El Deportivo se instala en la nada

Deportivo y Valladolid sumaron un punto y dan continuidad a su caminar en la Liga, una pr¨®rroga que duele a los locales, que tras 16 partidos solo han ganado dos y cierran la tabla sin ofrecer m¨¢s s¨ªntoma de mejor¨ªa que el de, por tercera vez en el ejercicio, no haber encajado gol. Magro balance ante un rival que rentabiliza su valor como pocos, con el m¨¦rito del modesto que quiere jugar al f¨²tbol y adem¨¢s obtiene resultados, pero al que seguramente le falt¨® en Riazor un punto de ambici¨®n para golpear a¨²n m¨¢s.

El Deportivo jug¨® como se le supone a un colista: mal. En el camino hacia sus miserias actuales se ha dejado jirones del ideario de un entrenador que llevaba meses pregon¨¢ndolo m¨¢s ante los micr¨®fonos que sobre el campo. La presi¨®n al rival se ha convertido en repliegue intensivo, la osad¨ªa ofensiva en molicie. La manta era demasiado corta y la clasificaci¨®n demanda nuevas obligaciones. Oltra quiere ahora, quiz¨¢s m¨¢s bien necesita, que el equipo se junte y no haga concesiones.

El Valladolid se tom¨® el partido con la tranquilidad que otorga transitar por la zona templada de la tabla. Tiene buenas intenciones, dispone del sosiego preciso para ponerlas en pr¨¢ctica y dos mediocentros que saben tratar la pelota, factor que siempre ayuda. Parti¨® prevenido, como si esperase que los apuros del rival le invitaran a desmelenarse de inicio. Algo de eso hubo, pero el Deportivo tampoco se desat¨®, delicado como anda, sin m¨¢s arquitecto por dentro que el apagado Valer¨®n, encontr¨® una cierta amplitud para hincarle el diente al partido desde los flancos. Pero casi nunca lo hizo en superioridad sino en ataques que mor¨ªan en centros f¨¢cilmente defendibles. Apenas sinti¨® cosquillas el Valladolid, que creci¨® con los minutos, en cuanto ?lvaro Rubio y V¨ªctor P¨¦rez contactaron con el bal¨®n. Acostado hacia su ¨¢rea en cuanto perd¨ªa la pelota, el Deportivo dej¨® en el ¨²ltimo tramo antes del descanso que su oponente moviera la pelota, que mostrase que la paciencia le pod¨ªa dar el premio. Pudo obtenerlo en el ecuador de la primera parte en un doble remate de ?scar que exigi¨® lo mejor de Germ¨¢n Lux, ayer sustituto de Aranzubia, en una pirueta de Oltra en la b¨²squeda de reactivos.

Los reflejos de Lux evitaron un sofoc¨®n al Deportivo, que lo ¨²ltimo que necesitaba era remar contra corriente. Pas¨® la tormenta y el partido regreso a su trantr¨¢n, pero el Valladolid hab¨ªa oteado que hab¨ªa un camino, que sin excesivo riesgo pod¨ªa llegar al gol. Comenz¨® a explorarlo con m¨¢s resoluci¨®n tras el descanso. Ah¨ª, cuando el Deportivo amag¨® con volver a las andadas del todo o nada se abri¨® el partido, cuando alguno de los futbolistas de Oltra comenzaron a emitir se?ales de desesperaci¨®n por llegar al gol. Lo hizo Pizzi, que oper¨® tras el delantero cuando a Valer¨®n vaci¨® su dep¨®sito, y que fiado en su magn¨ªfico golpeo quiso ganar el partido desde la media luna antes de que el entrenador lo enviara al banquillo para jugar con dos puntas y acercarse al triunfo en sendas ocasiones de Salom?o y Oliveira. Se apur¨® el Deportivo, que necesita sumar de tres en tres no tanto por la clasificaci¨®n, todav¨ªa apretada en la retaguardia, como por la sensaci¨®n de saberse ganador. Y a d¨ªa de hoy no lo es.