Un puente de locos
El traj¨ªn de Eufemiano Fuentes el fin de semana de San Isidro de 2006, d¨ªas antes de la ca¨ªda de la trama, muestra el cogollo de la Operaci¨®n Puerto, que comienza a juzgarse ma?ana
Casi siete a?os despu¨¦s, los papeles de la Operaci¨®n Puerto son ya materia de arque¨®logos, estas gentes que alcanzan a veces el ¨¦xtasis cuando en su excavaci¨®n dan con un estrato que les da la clave no solo de lo que ocurri¨® en esa ¨¦poca sino para interpretar tambi¨¦n el significado de las capas inferior y superior, un corte que les da el todo. As¨ª ocurre con los registros de las conversaciones telef¨®nicas de Eufemiano Fuentes con uno de la docena de tel¨¦fonos que ten¨ªa por entonces, entre el viernes 12 y el lunes 15 de mayo de 2006, un puente de locos, en el que atendi¨® las necesidades sangu¨ªneas de ocho ciclistas y se entrevist¨® en persona con Manolo Saiz. Una semana despu¨¦s, la Guardia Civil intervendr¨ªa, una redada en la que se produjo media docena de detenciones y el hallazgo de dos centenares de bolsas de sangre en neveras y congeladores en dos pisos de Madrid. Comenzaba la Operaci¨®n Puerto contra el dopaje. Ma?ana arranca el gran juicio.
VIERNES 12 DE MAYO DE 2006
LA SANGRE CONGELADA
Su amigo y socio Ignacio Labarta viaja desde Zaragoza y va a esperar al aeropuerto de Barajas, a la T4, a Eufemiano Fuentes, que llega a las 15.45 de Las Palmas.
A las 16.29, con la llamada que Fuentes efect¨²a a Jos¨¦ Luis Merino Batres, otro socio del negocio, el sabio hemat¨®logo, que est¨¢ en el coche, camino de Altea, donde va a pasar el puente, se pone en marcha la grabadora policial. No para hasta 72 horas despu¨¦s, 87 folios para el sumario, para la arqueolog¨ªa.
Merino Batres le anuncia, desasosegado, que apenas hay glicerol (un crioprotector que evita que revienten los gl¨®bulos rojos al congelar la sangre) para congelar sangre, ni SAG-Manitol (un conservante que permite que una bolsa aguante sin deteriorarse hasta una semana despu¨¦s de descongelarla, antes de ser reinfundidos los gl¨®bulos rojos). Y que no sabe d¨®nde conseguirlo.
La constataci¨®n causa una profunda turbaci¨®n a Fuentes. El grupo hab¨ªa revolucionado el mercado del dopaje un par de a?os antes al adquirir dos m¨¢quinas Haemonetics ACP-215, que les permit¨ªan congelar la sangre (enviarla a Siberia, como ellos dicen en clave) y cuatro meses antes hab¨ªan invertido casi 7.000 euros en un arc¨®n congelador de lujo para mantener las bolsas a 80 grados bajo cero. La ventaja del congelado era clara: los gl¨®bulos rojos solo aguantaban 21 d¨ªas conservados en nevera. Eso obligaba a los ciclistas a continuos viajes a Madrid para renovar las existencias y mantener bolsas en buen estado para cuando fuesen necesarias, fundamentalmente en v¨ªsperas y durante las grandes vueltas. Con el congelado no hab¨ªa problemas: una bolsa puede durar indefinidamente sin deteriorarse. Con la oferta del congelado (un servicio por el que cargaban 6.000 o 10.000 euros m¨¢s a cada cliente, deportistas que ya ten¨ªan una iguala de entre 50.000 y 70.000 euros anuales, primas por grandes victorias aparte) Fuentes y su gente se hicieron con lo mejor del pelot¨®n del momento: Tyler Hamilton, Jan Ullrich, Ivan Basso¡
Fuentes, desesperado, le dice tambi¨¦n que no puede esperar al lunes, que necesita las sustancias antes. ¡°He quedado con gente hoy, ma?ana y pasado para hacer cosas, gente que viene de Italia y de Alemania¡±, le dice Fuentes a Merino, recrimin¨¢ndole silenciosamente que se hubiera ido de puente y le hubiera dejado tirado el d¨ªa que m¨¢s le necesitaba y ech¨¢ndole en cara que ha gastado los productos con los ¡°suyos¡± ¡ª¡°tus atletis¡±¡ª, olvid¨¢ndose de ¨¦l. ¡°Este fin de semana es el importante. Birillo [Basso, l¨ªder en el Giro, el n¨²mero dos de su lista] ha llamado, que quiere m¨¢s, y el otro [Jos¨¦ Enrique Guti¨¦rrez, segundo clasificado en Italia, el n¨²mero 12, tambi¨¦n llamado B¨²falo] tambi¨¦n quiere m¨¢s, y no s¨¦ c¨®mo hacerlo¡±.
