El destino es de Cristiano y Casillas
El abrumador despliegue del astro del Madrid tumba a la Real Sociedad Mourinho repiti¨® bravuconada y sent¨® a Iker, pero este regres¨® tras la expulsi¨®n de Ad¨¢n a los seis minutos


En las malas, siempre Cristiano, que compite como pocos cuando las cosas se tuercen. Cuando se trata de tirar de ¨¦pica, nunca se rindi¨® el Madrid de toda la vida, por m¨¢s que en estos tiempos haya quien pretenda alterar su historia. En plenos alborotos de Mourinho, con la hinchada abocada a un sinf¨ªn de sobresaltos, el Madrid se top¨® ante la Real con una trama impensable y se sobrepuso a todo, a jugar m¨¢s de 80 minutos con uno menos. Y no fue una expulsi¨®n cualquiera, sino una jugada de un calado extraordinario. Con todo pudo el Madrid, lanzado por Cristiano y la fe que caracteriza a este club, una instituci¨®n muy por encima de los personalismos pasajeros. Con buenos o malos resultados, esa es su principal grandeza.
REAL MADRID, 4 - REAL SOCIEDAD, 3
Real Madrid: Ad¨¢n; Essien, Varane, Carvalho, Arbeloa; Khedira, Xabi Alonso; Callej¨®n (Casillas, min. 6) , ?zil (Modric, min. 85), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higua¨ªn, min. 74). No utilizados: Llorente, Nacho; Kak¨¢ y Di Mar¨ªa
Real Sociedad: Bravo; Estrada, Mikel, ??igo Mart¨ªnez, De la Bella (Jos¨¦ Angel, min. 83); Rub¨¦n Pardo, Zurutuza (Elustondo, min. 73); Vela, Xabi Prieto, Griezmann; e Ifr¨¢n (Chori Castro, min. 57). No utilizados: Zubikarri; Ansotegi, Ros e Illarramendi.
Goles: 1-O M. 2. Benzema. 1-1. M. 9. Xabi Prieto, de penalti. 2-1. M. 35. Khedira. 2-2. M. 40. Xabi Prieto. 3-2. M. 67. Cristiano. 4-2. M. 71. Cristiano. 4-3. M. 76. Xabi Prieto.
?rbitro: Iglesias Villanueva. Expuls¨® por roja directa a Ad¨¢n (min. 6) y por doble amarilla a Estrada (80). Amonest¨® a Cristiano, Alonso, Mikel, ??igo, Zurutuza, Jos¨¦ ?ngel y Elustondo.
57.136 espectadores en el Bernab¨¦u.
Un guion de Oscar perturb¨® de inicio al Madrid m¨¢s de lo que ya est¨¢ desde que su t¨¦cnico se ha empe?ado en abismar al equipo, a la instituci¨®n y a s¨ª mismo. Su extremo autoritarismo, con Casillas en su arbitraria diana, ha llevado al club a un desconcierto total. El f¨²tbol ha quedado en segundo plano, porque Mourinho, intencionadamente, ha decidido jugar otros partidos, los suyos ante el espejo. Frente a la Real, el entrenador portugu¨¦s repiti¨® la bravuconada de La Rosaleda y dej¨® al capit¨¢n en el banco en su propia casa. Una decisi¨®n de machote, la demostraci¨®n de que nadie es m¨¢s bizarro, para que conste en su hoja de servicios, porque desde el simple punto de vista deportivo nada justifica el pulso, salvo sus intrigas con el vestuario. Sometido a la urna de Chamart¨ªn, el ¨®rdago de Mourinho no tuvo recorrido. El f¨²tbol, azaroso como es, hizo un gui?o al destino forzado por el t¨¦cnico local. A los seis minutos, con el Madrid ya en ventaja con un gol de Benzema, Ad¨¢n, marcado por un enredo ajeno por el que nada debe reprocharse, fue expulsado por derribar a Vela. Una acci¨®n derivada de un comprometido despeje con el pie del portero, de cuyo aprieto no supo salir Carvalho. Momento Casillas, con la grada perpleja por la secuencia hollywoodiense. Relevo de Callej¨®n, Iker, que no quiso el brazalete que por primera vez en un partido oficial luc¨ªa Cristiano, nada pudo hacer ante el lanzamiento de Xabi Prieto. Tan invertebrado est¨¢ el Madrid de estos d¨ªas, que las dos siguientes jugadas de Casillas fueron desafortunadas, un mal despeje con el pie y una salida a por uvas con las manos. Ad¨¢n e Iker, Iker y Ad¨¢n, v¨ªctimas los dos de un avispero.
Con todo pudo el Madrid, lanzado por Cristiano y la fe que caracteriza a este club, una instituci¨®n muy por encima de los personalismos pasajeros
Los embrollos del inicio marcaron el resto del partido. Dos adversarios con el libreto cambiado, con una sinopsis que no esperaban. La Real, con una alineaci¨®n valiente, con sus mejores peloteros disponibles al frente, se vio obligada al mando; el Madrid, con un futbolista menos y una defensa parcheada por las bajas de Ramos, Pepe y Marcelo, se vio ante un choque que le exig¨ªa gallard¨ªa. M¨¢s que nunca, los blancos encontraron argumentos indiscutibles para envidar a la contra, su v¨ªa preferida. La Real, por su parte, se asust¨®. No conceb¨ªa tener que gobernar el duelo y con el tiempo se desvaneci¨®. Ni siquiera cuando Xabi Prieto igual¨® de nuevo la ventaja lograda por Khedira, con un gol de espuela, de mucha habilidad. Con casta, con bravura, el Madrid no hizo concesiones y hasta pudo irse en ventaja al descanso tras un remate al poste de Benzema y la pifia posterior de Khedira a puerta vac¨ªa. Ah¨ª capitul¨® la Real, fuera de juego en casi todo el segundo acto. Su ataque, con futbolistas con vuelo, caso de Griezmann, Vela y Xabi Prieto, bien enfilados por el prometedor Rub¨¦n Pardo, pes¨® mucho menos que Cristiano por s¨ª solo. El abrumador despliegue del portugu¨¦s evidenci¨® el trecho entre unos y otros.
La respuesta del Madrid en el segundo tiempo fue magn¨ªfica. Con Ronaldo al frente, Benzema activo, ?zil al tajo como nunca, Alonso en la sala de m¨¢quinas y el mejor Carvalho en siglos, el Madrid no solo maquill¨® la expulsi¨®n de Ad¨¢n, sino que fue un hurac¨¢n, el hurac¨¢n Cristiano. Cada arrancada de CR ¡ªque no podr¨¢ jugar en Pamplona por tarjetas¡ª era un martirio para la Real, efervescente en ataque y sin lazo para el luso en defensa. Benzema, tras un robo en medio campo, habilit¨® al astro en el 3-2 y, casi de inmediato, el propio Ronaldo ejecut¨® una falta lateral que se trag¨® Bravo. Un estir¨®n en el marcador muy meritorio, un s¨ªntoma del Madrid m¨¢s genuino, el que no suele claudicar en la peor tormenta. Prieto, en una noche m¨¢gica en Chamart¨ªn, ajust¨® el 4-3 cuando menos huellas hab¨ªa de su equipo. Epis¨®dico. El orgullo del Madrid est¨¢ en su linaje, por eso pudo con todas las adversidades. El abolengo perdura, aun en tiempos de bravatas innecesarias por parte de su t¨¦cnico, al que la ruleta del f¨²tbol le cambi¨® el paso. Del resto se encarg¨® Cristiano, tan titular como Casillas. El destino es de ambos.
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