Alves, extremista por naturaleza
El lateral brasile?o ha recuperado su mejor forma despu¨¦s de sentirse fuera del equipo
La mejor versi¨®n de Dani Alves ha vuelto a asomar y bien que lo celebra el Barcelona. No solo acumula siete partidos consecutivos como titular, algo extra?o en lo que va de temporada, sino que en la ¨²ltima semana ha dado cuatro asistencias de gol; muchas para un futbolista que llevaba una desde septiembre.
El regreso de Alves lo celebra el equipo en la misma medida que lo disfruta la afici¨®n del Barcelona, siempre bipolar con el brasile?o, cr¨ªtica y agradecida a la par con un jugador tan exuberante que a menudo desespera, porque es tan capaz de mezclar con Messi o Pedro, cuando pasa del medio campo, como de despistarse en las marcas defensivas, sobre todo a la hora de cerrar de acuerdo con el central diestro. Al menos cuatro de los goles encajados este curso tienen que ver con sus desajustes en las coberturas, el primero de ellos, precisamente, en la ida de la Supercopa contra el Madrid.
¡°Da m¨¢s que quita¡±, le justific¨® siempre Guardiola, frase que ha generado escuela y ha pasado de boca en boca en el Barcelona, de Pep a Vilanova con la misma facilidad que la usa Roura o, en menor medida, Zubizarreta, el director deportivo. Alves es lo mejor y lo peor de un equipo que juega de memoria pero al que le matan los despistes, como sucede con el lateral.
¡°Tem¨ªamos haberle perdido, pero est¨¢ de vuelta; es evidente¡±, admiten en el club
¡°Tem¨ªamos haberle perdido, pero est¨¢ de vuelta; es evidente¡±, admiten en el club los mismos que se tem¨ªan lo peor. A Alves le mat¨® el sentirse el mejor, tan importante que acumula 1.800.000 seguidores en el Twitter, muy probablemente gracias al buen trabajo de la empresa que le representa, antes que por su simpat¨ªa o buen gusto al vestirse. Despu¨¦s de haberlo ganado todo con el Barcelona, de ser convocado por Brasil habitualmente y especialmente tras haberse separado de su esposa, perdi¨® las referencias hasta el punto de que el Barcelona tambi¨¦n se plante¨® aceptar ofertas al final de la pasada temporada pero, por mucho que el jugador dijo haber tenido una del PSG, lo cierto es que nadie llam¨® a su puerta.
El lateral brasile?o sigui¨® viviendo muy cerca de la ciudad deportiva, puerta con puerta con el chalet del que sigue disfrutando su mujer, de la que se separ¨® hace unos meses, y sus hijos, a los que lleva cada ma?ana al colegio y recoge por la tarde, siempre que puede.
¡°Es humano, te crees que ganas por ti en vez de por tu trabajo. Y en este grupo, a la que te despistas te borran de la foto¡±, cuentan en el entorno del primer equipo. Baj¨® el pist¨®n y le gan¨® la mano Montoya. ¡°No tuvimos ni que darle un toque, lo vio ¨¦l mismo. Montoya fue su mejor revulsivo¡±. ¡°Fue as¨ª de f¨¢cil: t¨² no est¨¢s bien, juega el chaval¡±, admiten en el camerino.
En su entorno, se advierte otro detalle para justificar su baja forma al inicio del curso: se se?ala a los servicios m¨¦dicos por tardar en atinar con el diagn¨®stico correcto sobre el origen de las lesiones musculares que le torturaban. ¡°Nada; se le fue la olla¡±, tercian en el cuerpo m¨¦dico. ¡°No te cuidas y lo pagas¡±, aseguran. El caso es que esta temporada se ha perdido siete partidos por culpa de una lesi¨®n en el b¨ªceps femoral.
Superado ese calvario, Alves regresa hoy al Bernab¨¦u listo para una noche de acci¨®n. Nunca fue bien visto en la Castellana y menos despu¨¦s de la jugada que protagoniz¨® ante Pepe en las semifinales de la Copa de Europa del 2010, cuando una plancha del portugu¨¦s puso en el ojo del hurac¨¢n al lateral del Barcelona, al que se acus¨® de hacer cuento. La jugada sirve hoy de ejemplo a Collina cuando da charlas sobre criterios arbitrales, y en las que asegura que el colegiado hizo bien.
Alves sabe la que le espera un p¨²blico encendido y mucho trabajo, porque tendr¨¢ faena para cerrar la banda a Cristiano Ronaldo y debe abr¨ªrsela al equipo, aprovech¨¢ndose de doblar a Pedro para irrumpir por sorpresa gracias al pase de Xavi. De la ecuaci¨®n resultante depende mucho la suerte del Barcelona, convencido de que al Real Madrid hay que enfrentarle, m¨¢s que nunca, por las bandas, y ah¨ª Alves resulta decisivo en ataque y en defensa.
En s¨ª mismo, un cl¨¢sico es un cl¨¢sico, por mucho que en el ¨²ltimo duelo, en la vuelta de la Supercopa, levantara la mano en el calentamiento y se perdiera el envite. Pero tiene callo en estas cuitas ¡ªsuma 16 duelos contra el Madrid: seis con el Sevilla y el resto de azulgrana¡ª y sabe que en partidos semejantes se le espera como nunca.
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