El Atl¨¦tico compite siempre
Un gol de Diego Costa desactiva a un Betis que nunca crey¨® en la remontada y clasifica a los rojiblancos para las semifinales
Sin despeinarse, ayudado por un Betis que casi nunca crey¨® en la remontada, el Atl¨¦tico vivi¨® una noche pl¨¢cida en Sevilla. En ella confirm¨® su pase a las semifinales de la Copa sin apenas desgastarse, sufriendo lo m¨ªnimo y ofreciendo una magn¨ªfica sensaci¨®n de seguridad. Lo importante de la clasificaci¨®n del Atl¨¦tico radica en que se bas¨® en un profundo respeto a su rival a pesar del 2-0 logrado en la ida. Los de Simeone no bajaron un ¨¢pice la intensidad y en ese alto nivel competitivo labraron su ¨¦xito. El hambre del Atl¨¦tico dispara sus prestaciones y lo hace m¨¢s fiable, algo que sinti¨® en sus carnes un Betis muy tierno, con jugadores inferiores en el aspecto f¨ªsico y otros, fundamentales en su esquema, con la gasolina justa. Un problema para el equipo de Mel, cuarto en la Liga, pero con demasiado plomo en sus piernas.
Tampoco el entorno ayud¨® mucho en fomentar una remontada que exig¨ªa su pizca de ¨¦pica, con pocos aficionados en las gradas en un ambiente muy favorable para los visitantes. Por lo tanto, vivi¨® feliz el Atl¨¦tico, que no acus¨® lo m¨¢s m¨ªnimo las ausencias de Falcao y Juanfran. Encontr¨® a su protagonista en Diego Costa, insaciable, pele¨®n y voraz, que result¨® triunfador de su particular pelea con los centrales b¨¦ticos, Amaya y Perquis. Ya en la ida, el brasile?o fue decisivo. En el Villamar¨ªn corrobor¨® que el Atl¨¦tico no solo es temible con Falcao. Tambi¨¦n puede disfrutar con Diego Costa, lo que muestra su profundidad de plantilla y el compromiso de todos sus elementos. Con esa intensidad y la fe que se profesa, al Atl¨¦tico no debe asustarle ninguna meta.
BETIS, 1 - ATL?TICO, 1
Betis: Casto; ?ngel, Amaya, Perquis, Nacho; Rub¨¦n P¨¦rez, Be?at (Molins, m. 46), Salva Sevilla; Vadillo, Rub¨¦n Castro (Nono, m. 70) y Campbell (Jorge Molina, m. 46); No utilizados: Adri¨¢n; Chica, Ca?as y Eneko.
Atl¨¦tico: Courtois; Manquillo, Miranda, God¨ªn, F. Luis; Mario, Gabi (Emre, m. 54); Adri¨¢n, Koke, Arda (R. Garc¨ªa, m. 73); y D. Costa (Cebolla Rodr¨ªguez, m. 62). No utilizados: Asenjo; Tiago, Cisma y Cata D¨ªaz.
Goles: 0-1. M. 46. Diego Costa marca a puerta vac¨ªa tras un error de coordinaci¨®n entre Casto y Amaya. 1-1. M. 90. Jorge Molina, de penalti.
?rbitro: Clos G¨®mez. Amonest¨® a Rub¨¦n P¨¦rez, Gabi, Filipe Luis, Adri¨¢n, Miranda y Ra¨²l Garc¨ªa.
Benito Villamar¨ªn. 21.605 espectadores.
Las cosas en el f¨²tbol no suceden por casualidad. Casi siempre suele vencer el mejor equipo. El Atl¨¦tico es mejor que el Betis porque vive un a?o m¨¢gico y ha encontrado un entrenador que explota a la perfecci¨®n las virtudes que, precisamente, se le hacen muy inc¨®modas a un equipo como el andaluz. Intensidad, presi¨®n, anticipaci¨®n y agresividad son las se?as que definen b¨¢sicamente al Atl¨¦tico, sin restar la calidad que atesoran elementos como Arda, Koke o Gabi. Cualidades que, ali?adas por el 2-0 de la ida, dibujaron un panorama muy oscuro para el Betis. Enredado en la confusi¨®n y presionado hasta la extenuaci¨®n, el equipo de Mel se movi¨® con dudas, pues ni se fue a por el Atl¨¦tico de forma abierta, temiendo su contragolpe, ni lo esper¨® en busca de espacios. En el h¨ªbrido se gest¨® un encuentro de ritmo lento, sin ocasiones, donde el Atl¨¦tico de movi¨® con absoluta comodidad, muy ordenado y c¨®modo en el campo. De cada disputa sal¨ªa beneficiado el conjunto madrile?o, con Be?at y Salva Sevilla muy tapados, con Rub¨¦n Castro, el goleador b¨¦tico, bien sujetado por God¨ªn y Miranda.
El Betis solo encontr¨® resquicio a la maldad en el intento de sus centrales por desquiciar a Diego Costa, un delantero de los buenos que a veces se pasa de frenada. Perquis y Amaya lo buscaron con frecuencia y el brasile?o pic¨® en ocasiones, enervando a la grada y alimentando la posible reacci¨®n b¨¦tica. No estuvo nada deportivo el equipo b¨¦tico en la faceta de cabrear al delantero brasile?o.
El intento result¨® infructuoso, por m¨¢s que ?ngel incluso llegara a golpearlo. Debi¨® mirarse m¨¢s el Betis su incapacidad para generar f¨²tbol ante un rival tan bien plantado y ocuparse, adem¨¢s, de ganar fortaleza f¨ªsica con jugadores potentes, para arropar, por ejemplo, a elementos como Salva Sevilla o Be?at, rebotados en cada choque con los jugadores del Atl¨¦tico. Con el partido en v¨ªa muerta, el Betis decidi¨® entonces inmolarse. Un bal¨®n en largo provoc¨® una alocada salida del portero Casto, suplente de Adri¨¢n en la Liga.
Vivieron felices los de Simeone, que no acusaron las ausencias de Falcao y Juanfran
Amaya no oy¨® ni vio a su compa?ero y el bal¨®n le qued¨® a Diego Costa. Uno de los goles m¨¢s f¨¢ciles de su carrera. Costa marc¨® y, de paso, celebr¨® el tanto de forma airada, se?alando a la grada, feliz por vencer en la batalla que le plantearon. Al descanso, los jugadores del Betis lo buscaron, otra vez, para rendirle cuentas.
En el fondo expresaron una gran impotencia porque la eliminatoria hab¨ªa quedado decidida. El tanto del Atl¨¦tico premi¨® su superioridad, en especial en defensa, en el control del juego, en el hecho de que el Betis no fuera capaz de disparar a la puerta de Courtois, espectador de lujo. No pens¨® Simeone que la noche discurriera de forma tan pl¨¢cida. El Betis, cortocircuitado, con una plantilla que est¨¢ pagando muy jugar dos partidos por semana, dio la impresi¨®n de haber entregado las armas sin presentar batalla. Apenas un disparo de Jorge Molina o un remate de cabeza de Rub¨¦n Castro alteraron la tranquilidad de la noche atl¨¦tica en una segunda parte que se hizo eterna, solo adornada por un penalti en el ¨²ltimo minuto de God¨ªn a Jorge Molina que anot¨® el propio delantero del Betis. Cosquillas para un Atl¨¦tico muy s¨®lido.
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