Mucha compostura y m¨¢s olvido
Eufemiano Fuentes se muestra dispuesto a dar la lista de sus clientes, pero la juez prefiere no pregunt¨¢rselo ¡ñ Su hermana Yolanda y Labarta no recuerdan lo m¨¢s importante
A los tres d¨ªas de contemplar el espect¨¢culo en Juli¨¢n Camarillo (Juzgados de lo Penal de Madrid, Operaci¨®n Puerto) se impone absoluta la noci¨®n de que un juicio es una representaci¨®n teatral en la que el premio esperado no es el aplauso del p¨²blico sino la aceptaci¨®n de la jueza, quien toma nota a mano de todo lo que oye y domina la escena desde su mesa de Ikea atestada de folios.
El ¨²ltimo ensayo para la actuaci¨®n de hoy, el ¨²ltimo consejo a los actuantes, se lleva a cabo en los servicios de caballeros, un cuchitril en el primer piso de los Juzgados. ¡°Ante todo¡±, recalca Eufemiano Fuentes, el protagonista de la obra, que ya ha terminado su actuaci¨®n, ¡°mucha compostura. Las manos juntas y abajo, por delante, como Sharon Stone en Instinto b¨¢sico¡±. Las lecciones las recibe el ¨²ltimo de los secundarios que declarar¨¢n como acusados, el aragon¨¦s Ignacio Labarta, Macario, como le llamaban los del grupo. Antes ya hab¨ªa pasado por el escenario Yolanda Fuentes, la hermana m¨¦dica del principal acusado en el juicio de la Operaci¨®n Puerto, quien en vez de la habilidad y el cuajo de su hermano mayor para construir una realidad paralela en sus declaraciones, prefiri¨® la baza de la amnesia, el olvido selectivo, a la hora de enfrentarse a las preguntas m¨¢s pejigueras de la fiscal y la abogada del Estado. E, inevitable y clim¨¢tico, un final propio de sinfon¨ªa rimbombante, el estallido emocional.
¡°No quise coger a Manzano porque consum¨ªa coca¨ªna¡±, dijo Fuentes
La especialista en alergolog¨ªa que ejerci¨® como m¨¦dica del equipo ciclista Comunidad Valenciana (antes Kelme) entre 2004 y 2006 termin¨® su sesi¨®n negatoria con una quiz¨¢s excesiva dosis de sobreactuaci¨®n melodram¨¢tica. ¡°Yo soy la apestada, una apestada¡±, proclam¨® a preguntas de la fiscal, quien enfoc¨® su interrogatorio, en el que choc¨® con el muro de la desmemoria ¡ªYolanda F. hab¨ªa olvidado todos los datos curiosos de sus conversaciones telef¨®nicas interceptadas¡ª, a tratar de demostrar la relaci¨®n profesional entre los hermanos Fuentes, no simplemente la sangu¨ªnea. Y repiti¨® ante su abogada, su pa?o de l¨¢grimas, como ignorante de que quiz¨¢s sus malas acciones en el ciclismo tuvieran m¨¢s que ver con su presencia entre los acusados que la mala prensa: ¡°La presi¨®n medi¨¢tica arruin¨® mi consulta, caus¨® da?o psicol¨®gico a mis hijos y a mi persona y, estoy convencida, la muerte a mi padre¡±.
Con las lecciones recibidas de Fuentes, y con menos tablas, Labarta intent¨® desactivar todos los datos de la investigaci¨®n ¡ªla serie de corredores, Botero, Sevilla, Guti¨¦rrez, Heras, Mancebo, a los que ¨¦l entrenaba y Eufemiano arreglaba la sangre¡ª que mostraban su estrecha relaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de la amistad personal, con el ginec¨®logo canario. Y cuando no pudo, olvido al canto ¡ª ¡°me perd¨ªa con los motes¡±, dijo, para evitar identificare algunos de los sobrenombres eufemi¨¢nicos, aunque s¨ª se acordaba de que ¨¦l era Macario y Bigotes¡ª y admisi¨®n a medias: sab¨ªa que las pr¨¢cticas de transfusi¨®n est¨¢n prohibidas por las normas antidopaje, y por eso, concluy¨®, ¡°el doctor Fuentes¡±, tan sensible y considerado con sus amigos, no le quiso involucrar en esas pr¨¢cticas.
El maestro Fuentes, cuyo interrogatorio por su defensa (perfectamente centrado en demostrar lo inocuo y la bondad m¨¦dica de sus pr¨¢cticas) dio inicio a la jornada, lo bord¨® en su papel de bondad ofendida. Con gran dominio de la dramaturgia supo mantener despierta la atenci¨®n de toda la sala con el uso moderado de su histrionismo y el lanzamiento de peque?as bombas de humo medidas.