Entre ambos, Fuentes desde la llamada pizzer¨ªa (el apartamento en la calle de Alonso Cano 53, 5?D, Madrid) y Merino Batres al volante desde la autopista, piensan en voz alta posibles soluciones.
Fuentes le cuenta, adem¨¢s, que aparte de descongelar las bolsas de Basso y Guti¨¦rrez para envi¨¢rselas al Giro, tambi¨¦n ha citado a otros para practicarles extracciones, por lo que sus necesidades se multiplican. Y tambi¨¦n le recuerda que el n¨²mero 24 estuvo el mi¨¦rcoles con Hugo [Alberto Le¨®n, el ayudante, quien se suicid¨® en 2011] y quiere saber si est¨¢ enviada su bolsa a Siberia. Merino le dice que le puso SAG-Manitol, con lo que aguanta seis d¨ªas antes de congelar, y Fuentes quiere saber si habr¨¢ suficiente glicerol para congelarla. El 24, ¡°el ni?o¡±, ¡°el esp¨ªa del italiano, un clasic¨®mano¡±, le precisa Fuentes a Merino, de memoria confusa. Y Merino le da un truco para reba?ar glicerol, sacarlo y aprovecharlo una vez usado. Ufe a?ade su propio truco: ¡°Enga?ar¡± a la m¨¢quina [la ACP-215, la que sustituye el l¨ªquido del interior de las c¨¦lulas con glicerol], decirle que hay menos sangre de la real para que exija menos glicerol. ¡°No pasa nada¡±, dice Merino. ¡°Siempre calcula de m¨¢s¡±. ¡°Tenemos que probar, porque ese chico ya no viene m¨¢s, como viene de tan lejos¡¡±, dice Ufe. Seg¨²n la prensa holandesa ha publicado esta semana, el n¨²mero 24 ¡ªClasic¨®mano Luigi en clave¡ª se trata de Thomas Dekker, que por entonces ten¨ªa 21 a?os, la gran esperanza del ciclismo holand¨¦s, y que se entrenaba en Toscana con el m¨¦dico italiano Luigi Cecchini.
El grupo habr¨ªa invertido casi 7.000 euros en un arc¨®n congelador de lujo para mantener las bolsas de sangre a 80 grados bajo cero
En todo caso, contin¨²a Fuentes, a los citados ¡°les puedo recoger la firma [sangre] en documentos normales [bolsas sin congelar] y los vuelvo a citar en tres semanas como hice una vez para renovar el cr¨¦dito [tres semanas es la vida de la sangre refrigerada: se extraen entonces un par de unidades para congelar y se reinfunden las extra¨ªdas tres semanas antes]¡±. ¡°Voy a dar prioridad a los que est¨¢n ahora mismo en plena batalla [Giro], y los otros que se vuelvan. Los cit¨¦ porque me dijiste que no habr¨ªa problemas con el SAG-Manitol, y ahora¡¡±, le recrimina a Merino. ¡°Me da miedo que no haya para todos. Son siete los que est¨¢n en guerra [en competici¨®n], los que est¨¢n en pleno proceso y lo necesitan¡±. Le anuncia que al d¨ªa siguiente ir¨¢ el del Huerto al que tiene que entregar los medios polos [bolsas congeladas de media unidad].
