El f¨²tbol como ¨²nico refer¨¦ndum
El Bar?a bate registros con un discurso futbolero y el liderazgo silencioso de Vilanova En el Madrid, pese a su extraordinario potencial deportivo, su t¨¦cnico desv¨ªa el debate hacia su figura
¡°Quitar a Messi es como si estuviera jugando en la plaza del pueblo y su madre le enviase a buscar el pan. Ir¨ªa, ?pero de mal humor!¡± La respuesta, dicha por Tito Vilanova en tiempos de auxiliar de Pep Guardiola, en una entrevista en EL PA?S en diciembre de 2009, a¨²n tiene sentido con La Pulga en la c¨²spide. Parad¨®jico: al ni?o que lleg¨® a Barcelona para engordar hoy le devora su hambre futbol¨ªstico, para bien del club que le acogi¨®, para gozo del f¨²tbol espa?ol que le disfruta y para suerte de las buenas hinchadas. Si Rijkaard le dio la alternativa y Guardiola le cambi¨® el molde, Messi ha vuelto al recreo con Vilanova, el mismo que le meci¨® la cuna en su etapa de cadete, hace ya una d¨¦cada. Con su exmonitor infantil, es como si el argentino hubiera regresado al patio, alimentado, adem¨¢s, por la propia naturaleza del t¨¦cnico, un entrenador de f¨²tbol, sin m¨¢s. Con Tito, el Bar?a ha perdido eco en la portavoc¨ªa. No es ni m¨¢s ni menos que un club en cuya caseta prima lo futbolero.
En el campo, Messi ri?e con Villa, fuera con nadie, siquiera con Cristiano y sus balones de oro, debate que le espanta tanto como mal le sienta el frac en las galas
Messi juega como nunca y calla como siempre. Lo mismo que Tito bate registros con aire de secundario, sin gravedad. De Vilanova no se demandan banderas, solo se espera a un entrenador de f¨²tbol y ¨¦l cumple a la perfecci¨®n con ese papel, lo que no es poco, con tanto apego por el espejo como hay. Vilanova dirige y el equipo juega y punto. De maravilla, por cierto, y con una voracidad conmovedora, nada habitual en un equipo con la mochila repleta de ¨¦xitos. Este Bar?a disfruta como nunca y se nota: el mejor arranque en la historia de la Liga.
En el campo, Messi ri?e con Villa, fuera con nadie, siquiera con Cristiano y sus balones de oro, debate que le espanta tanto como mal le sienta el frac que luce en esas galas. Messi es f¨²tbol, nada m¨¢s. Los partidos de su vida empiezan y acaban en el campo. Luego no hay ruido que valga. Messi solo es su monumental obra.
Lo ajeno a la pelota distrae; esa es una de las ventajas de los azulgrana
La po¨¦tica de Messi y su pandilla, en nada debiera rebajar a otro elegido, Cristiano Ronaldo, futbolista de ¨¦poca, sublime. Como Messi, de origen humilde, pero al contrario que aquel, que no tiene m¨¢s entorno que messilandia, el portugu¨¦s tiene un coro alrededor que no siempre refuerza como debiera su autoestima. A Ronaldo no le basta con su descomunal ejercicio sobre el c¨¦sped, necesita el permanente reconocimiento exterior. En nada le favorece la constante comparaci¨®n con Messi que fomentan ¨¦l mismo y, sobre todo, su interesada periferia. Ser el uno o el dos en un deporte colectivo poco o nada afectar¨ªa a su carrera, muy por encima de lo que voten los t¨¦cnicos o capitanes de Tahit¨ª o las Islas Salomon. Cristiano, por s¨ª mismo, es un jugador grandioso, como demostr¨® de nuevo el s¨¢bado ante el Atl¨¦tico. Como gran t¨¦cnico es Jos¨¦ Mourinho, cuyo historial obedece a su trabajo de campo, no a sus broncas. Con su intento de convocar un refer¨¦ndum sobre su persona antes del derbi solo subraya el culto a s¨ª mismo. Mourinho solo es un entrenador, y de los m¨¢s grandes, y con eso debiera servirle. Si quiere una consulta popular, a su obra, no a su ego. Parece que los t¨ªtulos no calman su vanidad y de ah¨ª que en sus discursos no abunde el futbolero, la faceta que se supone mejor domina. Mourinho precisa de algo m¨¢s que trofeos. Un mal ejemplo para CR, que, aunque no lo crea su t¨¦cnico, es sobre el tapete donde uno y otro construir¨¢n su leyenda. A veces por delante de Messi y otras por detr¨¢s, cosas del juego.
Lo ajeno a la pelota solo distrae. Esa es una de las ventajas que hoy le lleva el Bar?a al Madrid: el f¨²tbol como ¨²nico debate. Cuando lo imponga el Madrid sobre sus personalismos habr¨¢ otro partido may¨²sculo. Y bien que lo disfrutar¨¢ CR, un genio amparado por una instituci¨®n gloriosa, mitol¨®gica.
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