¡°Soy la apestada¡±, lament¨® su hermana Yolanda. ¡°El acoso medi¨¢tico me arruin¨®¡±
Despu¨¦s de repetir varias veces, un d¨ªa m¨¢s, que gracias a sus transfusiones sus ciclistas ni eran viscosos ni an¨¦micos, sino naturales ¡ªlo que sonrojar¨ªa a los especialistas hemat¨®logos, que consideran que bajar porque s¨ª el hematocrito de un deportista con una extracci¨®n no supone ning¨²n beneficio para su salud, y que su descenso de hematocrito refleja una pseudoanemia debida a la diluci¨®n de la sangre m¨¢s que al descenso de gl¨®bulos rojos, y que no se cura con una reinfusi¨®n¡ª, en un momento dado, con el fin de desacreditar el futuro testimonio de Jes¨²s Manzano, el exciclista de Kelme que figura como acusaci¨®n particular y testigo de cargo, comenz¨® como compungido, como obligado por su conciencia a decir algo que no le gustar¨ªa tener que decir para acabar declarando que Manzano quiso que ¨¦l se encargara de su preparaci¨®n, pero que ¨¦l se neg¨® porque sab¨ªa que consum¨ªa ¡°coca¨ªna¡±, lo que es muy peligroso para la salud de un deportista.
El verdadero momento estelar lleg¨® unos minutos m¨¢s tarde, en el turno de aclaraciones de la acusaci¨®n y para brillar, Fuentes, que hizo como aquel que se debate entre la raz¨®n ¡ªel objetivo de dejar que el juicio solo juzgue si hizo bien las transfusiones, no consideraciones ¨¦ticas sobre el deporte o el dopaje¡ª y el coraz¨®n ¡ªla necesidad de decir lo que sabe y lo que espera medio mundo, nombres excelentes¡ª, necesit¨® del concurso de la jueza, Julia Patricia Santamar¨ªa Matesanz, con quien interpret¨® un vibrante duetto. ¡°Si usted me lo pide, se?or¨ªa¡±, le dijo, donjuanescamente, a la juez, Fuentes, quien se hab¨ªa negado a contestar a la demanda de una acusaci¨®n, ¡°le identifico todos los c¨®digos de las bolsas de mis clientes¡±. Y, por detr¨¢s, el abogado del CONI presionaba: p¨ªdaselo, p¨ªdaselo. Tensi¨®n, intriga, ni una mosca se o¨ªa en la sala. Y la juez habl¨®: ¡°No, no se lo voy a pedir. En este punto prevalece el derecho de la defensa a no contestar, y yo no le voy a pedir que lo haga¡±. Y un quejido de frustraci¨®n, un ?bah! colectivo de incredulidad supli¨® al silencio en la sala.
El viernes declarar¨¢n los otros dos acusados, Manolo Saiz y Vicente Belda.
El misterioso folio 864
La locuacidad proverbial de Fuentes, dispuesto toda la sesi¨®n a explicar todos los documentos que le ense?aban del sumario choc¨® con el folio 864. Cuando la fiscal le pidi¨® lo que significaba, si ah¨ª se hablaba de sueldos para Merino Batres, el hemat¨®logo ausente, y Labarta (IGN, de Ignacio), protest¨® su abogado, y Fuentes, siguiendo su consejo, decidi¨® no contestar. Y cuando poco despu¨¦s le pidi¨® la fiscal lo mismo a Labarta (pues trataba de probar que entre Fuentes y el entrenador aragon¨¦s hab¨ªa algo m¨¢s que amistad), el exdirector del Kelme dijo que no sab¨ªa lo que era, ni que significaban los n¨²meros que le reportaban tantos euros bajo su columna. ¡°Y no s¨¦ qui¨¦n es Manos Peq.¡±, a?adi¨®.
Si para la acusaci¨®n lo importante del papel estaba en su parte superior, para los presentes resultaban m¨¢s misteriosas las inscripciones inferiores de un papel con letra de Fuentes referido al a?o 2003. As¨ª, el mundo se qued¨® sin saber qu¨¦ significaba el RSOC (?un equipo?) que encabezaba una columna paralela a otra llamada KELM con cifras que parecen ser las de un pedido de diversos medicamentos al proveedor de Fuentes en Alemania, Markus Choina.
El fin de Pipe G¨®mez
El d¨ªa en que para Fuentes el plasma dej¨® de ser po¨¦ticamente opalescente para quedarse en vulgar amarillo, se produjo la primera v¨ªctima colateral del proceso. Y sali¨® de donde menos pod¨ªa esperarse, con la primera pregunta del abogado de Manolo Saiz al m¨¦dico, un dardo lanzado directamente contra el Consejo Superior de Deportes (CSD):
¡ª?Fue cliente o paciente suyo Pipe G¨®mez?
¡ªS¨ª.
¡ª?Objet¨® a sus m¨¦todos?
¡ªNunca.
¡ª?Sab¨ªa que el CSD le nombr¨® director general de la fundaci¨®n Deporte Joven?
Pocas horas despu¨¦s de que Fuentes refrescara una informaci¨®n p¨²blica, el presidente del CSD, Miguel Cardenal, acept¨® la dimisi¨®n en la fundaci¨®n de Pipe G¨®mez, de 38 a?os, quien corri¨® en el Kelme entre 1998 y 2002. Dej¨® el ciclismo a los 29 a?os y es desde 2007 presidente de la ACP, el sindicato de ciclistas espa?oles. ¡°Fuentes era el m¨¦dico del Kelme y por eso me llev¨® a m¨ª¡±, dijo G¨®mez, quien neg¨® adem¨¢s que le administrara sustancias dopantes.
Dentro de unas semanas, el segoviano a quien un s¨ª de Eufemiano cambi¨® la vida pedir¨¢ a la asamblea de ciclistas que decida sobre su presidencia.
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