20 minutos m¨¢s tarde, el alivio. Merino le llama de nuevo. Aporta una soluci¨®n: ¡°En vez de SAG-Manitol, usa suero glucosalino, el que nos dieron del laboratorio militar de C¨®rdoba, que usamos para lavar los cacharros esos¡±, las ACP-215. ¡°Me has salvado la vida¡±, le confiesa Ufe. ¡°Pensaba en volverme. Me sent¨ªa impotente. ?Sabes lo que es llegar aqu¨ª y ver que no puedes hacer nada? Lo que no entiendo es que no quede nada cuando hab¨ªamos hecho un pedido en enero calculando para 50 o 60¡¡±.
Seg¨²n las fotos tomadas por la Guardia Civil en el descansillo del 5? de Alonso Cano 53, Fuentes y Labarta terminan de trabajar a las 10 de la noche. Por la tarde Fuentes ha seguido hablando por tel¨¦fono, entre otros con Vicente Belda, entonces director del Comunidad Valenciana, a quien le recuerda que a¨²n tiene deudas pendientes del Kelme y de ¡°la Uni¨®n Deportiva¡± y con el que queda para verse la semana siguiente en Catalu?a, donde el lunes 15 comienza la Volta, ¡°para hablar en persona sobre las fiestas que nos vienen ahora¡±. Antes de acostarse, env¨ªa un SMS a un n¨²mero italiano preguntando a qu¨¦ hora aterriza al d¨ªa siguiente.
S?BADO 13 DE MAYO
"Birillo est¨¢ esperando"
La ma?ana siguiente se despierta con el mensaje respuesta del italiano que le dice que llegar¨¢ a las 15.30. El primer telefonazo le llega a las dos. Es ?ngel Vicioso (corredor del Liberty, n¨²mero 16). Fuentes y Labarta han dormido en la casa de la madre del primero, en la calle de Ca¨ªdos de la Divisi¨®n Azul 20, y all¨ª cita el m¨¦dico al ciclista aragon¨¦s. ¡°Vente para ac¨¢ cagando leches¡±, le dice. ¡°Nosotros hemos terminado, pero est¨¢ el Bigotes despidiendo al artista. No has coincidido con el otro, ?no?¡±. Fotos policiales muestran a esa hora a Labarta (el Bigotes), cargando un cuadro de bicicleta en su coche y a ?scar Sevilla (el artista) haciendo lo propio en su Audi A6. M¨¢s citas. Por la tarde, tras intercambio de SMS en ingl¨¦s, env¨ªa al titular de un n¨²mero de tel¨¦fono alem¨¢n (Jorg Jaksche. Nombre en c¨®digo, Bella, n¨²mero 20), al hotel Puerta de Madrid, y tras conversaci¨®n en italiano, al que acaba de aterrizar al hotel Convenci¨®n (el t¨¦cnico croata Alessandro Kalc, conocido en c¨®digo como Manos Peque?as, el correo que debe llevar la sangre al Giro).
Cerca de las cinco, le llama de nuevo, preocupado, Merino. ¡°No he dormido¡±, le dice Fuentes. ¡°Hoy era el fin de semana m¨¢s complicado de todo el mes de mayo¡±. Una vez ha cargado de culpa al socio que se ha ido de puente en unos momentos cr¨ªticos dej¨¢ndole sin apenas medios de trabajo, Fuentes contin¨²a machacando. Le dice que est¨¢ all¨ª Manos Peque?as, y que no le ha podido preparar nada. ¡°Y Birillo [Basso] est¨¢ esperando. Qu¨¦ le digo a Birillo, ?Que no hay comida? Si estaba previsto desde hace meses que hoy le prepar¨¢bamos un bocadillo. Al d¨ªa siguiente se va el carro, est¨¢ muy lejos, en un sitio imposible de llevarle bocadillos¡±.
