Fichaje de revista
Un art¨ªculo de la revista alemana ¡®Kicker¡¯ fue el detonante para que el alem¨¢n Ebert se hiciera un hueco en el Valladolid de Djukic
La historia comenz¨® una tarde del pasado verano, cuando I?aki Bea ¡ªantiguo central del Valladolid entre 2006 y 2009 que el curso anterior estaba en el Wacker Innsbruck austriaco y ahora, en la agencia de representaci¨®n Promoesport¡ª, sal¨ªa de un gimnasio con la revista alemana Kicker en la mano. Entonces, recibi¨® la llamada de su excompa?ero y amigo Alberto Marcos, hist¨®rico capit¨¢n y actual director deportivo del Valladolid. ¡°Necesito un extremo¡±, le dijo Marcos, como una inquietud. ¡°D¨¦jame pensar Gordo [como le llama cari?osamente]¡ ?Lo tengo!¡±, le respondi¨® al releer la p¨¢gina de Kicker donde dec¨ªa que Patrick Ebert (Potsdam, Alemania; 1987), uno de esos jugadores que le hab¨ªa atrapado por su car¨¢cter, garra y velocidad, estaba sin contrato y se entrenaba para no perder la forma en el Hoffenheim. Hoy, ya con la el¨¢stica blanquivioleta, se mide al Madrid en Zorrilla (20.00 Canal+ Liga y GolT).
Marcos le volvi¨® a telefonear. ¡°Le hemos visto todo el equipo y Djukic y no hace falta buscar m¨¢s¡±, solt¨®, convencido. ¡°Siempre ha tenido ojo cl¨ªnico¡±, le alaba Bea, que se acerc¨® a Hoffenheim. ¡°?Quieres jugar en Espa?a?¡±, le pregunt¨® al futbolista. ¡°Yo lo que quiero es jugar¡±, respondi¨® el extremo, que rebaj¨® sus pretensiones econ¨®micas a cambio de estar en la Liga. Lleg¨® en silencio, pero se subraya sobre el tapete, descarado y escurridizo, potente, tambi¨¦n goleador; trastorna a las zagas como le hiciera al Betis, Levante y Espanyol sin el premio del gol, como repitiera en las ¨²ltimas jornadas ante Real Sociedad, Osasuna y Sevilla con la red como laurel.
Tras jugar en el Hertha estaba sin contrato y se entrenaba en el Hoffenheim
Su relaci¨®n con el bal¨®n viene de lejos. A los cuatro a?os, harta su madre de verle dar patadas a la pelota, decidi¨® inscribirle en la escuela de f¨²tbol del TuS Gaarden y luego en el TSV Rusee. Y a los 11 a?os, en un torneo local, le vio un ojeador del Hertha Berl¨ªn, donde se curti¨® hasta el curso pasado, cuando, cansado de llevar el peso del club a sus espaldas y poco convencido de la idea defensiva del t¨¦cnico Otto Rehhagel, no renov¨®. Esper¨® y le lleg¨® el Valladolid. Y, tras hablar con ?zil y con Khedira ¡ªcompa?eros junto a Neuer, Hummels y dem¨¢s de la selecci¨®n sub-21 alemana campeona del Europeo 2009¡ª, se decidi¨®. ¡°Me dijeron que la Liga es muy bonita y yo quiero divertirme¡±, explic¨® Ebert. Recoge el testigo Marcos: ¡°Le gusta el bal¨®n, se encuentra c¨®modo, se identifica con nuestra idea¡±. Y completa Djukic: ¡°Lleg¨® con poca ilusi¨®n por el f¨²tbol, pero es un jugador muy emocional y con cari?o y apoyo est¨¢ demostrando ser buen¨ªsimo¡±. Y comprometido. Ha jugado los ¨²ltimos duelos con la mu?eca rota.
¡°Me dijeron que la Liga es muy bonita y yo quiero divertirme¡±, dice el autor de tres goles
Con el esf¨¦rico, pronto convenci¨® a sus nuevos compa?eros. ¡°No ten¨ªamos referencias, pero al verle entrenarse, vimos lo que puede dar de s¨ª¡±, apunta el capit¨¢n Javier Baraja; ¡°quiz¨¢ le cuesta un poco m¨¢s lo de iniciar la defensa, pero aporta cosas diferentes en rapidez y golpeo¡±. Se suma Marcos: ¡°Es de los m¨¢s veloces, junto a Omar y Balenziaga, y estoy seguro de que nos dar¨¢ m¨¢s a bal¨®n parado¡±. De momento, el vestuario le arropa y mima, aunque se le atragante el castellano, hasta el punto de que en las cenas de equipo que le toca discurso necesita traductor. ¡°Pero se hace entender en ingl¨¦s o con se?as¡±, cuenta Baraja; ¡°es extrovertido; le gustan las bromas y poner m¨²sica, casi siempre los ¨²ltimos hits de Espa?a¡±. Remata Djukic: ¡°Es un alem¨¢n poco alem¨¢n¡±. Aunque en algo s¨ª es cuadriculado; el d¨ªa que firm¨® por el Valladolid le pidi¨® al presidente que si se lesionaba le dejara que le tratasen sus m¨¦dicos de confianza de Berl¨ªn.
Ebert lleg¨® al equipo tras irse Sisi, Nauzet y Jofre. Es el segundo alem¨¢n blanquivioleta, tras el delantero Peter Drenks (1975). Y tambi¨¦n se torn¨® en un futbolista nuevo. ¡°Se hab¨ªa gastado, le exig¨ªan ser el l¨ªder de un equipo que descendi¨® y ascendi¨® con 21 a?os¡±, explica Bea. ¡°Necesitaba un cambio, estaba en casa y todo le era c¨®modo¡±, ampl¨ªa Marcos. Jug¨® 121 duelos con ocho goles. Ahora, en Valladolid, 12 partidos y tres dianas. Registros que dice no convencerle porque hace caso de una frase que le escuch¨® a un entrenador: ¡°Ser¨¢s profesional cuando juegues 200 partidos en Primera¡±. Le queda un trecho para la cifra, pero todo le va rodado en Zorrilla. ¡°Quiere aprovechar la oportunidad¡±, aclara Baraja. Una que le enfrenta al Madrid y que le lleg¨® a trav¨¦s de una revista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.