La salida f¨¢cil
Dejar a Casillas, figura, capit¨¢n y referente del equipo, en el banquillo es una decisi¨®n que no parece tener aristas positivas
Ya pasaron tres d¨ªas desde el fin del mundo y al final todo fue menos espectacular de lo previsto. No nos dej¨® explosiones nucleares, lluvia ¨¢cida ni terremotos. Tampoco extraterrestres hambrientos, meteoritos gigantes o ¨¢rboles convenciendo a la gente de poner la cabeza en la segadora. En cambio s¨ª dej¨® un mont¨®n de notas repetitivas (como esta) y alguna mala pel¨ªcula sobre el tema.
Es que 2012 no ayudo al g¨¦nero. De las pelis apocal¨ªpticas me gustan menos las que traen los t¨ªpicos gui?os ecologistas o religiosos, como The Book of Eli (El libro de Eli en Espa?a), The Day After Tomorrow (El d¨ªa de ma?ana) o The Happening (El incidente) que las de viajes en el tiempo y amenazas extraterrestres, como The Andromena Strain (La Amenaza de Andr¨®meda) o Terminator. Siempre es preferible que el fin del mundo lo traiga el futuro o venga desde el espacio a que lo haya provocado uno mismo.
En Argentina, por ejemplo, no necesitamos profetas ni calendarios inacabados para salir a saquear la ciudad: nos alcanza con la interna del peronismo. Nos tomamos estas cosas tan en serio que no falt¨® el visionario de turno que trazara un paralelismo entre el calendario Maya y la barra de Boca, La 12. Se juntaron en el Obelisco hace 12 d¨ªas, el 12 del 12 de 2012, a festejar El d¨ªa del hincha de Boca. Coherente con su anhelo findelmundista, el grupo mas violento parti¨® desde all¨ª y arras¨® la ciudad. Una fiel representaci¨®n de que no hay peor apocalipsis que el que empieza por dentro.
En realidad, en Argentina el mundo termin¨® ya varias veces y hoy la acci¨®n transcurre en un futuro dist¨®pico post-apocal¨ªptico, inspirado (salvo cuando llueve, que muchos barrios emulan Waterworld) en las carreteras de Mad-Max y el orden de la Inglaterra del 2027, de Children of men (Hijo de los hombres).
Del mismo subg¨¦nero apocal¨ªptico dram¨¢tico que El d¨ªa del hincha de Boca es Melancholia, de Lars Von Trier. Solo que en vez de hablar de la ignorancia, esta es una met¨¢fora de la depresi¨®n. Trata de la historia de dos hermanas, Justine y Claire, y el s¨²bito descubrimiento de un planeta (Melancholia) que va a chocar con la tierra y c¨®mo cada una de ellas reacciona ante ese hecho. El tema central gira en torno a la manera en que cada personaje convive con esa nueva realidad, c¨®mo lidian con la desesperanza y con la inminente p¨¦rdida. En el ¨²ltimo tramo, la aceptaci¨®n, la forma en que las hermanas asumen y enfrentan su destino, con resignaci¨®n pero con entereza, e incluso preservando la inocencia del hijo de Claire, hacen que el final sea, dentro de su evidente tristeza, hermoso. Un claro contraste con el de John, el marido de Claire, que huye de la casa familiar y se suicida en las caballerizas unos d¨ªas antes, cuando intuye que el final es inevitable.
Desde el principio de temporada ¡ªincluso quiz¨¢ desde antes, incluso quiz¨¢ desde la salida de Guardiola del Barcelona¡ª el Madrid se encuentra atravesado por la melancol¨ªa. Tras un comienzo flojo, el equipo trat¨® de ponerse an¨ªmicamente en pie. Cuando despu¨¦s de la remontada ante el Manchester City parec¨ªa haberlo logrado, recay¨®.
Ahora, preso de la depresi¨®n, pareciera que ning¨²n esfuerzo f¨ªsico o an¨ªmico le alcanzara para salir de la cama. Despu¨¦s del empate con el Espa?ol, ya a 13 puntos del l¨ªder, Mourinho asumi¨® que el final de la Liga era un hecho. El s¨¢bado pasado dej¨® a Casillas, figura, capit¨¢n y referente del equipo, en el banquillo. Una decisi¨®n que, se busque por d¨®nde se busque (e independientemente de la derrota en M¨¢laga) no parece tener aristas positivas.
M¨¢s bien pareciera que, enfrentado a la misma certeza que Justine y Claire, Mou tom¨® el sendero de las caballerizas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.