Agobiado, Merino Batres le promete que el lunes 15 est¨¢ de vuelta con algo para sacar los polos (y en el sumario se incorporan certificados de los centros de transfusi¨®n de Sevilla y Valencia que atestiguan que enviaron por mensajer¨ªa urgente botellas de glicerol al hospital de La Princesa a nombre de Merino Batres). La terapia de desahogo la lleva a cabo totalmente, sin embargo, m¨¢s tarde en una conversaci¨®n con Labarta, su pa?o de l¨¢grimas. Con ¨¦l habla Fuentes de lo lento que va todo, ¨¦l solo con las dos m¨¢quinas por culpa del Ob¨¦lix (Merino), y de ¨¦l, de Labarta, recibe buenas noticias de lo mucho que corren sus chicos en el Giro: Birillo (Basso), B¨²falo (Guti¨¦rrez), Zapatero (Scarponi), el Uno¡ A las 23.10, a¨²n enfangado, Fuentes llama a Manos Peque?as, que le espera en el hotel Convenci¨®n, y le dice que finalmente ha podido terminar el trabajo (el descongelado para Basso), ¡°que se ha retrasado porque el Viejo [Merino tiene 64 a?os] le ha enga?ado¡±. ¡°Cuando deje los zapatos en un sitio seguro [la sangre en la nevera] voy a buscarte¡±. La jornada no ha terminado a¨²n de todas maneras para el infatigable Fuentes, quien poco antes de la media noche llama en ingl¨¦s a Jacksche, quien espera impaciente, a¨²n le cuesta acostumbrarse a que Fuentes llega tarde siempre, en el hotel Puerta de Madrid. ¡°Disculpa por el retraso. Estoy llegando. Ahora te veo¡±.
DOMINGO 14 DE MAYO
"Solo me falta centrifugar"
Al pobre Fuentes no le dejan tranquilo. Antes de las 10 le saca de la cama uno, al que identifica como Mois¨¦s, para quedar por la tarde. ¡°Estoy dormido¡±, le confiesa Fuentes. ¡°Apenas he dormido. Me acost¨¦ a las dos y pico de la ma?ana¡± A Manos Peque?as, con el que hab¨ªa quedado a las 10, le llama a las 10.35 para decirle que en un cuarto de hora le ver¨¢ en su hotel. Despu¨¦s, a las 13.19, entra en escena otro de sus colaboradores, el m¨¦dico alem¨¢n Markus Choina, quien v¨ªa SMS le confirma que ha enviado el paquete con el pedido a casa de Labarta en Zaragoza, y que el precio total son 680 euros (se trata de ampollas de Synacthene, un corticoide, y de Actovegin, bus o EPO de los pobres). Cerca de las siete, el culpable Merino vuelve a llamarle. ¡°Estoy muerto¡±, le sigue machacando Fuentes. ¡°Estoy en el aeropuerto, que he venido a despedir a Manos Peque?as, y me voy a acostar, porque no puedo m¨¢s¡¡±, le dice, y, como para subrayar ahora su gran capacidad para todo (y una confesi¨®n que puede poner en duda la profesionalidad con la que han siempre proclamado que act¨²a su empresa), le vuelve a recordar qu¨¦ fin de semana era este. ¡°Este fin de semana era important¨ªsimo por Birillo y esos que est¨¢n donde est¨¢n (en Italia), esperando¡ Yo, lo ¨²nico que agradezco, y de lo que estoy feliz, es que haya aprendido yo a hacerlo, porque si yo no llego a saber hacerlo se quedan colgados todos los que est¨¢n en ese pa¨ªs. Y ma?ana, cuando vuelvas, me pillar¨¢s a¨²n aqu¨ª. He quedado con el impresentable [Manolo Saiz] que nos debe dinero a todos y estar¨¦ seguramente intentando con los restos que tengo mandar alg¨²n polo para all¨¢, porque hay cinco polos para mandar. Yo voy a enga?ar a la m¨¢quina, y si la cago, la cago yo, no te voy a pedir a ti ning¨²n tipo de responsabilidad. Si sale mal, me jodo, pero nos jodemos todos. Y ahora me voy a la pizzer¨ªa a recogerlo todo porque lo dej¨¦ todo tirado, y me meto en la cama, aunque tengo que esperar a que me llame el gordo ese para quedar¡±.
