La Copa da vida al Sevilla

Dos no pelean cuando uno no quiere. El Zaragoza, m¨¢s metido en sus problemas en la Liga que en el sue?o de avanzar en un torneo que le ha dado tantas alegr¨ªas como la Copa, mir¨® para otro lado en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. El Zaragoza ni quiso ni pudo. Y casi puso una alfombra para que el Sevilla aliviara sus penas y siguiera disfrutando con la Copa del Rey.

La primera alegr¨ªa de la era Emery lleg¨® con cierta ayuda exterior, pero tambi¨¦n con el gol de Negredo, las carreras de Navas y la calidad de Rakitic. Tres argumentos que desnivelan en un equipo un pel¨ªn m¨¢s ordenado, donde se siente a¨²n la transformaci¨®n que bulle en las cabezas de los jugadores cuando se produce un relevo de entrenador. Emery quiere poner los cimientos de un buen Sevilla. Le costar¨¢, pero por el momento disfruta de la Copa y de una nueva semifinal que puede prender la ilusi¨®n de un sevillismo algo mustio. Entonces no ser¨¢ tan f¨¢cil como ante el Zaragoza.

La Copa se ha convertido en el gran b¨¢lsamo del Sevilla. Noche agradable para el conjunto andaluz y triste para un Zaragoza que decidi¨® dejar lo mejor de s¨ª mismo para la Liga, harto de lesiones, desgaste e infortunios, como la expulsi¨®n del debutante Fern¨¢ndez a los 25 minutos. Ya no hubo partido a partir de ah¨ª. Goles y m¨¢s goles a favor de los de Emery ante un Zaragoza que acab¨® con nueve jugadores.

En el transcurrir del Sevilla en la Copa, el equipo andaluz ha tenido siempre el aire a su favor. Situado en el cuadro agradable del torneo, alejado de cualquier encuentro con Madrid y Barcelona, el Sevilla se vio favorecido, ronda a ronda, del poco apetitito competitivo de los rivales que se fue encontrando en el camino: un Espanyol sin entrenador y entonces colista, un Mallorca pensando en la Liga y, de colof¨®n, este Zaragoza plagado de suplentes y j¨®venes que se plant¨® en el S¨¢nchez Pizju¨¢n con Monta?¨¦s, Movilla, Edu Oriol y Postiga en el banquillo. El Sevilla, este Sevilla err¨¢tico y sin mucha personalidad que deambula por la competici¨®n, no tuvo m¨¢s remedio que agradecer el regalo. No lo demostr¨® con su puesta de largo fr¨ªa, muy escasa de intensidad y sin ritmo, pero los acontecimientos le fueron metiendo en el partido. Por ejemplo, al reci¨¦n fichado Fern¨¢ndez, del C¨®rdoba, no se le ocurri¨® otra cosa que medir muy mal en una dura entrada a Reyes que le vali¨® la tarjeta roja. Era el minuto 25.

El conjunto andaluz ha disfrutado del aire a favor este curso en el torneo copero

La imberbe acci¨®n del lateral abri¨® una distancia sideral entre ambos equipos. El Sevilla, empujado por la corriente favorable, con lesi¨®n incluida de Javi ?lamo en plena desgracia ma?a, tom¨® el mando. Como siempre, Navas entr¨® en ebullici¨®n y le sigui¨®, a cuentagotas, Reyes, que juega su particular partido. Una carrera de Navas acab¨® en saque de esquina. El preciso golpeo de Rakitic al interior del ¨¢rea fue rematado por Negredo a gol. En el ¨¢rea peque?a y casi sin saltar. Leo Franco tuvo que salvar un par de acciones de peligro del Sevilla, que hab¨ªa mordido la debilidad de un rival diezmado. Sin un jugador, por ejemplo, capaz de hacer lo que hizo Rakitic. Al croata le falta una marcha para ser grande de verdad, pero calidad y golpeo de bal¨®n tiene a raudales. Su carrera y definici¨®n en el segundo gol fueron magistrales.

Con el 2-0, casi sobr¨® el segundo tiempo, apenas animado por un carrer¨®n de Cicinho que acab¨® en penalti transformado por Negredo o el incansable ir y venir de Navas. Un triunfo para que el Sevilla de Emery inicie su crecimiento y que luche por plantarse en otra final. En Copa, la felicidad del conjunto sevillista es palpable. En Liga, el progreso se atisba m¨¢s lento, todav¨ªa con las cicatrices de la etapa de M¨ªchel. El Zaragoza se march¨® tan desanimado como entr¨® al campo.