El portero que no sab¨ªa gritar
Casilla, guardameta del Espanyol, super¨® su timidez antes de sobresalir en los balones a¨¦reos
El jueves por la ma?ana tocaba sesi¨®n de v¨ªdeo, esa que dura una media hora y que hacen los porteros cada dos semanas para repasar las jugadas cr¨ªticas, con sus errores y aciertos. A falta de Cristian ?lvarez, convocado con la selecci¨®n argentina, se reunieron el preparador blanquiazul de guardametas, Tommy N'Kono, y el portero Kiko Casilla (Alcover, Tarragona; 1986), protagonista de los v¨ªdeos ¡ªlos duelos eran ante el Levante y el Zaragoza¡ª porque se ha cobrado el puesto bajo los palos por su seguridad y fiabilidad, acentuada en los balones a¨¦reos. ¡°Grito ?voy! o ?yo! y los defensas saben que ese bal¨®n es m¨ªo¡±, cuenta con cierto orgullo Casilla, sabedor de que ese es uno de sus fuertes y que hoy se mide con el Athletic en San Mam¨¦s. Pero lograr que retumbara su voz sobre el murmullo colectivo le cost¨® lo suyo.
Lo pas¨¦ fatal hasta que un d¨ªa, el entrenador me dijo: ¡®O gritas y mandas, o te marchas¡± Kiko Casilla
Acostumbrado a ser el epicentro del equipo de su pueblo, hasta el punto de que jugaba a la vez en infantiles (de portero) y cadetes (mediocentro), se encasquill¨® un pelo el pase al N¨¤stic. ¡°Cuando quise ficharle, apenas hablaba por su timidez¡±, recuerda Franc Artigas, entonces responsable del Cadete B tarraconense; ¡°y no sab¨ªa qu¨¦ hacer, si seguir con el f¨²tbol o imitar a su hermano Jos¨¦ Antonio, que es internacional con la selecci¨®n de Espa?a de voleibol¡±. Pero la irrupci¨®n de Javi Robles, que dirig¨ªa al Cadete A (ahora al juvenil) y que se enfrent¨® con Casilla por casualidad en un torneo 24 horas de f¨²tbol sala de Alcover, decant¨® la balanza a favor del bal¨®n de f¨²tbol. Retoma la palabra Artigas: ¡°Lleg¨® al Cadete B, pero era tan bueno que en dos semanas ya lo hab¨ªan ascendido con Robles¡±. Por entonces, Casilla multiplicaba sus manos, pero apenas se atrev¨ªa a hablar en el campo, gritar, imponerse. ¡°Lo pas¨¦ fatal porque era t¨ªmido y me daba mucha verg¨¹enza¡±, recuerda; ¡°hasta que un d¨ªa, el entrenador me dijo: ¡®O gritas y mandas, o te marchas¡±. Lo recuerda Robles: ¡°Era un portero con una gran planta, incre¨ªble en todo menos en el mando y la autoridad. Y llegu¨¦ a exig¨ªrselo as¨ª porque era demasiado introvertido¡±.
Palabras, en cualquier caso, que agitaron la tranquilidad de Casilla, portero vocacional ¡ª¡°era de los que ped¨ªa guantes a los Reyes Magos¡±, confiesa¡ª, que se esmer¨® en ampliar los decibelios de sus chillidos. Surti¨® efecto; seis meses m¨¢s tarde, lo fich¨® el Madrid. ¡°All¨ª me cost¨® menos soltarme y en el Espanyol, ya nada de nada¡±, desvela. Una virtud que le ha servido para gobernar en el ¨¢rea chica y mecer esos balones a¨¦reos, tan complicados para cualquier portero. Casilla lo tiene claro. ¡°Me ayuda la altura [mide 1,92 metros], hay bastante de confianza y otro mucho de trabajo. Tambi¨¦n se aprende de los errores¡ Pero agarrar los balones cruzados no tiene nada de intuici¨®n porque no puedes salir antes de que salga la pelota¡±. N¡¯Kono, adem¨¢s, refuerza esa excelencia. Por un lado, estudian los lanzadores, si tiran con el interior o con el empeine ¡ª¡°m¨¢s f¨¢cil los que le pegan con el interior porque cogen rosca y van m¨¢s flojos¡±, cuenta Casilla¡ª; y, por el otro, dividen el campo en cinco zonas, donde se parte de la situaci¨®n de la pelota para aclarar la colocaci¨®n del portero. ¡°En la zona 5, el cuero va desde un poco m¨¢s atr¨¢s del centro del campo hasta la parcela de tres cuartos. En la zona 4, alcanza el borde del ¨¢rea¡ y as¨ª hasta el ¨¢rea peque?a¡±, explica Casilla. Y abunda: ¡°A m¨ª me gusta m¨¢s blocar que despejar de pu?os porque as¨ª no doy opci¨®n a una segunda jugada y porque no es f¨¢cil despedir la bola en la direcci¨®n deseada¡±. Aunque sus guantes guardan un secreto.
¡°Me gusta m¨¢s blocar que despejar de pu?os porque as¨ª no doy opci¨®n a una segunda jugada¡± Kiko Casilla
Inflexible en que deben ser blancas, le pidi¨® a la marca Ho Soccer que le retocaran las manoplas. ¡°Adem¨¢s de ponerme el nombre de mi hija, Ainara, quer¨ªa que quitaran una zona donde hay pelos a cambio de una tela tipo chubasquero. As¨ª, cuando los mojo, no pesan tanto y agarro igual¡±. Y el equipo agradece su fiabilidad. ¡°Es muy bueno en los balones a¨¦reos y nos da mucha confianza¡±, cuenta el central Colotto. ¡°Nos da mucha seguridad. Tanto a bal¨®n parado como en los centros laterales¡±, abunda Capdevila. Poco queda ya de ese portero que no gritaba ni mandaba. ¡°Ahora soy un peque?o entrenador bajo los palos. No chill¨® demasiado, pero s¨ª que tengo que estar permanentemente corrigiendo o avisando a los compa?eros de posibles peligros¡±, advierte Casilla. ¡°Se le oye bien, s¨ª¡±, bromea Capdevila. Justo lo que le faltaba.
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