°Impresionante, muy bonito¡±, dec¨ªa Simeone, mientras abandonaba el vestuario rojiblanco camino del autob¨²s. Las mismas palabras suscribi¨® el Mono Burgos, su asistente. Entrenador y jugadores no paraban de preguntar la cifra de espectadores a los empleados del club. Todos quedaron ensimismados con esta ma?ana de sentimiento atl¨¦tico.
El t¨¦cnico fue el ¨²ltimo en pisar el c¨¦sped y su salida desat¨® ese c¨¢ntico atronador que retumba cada domingo. "?Ole, ole, ole, Cholo Simeone!" es un coro convertido en grito de guerra porque la afici¨®n identifica a su entrenador con el escudo y con los valores del club. Un icono bajo el que los colchoneros se sienten seguros. Corri¨® Simeone hasta el corrillo del centro del campo donde le esperaban sus jugadores. All¨ª, en medio del terreno de juego, todos escucharon el himno cantado a capela y de manera entusiasta y sentida por los fieles seguidores rojiblancos.
Los jugadores no dejaban de preguntar cu¨¢nta gente hab¨ªa ido al estadio
Minutos antes de que empezara la sesi¨®n de entrenamiento, Falcao hab¨ªa surgido de una esquina mientras los altavoces expulsaban a todo volumen el Thunder de AC/DC. Todo su trayecto hasta el vestuario fue acompa?ado del ?Radamel, Radamel, Radamel Falcao! Envalentonada, la afici¨®n despleg¨® todos sus c¨¢nticos habituales y tribut¨® homenajes a todo el plantel. Y de fondo, una pancarta que hac¨ªa referencia al dedo de Mourinho: ¡°Cholo tus c¡. se?alan nuestro camino¡±. La ma?ana fue de lo m¨¢s alentadora. Pero la noche, sin embargo, no se le dio tan bien al Atl¨¦tico, que nada pudo hacer en el Bernab¨¦u.
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