Los deportistas pagaban una iguala de entre 50.000 y 70.000 euros anuales, primas por grandes victorias aparte
Pero Manolo Saiz no llama. Fuentes habla con su mujer, a quien tambi¨¦n se queja de Merino ¡ª¡°me ha dejado vendido, menos mal que aprend¨ª y lo pude hacer yo todo¡±¡ª, recibe mensajes de felicitaci¨®n de un tel¨¦fono suizo en italiano y una nueva llamada de Labarta, ante quien se confiesa exaltado por haber logrado sacar todo adelante, los polos para el amigo italiano, haber desjodido un polo que Merino hab¨ªa jodido y hasta salvar otros dos m¨¢s. Y Labarta le emociona m¨¢s a¨²n cont¨¢ndole como tiene primero y segundo en el Giro a ¡°un tal Basso y un tal Guti¡±. De fondo, ronroneo insistente, el transcriptor de la cinta se?ala: ¡°Se oye vibrar una m¨¢quina¡±. Y a Eufemiano: ¡°Solo me falta centrifugar¡±. Antes de noticias de Saiz vuelve a recibir a las diez y media otro mensaje del suizo italiano: ¡°Estoy tranquilo, seguimos adelante¡±. A las 12.34, antes de apagar la luz, env¨ªa un SMS a Saiz: ¡°?A qu¨¦ hora vienes ma?ana?¡±.
LUNES 15 DE MAYO
"Ya me ha llegado el paquetito"
Fuentes le despierta, pasado el mediod¨ªa, una llamada de Labarta, con m¨¢s buenas noticias. ¡°Ya me ha llegado el paquetito que est¨¢bamos esperando [el env¨ªo de Synacthene y Actovegin de Choina desde Alemania]¡±. Fuentes le cuenta que ha quedado con Manolo a la una y media, pero que le har¨¢ esperar. ¡°No me quiero comprometer a nada con ¨¦l¡±, le dice a Labarta. ¡°Solo quiero ver billetes y si no me los da, no hay trato posible [Fuentes cree que Saiz le debe dinero a¨²n del a?o anterior, en el que llev¨® al equipo Liberty, en el que Roberto Heras dio positivo en la Vuelta y deshizo el romance]¡±. Hablan un buen rato de la estrategia para seguir enga?ando a Saiz, incluso para que nunca sepa a cu¨¢ntos del Liberty lleva en realidad Fuentes (Scarponi, Serrano, Vicioso, Caruso¡) y poder cobrar doble: de los corredores y de Saiz, si logra convencerlo de que lleve a todo el equipo. Pero de Saiz desconf¨ªan como de la peste. Termina Fuentes, feliz y alegre de verdad, ri¨¦ndose del B¨²falo. ¡°Me llam¨® anoche¡±, dice Fuentes. ¡°Y yo le digo, enhorabuena, macho, me hiciste vibrar, se me puso la piel de gallina y todas esas cosas que digo yo para encantar a las serpientes¡ Y ¨¦l, s¨ª, me encuentro muy bien subiendo, y tal, y oye, era para asegurarme de que siguen en pie pues todo, tal, copitas de vino, el folleteo, la titi¡ le digo, tranquilo, que vas a follar¡±.
