Un ¡®sexto¡¯ gol como s¨ªntoma
La voracidad azulgrana se vio en una jugada final ante el Athletic con todos en busca de otra diana


A Tito Vilanova se le pregunt¨® por muchas cosas despu¨¦s del partido con el Athletic. Hubo goles excelentes, sobre todo el tercero de Adriano, que se visti¨® de Carlos Alberto, como si jugara en el Mundial de 1970; jugadas para recordar, especialmente un par de Iniesta, cada vez mejor regateador; actuaciones interesantes de Messi y Cesc, muy a gusto ante el plan presentado por el equipo de Bielsa; una actuaci¨®n global de m¨¦rito, seguramente la mejor de la temporada; y un r¨¦cord para celebrar: el del mejor inicio de un equipo en la historia de la Liga despu¨¦s de un empate y 13 victorias. El entrenador del Bar?a, sin embargo, se qued¨® con una acci¨®n insospechada y que hasta puede que pasara desapercibida. Ocurri¨® muy al final, cuando Piqu¨¦ recorri¨® el campo de porter¨ªa a porter¨ªa hasta poner un centro para la llegada de Messi, cuyo cabezazo forzado se escap¨® por encima del larguero. ¡°Piqu¨¦ ha hecho una carrera de 80 metros para intentar marcar el sexto gol¡±, afirm¨®, orgulloso, el t¨¦cnico. ¡°A¨²n quer¨ªamos m¨¢s; as¨ª me gusta¡±.
Piqu¨¦ ha hecho una carrera de 80 metros para intentar marcar el sexto gol. A¨²n quer¨ªamos m¨¢s; as¨ª me gusta¡± Tito Vilanova
Vilanova se remite a sus jugadores, a la ambici¨®n y a la clase de su plantilla, para explicar el ¨¦xito del equipo, de la misma manera que Pep Guardiola repet¨ªa: ¡°No le deis m¨¢s vueltas: si ganamos tantos partidos es porque los futbolistas son muy buenos¡±. Y, una vez recuperados los defensas, ahora que el entrenador dispone ya de los jugadores m¨¢s importantes, el Bar?a ha recobrado su l¨ªnea de vida: Piqu¨¦ le da una salida limpia al bal¨®n desde el ¨¢rea; Busquets asegura el equilibrio t¨¢ctico; el estilo es cosa de Xavi mientras que el desequilibrio corresponde a Iniesta y Messi; y Cesc rompe, rasga y llega a la porter¨ªa. No hay m¨¢s plan B que jugar m¨¢s por dentro o por fuera, con o sin extremos, y en el banquillo hay munici¨®n de sobra para encontrar soluciones: desde Tello hasta Villa pasando por Thiago. Muy pronto se reincorporar¨¢n Alexis y Cuenca, y puede que juegue alg¨²n rato Deulofeu. Asegurado que Iniesta puede mezclar por la izquierda con Cesc y Alba cuando es necesario, se supone que volver¨¢n las rotaciones: hay que regular fuerzas.
Quer¨ªa el Bar?a completar un buen partido despu¨¦s de muchas actuaciones tan resolutivas como sincopadas para que no hubiera dudas sobre su f¨²tbol respecto al de temporadas pasadas. Hasta el s¨¢bado, hab¨ªa solucionado partidos exigentes con algunas remontadas, bellos goles, intercambio de golpes, arrebatos y, sobre todo, por su inconformismo admirable. La afrenta del Athletic, en cambio, propici¨® que se reconociera la mejor versi¨®n del Bar?a y de Messi, y no ¨²nicamente sus singulares rasgos futbol¨ªsticos. La velocidad f¨ªsica y mental del equipo, as¨ª como la calidad individual de sus mejores jugadores, permiti¨® una circulaci¨®n de bal¨®n, imposible para el plantel de Bielsa. Jug¨® el Bar?a con intensidad, fluidez y ritmo y acab¨® bien las jugadas. Y, por otra parte, recuper¨® la l¨ªnea alta de presi¨®n como qued¨® expresado en la recuperaci¨®n de Busquets que propici¨® la asistencia de Iniesta y el gol de Cesc.
El actual equipo ha ganado dinamismo, electricidad, verticalidad y profundidad por la llegada de los laterales
Aunque a veces ha dado la sensaci¨®n de que ha perdido fiabilidad en el juego de posici¨®n y le cuesta parar las transiciones del contrario, el actual equipo ha ganado dinamismo, electricidad, verticalidad y profundidad por la llegada de los laterales, a menudo convertidos en extremos. Los defensas ya llevan 12 de los 48 goles y, despu¨¦s de un arranque muy vulnerable, se han reducido los tantos en contra y los triunfos han dejado de ser m¨ªnimos.
Han mejorado todos, desde Vald¨¦s a Messi, y los retos individuales se unen a los colectivos: el 10 quiere atrapar a M¨¹ller (84 frente a 85 goles en un a?o) y el Bar?a pretende recuperar la Liga. Tienen hambre de victoria. No quieren volver a los ¨²ltimos tiempos de Rijkaard y aspiran a sobrevivir a Mourinho a partir de la cultura de juego heredada de Guardiola. Alejado de los personalismos y pendiente solo de la pelota, el liderazgo se ha socializado y no hay m¨¢s causa futbol¨ªstica que la del equipo. No extra?a que los jugadores acudan en manada a por el sexto gol ante el Athletic.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
