¡°?Me parece perfecto que me piten!¡±
Mourinho considera ¡°normal¡± la reacci¨®n del Bernab¨¦u: ¡°Es as¨ª como me gusta vivir¡±


Jos¨¦ Mourinho hab¨ªa decidido alinear a Casillas. As¨ª lo hab¨ªa anunciado el t¨¦cnico a sus hombres de confianza y la noticia circul¨® por la zona noble del Bernab¨¦u durante toda la semana pasada hasta la turbulenta tarde de ayer. Fue despu¨¦s de consultar con la almohada cuando el m¨¢nager cambi¨® de idea y anunci¨® que seguir¨ªa apostando por Ad¨¢n. El vaiv¨¦n dej¨® perplejos a los habitantes del palco, que se temieron una tarde de pasi¨®n en las gradas. M¨¢s que pasi¨®n, lo que emiti¨® la afici¨®n fueron se?ales de hartazgo. Faltaron 20.000 personas y el estadio, que llevaba m¨¢s de una d¨¦cada rebosando su aforo por estas fechas, recibi¨® al equipo luciendo huecos y dejando sentir un rumor de cabreo. Al ver que Casillas segu¨ªa en el banquillo, la hinchada se crisp¨®. El speaker pronunci¨® el nombre del portero y de las tribunas se elev¨® una ovaci¨®n fragorosa de apoyo al suplente. Cuando el speaker anunci¨® a Mourinho, el estadio rompi¨® a silbar en un vendaval de indignaci¨®n como no se recuerda en la historia reciente de Chamart¨ªn.
¡°?Me parece perfecto! ?Perfecto! ?Perfecto!¡±, dijo Mourinho, cuando le preguntaron por la recriminaci¨®n masiva de que fue objeto. ¡°?Que piten mi nombre durante el partido y que [los aficionados] ayuden al equipo como han hecho. ?Perfecto!¡±.
Al m¨¢nager le chispeaban los ojos mientras hablaba, despu¨¦s de que su equipo se impusiera con mucho sufrimiento. Desde que el Madrid visit¨® Zorrilla, hace un mes, no ha parado de pasarlo mal un solo d¨ªa a lo largo de un periplo que se ha saldado con cuatro jornadas de Liga y una de Copa, dos victorias, dos derrotas y un empate. Unas Navidades aciagas que han marcado a fuego media temporada y han infectado las relaciones entre Mourinho, los jugadores y el p¨²blico.
No quiero estar siempre en la situaci¨®n confortable de ser un h¨¦roe¡± Jos¨¦ Mourinho
Mourinho se resguard¨® de la lluvia de silbidos durante todo el partido. Cosa in¨¦dita desde que trabaja en el Bernab¨¦u: no sali¨® a la zona t¨¦cnica ni una sola vez para corregir a sus futbolistas. Oculto a la sombra del banquillo, solo se asom¨® en dos oportunidades: primero, para buscar la complicidad de Casillas, cuando el capit¨¢n debi¨® reemplazar a Ad¨¢n tras su expulsi¨®n; luego, para pedirle al ¨¢rbitro que mostrara la tarjeta roja a Mikel Gonz¨¢lez. Entonces en las gradas arreci¨® la pitada, pero no se sabe si para sancionar al t¨¦cnico o al ¨¢rbitro. ¡°Pienso que me han pitado por sentar a Casillas¡±, dijo Mourinho, ¡°y porque los aficionados tienen derecho y lo acepto con total normalidad, por el hecho de que en el campeonato no estamos cerca de nuestros objetivos¡±.
¡°Hay gente a la que aplauden independientemente de su rendimiento¡±, prosigui¨® el portugu¨¦s, como si durante el partido se hubiese exhibido ante la hinchada. ¡°A m¨ª no me gusta esto. Yo pienso que debo ser aplaudido o pitado de acuerdo con mi rendimiento. Y si mi rendimiento en este campeonato es negativo me parece absolutamente normal que me piten y es as¨ª como me gusta vivir. A m¨ª no me gusta estar siempre en la situaci¨®n confortable de ser un h¨¦roe para siempre independientemente de mi rendimiento. Por eso, si me pitan por sentar a Iker, ok, normal, bien. Y si me pitan por mi rendimiento negativo en la Liga lo acepto con tranquilidad y pienso que tambi¨¦n merecidamente¡±.
La expulsi¨®n de Ad¨¢n en el minuto seis permiti¨® la restituci¨®n de Casillas. La muchedumbre recibi¨® al portero con un c¨¢ntico un¨¢nime: ¡°Iiiiiiiiker, Iiiiiiiiker, Iiiiiiiiiker¡¡±. A Mourinho, el accidente le brind¨® la ocasi¨®n de lucir su particular talento para administrar partidos cuando su equipo se queda con un hombre menos. El incidente le dio pie a quejarse del ¨¢rbitro, invocar al victimismo como fuente de energ¨ªa en su alocuci¨®n del entretiempo, renunciar a la pelota y contragolpear a placer. ¡°En el descanso¡±, explic¨® el m¨¢nager, ¡°les he dicho a los jugadores que cuando juegas con diez en ning¨²n momento puedes jugar con nueve. Los diez tienen que participar en defensa, de lo contrario el equipo deja de ser compacto. Les advert¨ª que es necesario jugar con un poco m¨¢s de emoci¨®n porque normalmente al p¨²blico, cuando su equipo juega con un jugador menos, es m¨¢s f¨¢cil ponerlo de tu lado. Porque la gente ve que quieres ganar con uno menos¡ Pienso que los jugadores han conseguido transmitir esta sensaci¨®n a los aficionados¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