A las dos pasadas, Fuentes parte a la cita con Manolo Saiz en el hotel P¨ªo XII. Antes, ha hablado con Merino, que le confirma, con ruido de fondo de m¨¢quinas funcionando, que de Valencia y Sevilla llegar¨¢n botellas de glicerol, con lo que tendr¨¢n para los ¡°festejos de los que queda de mayo y junio¡±, y con Alberto Le¨®n, con quien organiza la log¨ªstica de la pizzer¨ªa para los d¨ªas siguientes. Pasadas las seis de la tarde, le llama Labarta desde la Volta, que ha empezado con un pr¨®logo en Lloret de Mar en el que se impone Cancellara. Antes de que le d¨¦ tiempo a decir nada ¡ªcon un ruido atronador de una m¨¢quina de fondo: ¡°no me digas d¨®nde te cojo, que ese ruido no se me va a olvidar¡±, le dice el amigo, socio y director del Comunidad Valenciana¡ª, Fuentes ataca: ¡°Ya ha vuelto el amigo Ob¨¦lix [Merino]. Vino pronto, pero yo s¨¦ por qu¨¦ vino pronto, porque ten¨ªa los suyos¡¡±. Y del tir¨®n, contin¨²a: ¡°Me llam¨® el del Huerto [el n¨²mero 26, el que el s¨¢bado hab¨ªa pasado a comprar dos medios polos, dos bolsas]. Lleg¨® 25 segundos tarde a la salida. Perdi¨® 1.05, me dijo, pero lleg¨® 25s tarde, me cago en la mar¡¡± (una cr¨®nica de Efe de aquella etapa refleja aquel d¨ªa que Luis Le¨®n S¨¢nchez, el murciano l¨ªder del Liberty, lleg¨® 25s tarde a la rampa de salida de la Volta en Lloret de Mar, y perdi¨® 1m 13s).
Poco despu¨¦s, Fuentes vuela de regreso a Las Palmas.
23 DE MAYO
La redada
Ocho d¨ªas despu¨¦s, el 23 de mayo, la Guardia Civil detiene a Manolo Saiz, que lleva una bolsa con Synacthene y un malet¨ªn con miles de euros, y a Eufemiano a la salida de una nueva cita en el P¨ªo XII. Tambi¨¦n detienen a Alberto Le¨®n, a Merino Batres y a Ignacio Labarta. En el registro de sus pisos en Madrid y en Zaragoza, y de la cl¨ªnica de an¨¢lisis cl¨ªnicos de Merino en la calle de Zurbano, se incautan los agentes de cientos de documentos y calendarios con la programaci¨®n de competiciones y de dopaje de docenas de clientes de Eufemiano Fuentes desde principios de siglo. Tambi¨¦n de m¨¢s de 200 bolsas de sangre y plasma, que se encuentran depositadas en el laboratorio antidopaje de Barcelona.
El juicio por un delito contra la salud por el que se piden dos a?os de prisi¨®n para Fuentes y su hermana Yolanda, Saiz, Belda y Labarta, comienza ma?ana en Madrid. Merino Batres ha sido absuelto temporalmente por padecer Alzheimer; Alberto Le¨®n se suicid¨® hace dos a?os, pocas semanas despu¨¦s de haber sido detenido de nuevo, en la Operaci¨®n Galgo. Basso, Scarponi, Caruso, Jacksche y Alejandro Valverde han cumplido por dopaje por su implicaci¨®n en la Operaci¨®n Puerto. Jan Ullrich no volvi¨® a correr. La noche del 18 de mayo, Marcos Serrano debi¨® ser trasladado de urgencia y en grave estado a un hospital de Italia. Estuvo unos d¨ªas entre la vida y la muerte por una enfermedad que nunca se explic¨®. Tomas Dekker dio positivo poco despu¨¦s. Vicioso y Sevilla siguen corriendo pese a haberse probado su implicaci¨®n: la justicia deportiva espa?ola no sancion¨® a ning¨²n deportista ya que el juez prohibi¨® el uso de las pruebas para ello. Luis Le¨®n nunca ha sido formalmente acusado, aunque el viernes, su equipo, el Blanco, mantuvo una reuni¨®n con ¨¦l mostr¨¢ndole pruebas de que era Huerta y anunci¨¢ndole que era objeto de investigaci¨®n.
En el proceso se hablar¨¢ de dopaje, pero se juzgar¨¢ la sangre: ?Es la sangre un medicamento? ?La forma de hacer las transfusiones y el proceso de almacenamiento y tratamiento de la sangre eran correctos sanitariamente, supon¨ªan un peligro para la salud?
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