Premio a la excelencia
Messi, Cesc y Thiago firman la victoria del Bar?a en M¨¢laga, fraguada a golpe de pase corto
Los goles de Messi y Cesc F¨¤bregas permitieron al Barcelona sumar otros tres puntos en su imparable y majestuoso camino al t¨ªtulo. Al tiempo, les alcanza a los de Vilanova para firmar la mejor primera vuelta de la historia de la Liga, invictos y con 55 puntos, superando el de la temporada 2010-2011, con Guardiola, cuando sumaron 52 puntos. Volvi¨® Tito a sentarse en el banquillo, solucionados los temas personales que le privaron de asistir al duelo contra el C¨®rdoba, el jueves en Copa, y, como entonces, aunque cambi¨® varias piezas, el equipo funcion¨® otra vez como un reloj, ante un equipo que le encar¨® desde el buen gusto. No pod¨ªa ser de otra manera si la idea lleva la firma de Pellegrini. Pero con eso tampoco alcanza este a?o para parar al Barcelona.
M?LAGA, 1 ¨C BARCELONA, 3
M¨¢laga: Willy Caballero; Sergio S¨¢nchez, Demichelis, Weligton, Monreal; Camacho, Toulalan (Iturra, m. 69); Isco, Joaqu¨ªn (Portillo, m. 84), Eliseu (Buonanotte, m. 62); y Santa Cruz. No utilizados: Kameni, Onyewu, Seba y Saviola.
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦, Mascherano, Jordi Alba; Xavi, Busquets, Cesc (Thiago, m. m. 73); Pedro (Alexis, m. 78), Messi e Iniesta. No utilizados: Pinto, Puyol, Adriano, Song y Tello.
Goles: 0-1. M. 27. Messi, tras un fallo defensivo. 0-2. M. 50. Cesc. 0-3. M. 83. Thiago. 1-3. M. 89. Buonanotte, de falta.
?rbitro: Delgado Ferreiro. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Camacho, Cesc y Busquets.
La Rosaleda. Lleno: 29.500 espectadores.
¡°La pelota es prioritaria¡±, sostiene Pellegrini, as¨ª que su equipo se junt¨® mucho para quit¨¢rsela al Barcelona y la jug¨® con criterio como arma para tumbar al l¨ªder. No hace falta decir que sin el bal¨®n el Bar?a est¨¢ perdido. El equipo malacitano se aplic¨® en el intento de arrebat¨¢rsela. No pudo. El Barcelona tuvo paciencia de santo para guardar la pelota ganando metro a metro camino de Willy Caballero, un pase tras otro. Igualado el partido desde esa necesidad, se jug¨® bastante m¨¢s a lo ancho que a lo largo, lleno como estaba el centro del campo de peloteros. Movi¨® tanto y siempre la pelota el Barcelona que a ratos parec¨ªa caminar, pero lo que hizo fue desgastar hasta esperar un despiste y entonces, golpear a la mand¨ªbula.
Eso hizo, otra vez al ritmo que marc¨® Xavi. Si se busca un once de gala en el manual de Vilanova saldr¨ªa muy parecido al que dispuso en La Rosaleda, con Iniesta partiendo de punta izquierda y Cesc de volante, junto a Busi y Xavi. Apost¨® adem¨¢s por usar a Mascherano con Piqu¨¦, para garantizar buena circulaci¨®n de bal¨®n desde la primera l¨ªnea de pase. Delante suyo, el M¨¢laga sali¨® guapet¨®n, con Toulalan, Isco, Joaqu¨ªn y Eliseu bien juntos, encontr¨¢ndose por dentro para buscar a Santa Cruz o generar espacios para los laterales, Sergio S¨¢nchez y Monreal. Enfrentado al Bar?a desde la intenci¨®n del toque, el M¨¢laga se ofusc¨® en buscar los pasillos interiores, as¨ª que el Barcelona no sufri¨® para mantener al M¨¢laga lejos de Vald¨¦s, que apenas hubo de salir un par de veces a los pies de alg¨²n rival.
Al paso del Barcelona pareci¨® faltarle profundidad, porque Messi y Cesc llegaban desde demasiado lejos. La Pulga se acerca cada vez m¨¢s a la l¨ªnea del centro del campo que a la del ¨¢rea rival. Parece como si pasara por all¨ª, ajeno a todo, hasta que decide que la presa est¨¢ tierna y afila el colmillo. Entonces, brinca, pica, mata y celebra. Eso hizo otra vez el chaval de los cuatro balones de oro para romper un partido entre dos equipos tan cuajados que parec¨ªa condenado a decidirse por un error. Eso sucedi¨®. Camacho busc¨® un pase de seguridad para su portero con tan mala suerte que lo intuy¨® Messi. El argentino caz¨® la cesi¨®n, sent¨® a Willy con su regate y a puerta vac¨ªa remat¨® para poner ya el partido cuesta abajo para el Barcelona.
El Bar?a a ratos parec¨ªa caminar. Lo que hizo fue desgastar, despistar y golpear a la mand¨ªbula
El gol no modific¨® la apuesta inicial de los equipos. No ten¨ªa razones el Barcelona para variar un guion en el que se siente c¨®modo y mucho menos ante el M¨¢laga, que juega con fe ciega en lo que hace, que no es poco. Una victoria le hubiera metido en la zona Champions y no perdi¨® el pulso al partido. Pero si estuvo bien jugando, no remat¨® nunca la faena. De eso se encarg¨® el Bar?a, tan paciente para mantener la ventaja antes del descanso como da?ino en la reanudaci¨®n. Messi tard¨® un suspiro despu¨¦s del descanso en encontrar el pase para Cesc, y el catal¨¢n firm¨® su sexto gol en esta Liga, que le convierte en el segundo artillero del equipo, por detr¨¢s de Messi, claro.
Pellegrini dinamiz¨® a su equipo metiendo a Buonanotte en escena, pero el Barcelona no se despein¨® demasiado al defenderse sin bal¨®n. Cedi¨® unos metros, dio un paso atr¨¢s, y a cambio encontr¨® m¨¢s espacios a la espalda de la l¨ªnea medular de los locales, por lo que Iniesta cobr¨® mayor presencia en el partido, y lanz¨® a los suyos a por el tercer gol, que firm¨® Thiago. El M¨¢laga porfi¨® hasta el final y acab¨® encontrando el premio a su trabajo con el gol de Buonanotte, aunque fuera a t¨ªtulo honor¨ªfico. El Bar?a ya hab¨ªa completado otra actuaci¨®n magistral.
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