Toca el Rayo y gana el Zaragoza

No renunci¨® el Rayo a su bandera, a su ret¨®rica, y el Zaragoza se lo hizo pagar caro, hasta el punto de que lo desnaturaliz¨® con la presi¨®n avanzada y un poco de punter¨ªa. Sin m¨¢s.

Entiende Paco J¨¦mez que el Rayo debe jugar con una l¨ªnea de tres en defensa ¡ªayer partieron cuatro de inicio, pero uno de los dos carrileros ascend¨ªa siempre¡ª para poder poblar la media, tener la pelota entre los pies y, de paso, presenciarse con m¨¢s persistencia en el ¨¢rea rival con llegadas desde la segunda l¨ªnea. Siempre a trav¨¦s del toque. Pero la valent¨ªa tiene doble cara; su zaga es un huerto de espacios y disgustos. As¨ª, no especul¨® el Rayo, de juego alegre, pero roz¨® el masoquismo al no corregir sus deficiencias, atosigada la defensa por la presi¨®n rival. Tampoco fue de gran ayuda situar a Trashorras de eje, que ofrece toque y calidad, incluso posesi¨®n, pero tambi¨¦n fragilidad en la fase defensiva. Ed¨¦n para el Zaragoza, que tiene oficio y lo exprime de maravilla.

Manolo Jim¨¦nez, que no aspira a un juego exquisito sino resolutivo, adelant¨® las l¨ªneas. Suficiente para que Tito, G¨¢lvez, Amat y Nacho, que trataron de cumplir con la exigencia de sacarla jugando, apenas encontraran pases. Y, con el bal¨®n en las botas, al Zaragoza le qued¨® poco trecho por recorrer. Como en ese control orientado en forma de sombrero de Monta?¨¦s para descontar al rival, que solo Amat salv¨® en la l¨ªnea de gol. O como, en ese gui?o caprichoso, cuando Tito debi¨® equivocarse al tratar de sac¨¢rsela de encima y que termin¨® en una asistencia a Movilla, que enlaz¨® con Zuculini para que rematara a la red.

Se estir¨® el Rayo y, en otro giro inesperado, se subray¨® a la contra, con Trashorras como trampol¨ªn, Lass como cohete y Chori y Leo como rematadores. No atinaron en el disparo como tampoco lo hicieron en las jugadas a bal¨®n parado, siempre cabeceadas porque la defensa zonal del Zaragoza no maniat¨® a los que llegaban desde atr¨¢s. Pero fue en un saque de banda bien protegido por Zuculini y mejor rematado por Apo?o, cuando perdi¨® el Rayo, que da juego para bien o para mal, y gan¨® el Zaragoza, menos est¨¦tico y m¨¢s efectivo.