El portero que se fabric¨® a s¨ª mismo
Diego L¨®pez compens¨® el d¨¦ficit de coordinaci¨®n con adiestramiento y ajustando la colocaci¨®n
Al f¨²tbol italiano tradicional, con sus recaudos defensivos, como a los equipos peque?os, predispuestos a vivir asediados alrededor de sus ¨¢reas, siempre les convino un portero de gran estatura, capaz de descolgar balones cruzados y sacar r¨¢pido en largo con precisi¨®n hacia los puntas para iniciar el contragolpe. A esta saga pertenecen Rossi, Pagliuca o Buffon. Gente a la que Fabio Capello a?or¨® cuando firm¨® su segundo contrato con el Madrid en 2006. Iker Casillas (1,85m) no encajaba en el patr¨®n. El t¨¦cnico italiano necesitaba m¨¢s altura, m¨¢s envergadura, m¨¢s sentido de la anticipaci¨®n, quiz¨¢. Alguien como el chico que ejerc¨ªa de meritorio en el primer equipo. Alguien como el gallego Diego L¨®pez, que el viernes regres¨® al Madrid despu¨¦s de cinco a?os de ausencia.
Franco Tancredi, el preparador de porteros de Capello, admiraba el f¨ªsico (196 cent¨ªmetros de estatura), la sobriedad, y la abnegaci¨®n del joven portero. Capello ponder¨® concederle la titularidad pero resolvi¨® no hacerlo. Lo convencieron las consideraciones sociales. Casillas estaba en su apogeo. Era un mito viviente del madridismo y las ventajas conjeturales de quitarle el puesto no compensaban la inestabilidad que pod¨ªa generar en una zona sensible del equipo. Al club le pod¨ªan faltar cosas pero al arco no le faltaba due?o.
La lesi¨®n de Casillas, que sufri¨® una fractura en la mano izquierda y estar¨¢ tres meses de baja, oblig¨® al Madrid a buscar un meta de refuerzo. El resultado es la repesca de Diego L¨®pez, que retorna a Valdebebas con 31 a?os, en uno de los momentos m¨¢s complicados de la historia reciente del club, con un vestuario en ebullici¨®n, un presidente en estado de alarma permanente, y una porter¨ªa sin titular fijo por primera vez desde 2002. Como dijo Varane ayer, antes de recibir hoy al Getafe (12.00): ¡°La baja de Casillas puede desestabilizar al equipo¡±.
Capello, prendado de sus 1,96m, ponder¨® darle la titularidad en detrimento de Casillas
Casillas, Diego L¨®pez y Ad¨¢n, los tres porteros del primer equipo, tienen algo en com¨²n. Pasaron por las manos de Manuel Amieiro, exresponsable de la formaci¨®n de los porteros de la cantera del Madrid y t¨¦cnico de porteros durante la ¨¦poca de Del Bosque. ¡°Me parece que el fichaje de Diego es acertado¡±, explica Amieiro; ¡°porque conoce la trascendencia de la porter¨ªa del Madrid y no lo sorprender¨¢n las situaciones que se pueden producir¡±.
La baja de Casillas puede desestabilizar al equipo¡± Varane
Amieiro le recuerda con 18 a?os, reci¨¦n llegado del Lugo a la Ciudad Deportiva de la Castellana: ¡°Era muy timorato, le costaba entrar en la din¨¢mica del grupo, pero era muy trabajador. Era una piedra preciosa en bruto. Ten¨ªa una envergadura fant¨¢stica pero futbol¨ªsticamente estaba bajo m¨ªnimos. Lo que ha conseguido lo debe a su buena disposici¨®n. Aceptaba todas las exigencias y se esforzaba por poner en pr¨¢ctica cosas aunque le salieran mal al principio. Me refiero al juego con los pies y a los aspectos coordinativos. Al tener casi dos metros de estatura, por su desarrollo morfol¨®gico, su percepci¨®n espacial no era tan aguda como la de otros chicos m¨¢s peque?os. Pero ¨¦l, hasta que no se manejaba bien, no paraba¡±.
A diferencia de Casillas, Diego L¨®pez carec¨ªa de esa potencia en los cu¨¢driceps, esa velocidad de reacci¨®n, esos reflejos que permit¨ªan al ni?o de M¨®stoles vivir en el torbellino en perfecta armon¨ªa. Metido en la rutina del juvenil madridista tuvo que agudizar los sentidos para compensar sus carencias. ¡°Los t¨ªos muy ¨¢giles no se ven en la necesidad de mejorar tanto su sentido de la intuici¨®n para adivinar las jugadas o para colocarse en el ¨¢rea¡±, observa Amieiro. ¡°En cambio, cuando te faltan cualidades y tu respuesta no es tan r¨¢pida, no te queda m¨¢s remedio que cambiar de h¨¢bitos¡±.
Cada uno ajust¨® adaptaciones fij¨¢ndose en los semejantes. Casillas estudi¨® al potente Peter Schmeichel mientras Diego L¨®pez sigui¨® al largo Edwin van der Sar. En busca de un m¨¦todo que le permitiera ganar tiempo y espacio, aprendi¨® a comunicarse con los defensas, a ordenar a los centrales, a leer los partidos, y a ofrecerse con los pies como hac¨ªa el holand¨¦s. En 2007 le fich¨® el Villarreal y no defraud¨® las mejores expectativas.
Esta temporada Casillas paraba un remate de cada 1,4 entre los tres palos. Mejor frecuencia que la de Diego L¨®pez en el Sevilla, que par¨® uno cada 1,84 disparos, y que Ad¨¢n, que detuvo uno de cada dos. Insuficiente para Mourinho. El m¨¢nager madridista, como Capello, a?ora el poder¨ªo a¨¦reo de Cech tanto como la salida en largo de Julio C¨¦sar.
Amieiro se encoje de hombros: ¡°El Madrid ha sido un equipo que siempre ha iniciado las jugadas desde atr¨¢s en corto. Sus porteros est¨¢n preparados para jugar as¨ª¡±.
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