Adri¨¢n desatasca al Atl¨¦tico

Nueve de nueve lleva el Atl¨¦tico en casa en esta Liga, donde tambi¨¦n ha ganado todos sus partidos esta temporada en Copa y Liga Europa, donde no ha recibido a los grandes, pero s¨ª muestra solvencia para superar a los peque?os, incluso a los m¨¢s peleones y trabajados como el meritorio Celta que hizo pasar un calvario al segundo de la Liga, largos minutos neutralizado, dominador, pero sin lucidez para ganar posiciones de remate. No pas¨® una buena noche el equipo de Simeone, que adem¨¢s acab¨® con diez hombres por expulsi¨®n de Miranda y abocado a defender su exig¨¹a ventaja con tan s¨®lo dos zagueros porque ya hab¨ªa quemado sus naves en las sustituciones.

El Atl¨¦tico gan¨® por insistencia m¨¢s que por f¨²tbol. Arda lo meti¨® de inicio en el partido cuando el Celta amagaba con llevar la liza a su terreno, manejar la pelota y desposeer a los rojiblancos de una de sus se?as de identidad, ese ritmo elevado de juego que le convierte en una suerte de martillo pil¨®n que percute e incide hasta que golpea. Se rebel¨® el Atl¨¦tico contra ese plan, pero durante la primera parte ech¨® de menos a su pegador. No todos los d¨ªas es fiesta y ni mucho menos se marcan cinco goles como hizo en su anterior comparecencia liguera en el Calder¨®n, pero tampoco entra en lo cotidiano ver a Falcao, que adem¨¢s vio una amonestaci¨®n que le impedir¨¢ jugar en Son Moix, tan opacado como lo estuvo durante bastantes minutos del partido. Cabe darle m¨¦rito tambi¨¦n al Celta, equipo biso?o que da pasos hacia la madurez, que en los ¨²ltimos a?os ha perdido por el desag¨¹e de las desatenciones defensivas parte de su capacidad en la delantera. Pero todo se trabaja y ayer lo mostr¨® ante uno de los mejores definidores del planeta, al que logr¨® negar.

El Atl¨¦tico gan¨® por insistencia m¨¢s que por f¨²tbol

El trabajo celeste sobre Falcao destap¨® otros flancos. El de Arda dur¨® mientras al turco le acompa?¨® el aliento. Irregular como casi todos los talentosos se mostr¨® sobre todo cuando expuso adem¨¢s intensidad. Un robo de bal¨®n suyo gener¨® un disparo al palo de Koke, latigazo a los diez minutos de juego que marc¨® durante bastante tiempo un punto de no retorno: el Celta se aboc¨® a mirar m¨¢s hacia atr¨¢s que hacia delante. Perdi¨® la pelota y empez¨® a padecer porque adem¨¢s el Atl¨¦tico no solo subi¨® varios puntos su esfuerzo y acierto en la presi¨®n sino que encontr¨® profundidad por los dos costados, por el acostumbrado de Juanfran, pero tambi¨¦n por el de Domingo Cisma, que estuvo atrevido e incisivo en su debut liguero. Se agit¨® con Diego Costa, pero siempre ech¨® de menos el camino hacia el goleador colombiano, as¨ª que en cuanto el Celta consigui¨® dar un paso adelante y mostrar algo m¨¢s que los destellos de Iago Aspas, el banquillo local percibi¨® que algo hab¨ªa que tocar. Simeone llam¨® al Cebolla para que partiera desde la izquierda, volc¨® a Arda hacia la derecha y centr¨® a Koke. Busc¨® caminos hacia el ¨¢rea, hacia su principal fortaleza. En sus inmediaciones apareci¨® por primera vez Falcao pasada la hora de partido, un leve aviso que azuz¨® al Celta para recuperar el plan de minutos atr¨¢s: la linea trasera bien atr¨¢s, los apoyos, la firmeza en las marcas y para el cuarto de hora final dise?¨® una defensa con tres centrales.

Pero el f¨²tbol se escribe con renglones imprevistos. Cuando m¨¢s pertrechado estaba el rival encontr¨® el Atl¨¦tico una rendija. Fue Adri¨¢n, que apenas llevaba unos minutos sobre el c¨¦sped y trat¨® de tejer una pared con Koke en la frontal, su pase tropez¨® en Oubi?a y regres¨® a su zurda, la pierna con la que tiene menos confianza. En esas situaciones mejor no pensar: solt¨® el latigazo y la pelota se col¨® hasta la red por la escuadra porque, para imprevistos, pocos como Adri¨¢n.