El Deportivo se desploma

El Deportivo se viene abajo. Lo hace entre reproches, lamentos y el previsible desapego hacia una plantilla en la que abundan los temporeros, el ¨²nico proyecto posible en un club que primero se ahog¨® en los despachos y ahora lo hace sobre el c¨¦sped, derrotado en su en¨¦sima final de los dos ¨²ltimos meses ante un Granada que en los siete ¨²ltimos d¨ªas, justo desde la llegada de Lucas Alcaraz, se ha situado en una inmejorable posici¨®n para culminar el objetivo de la salvaci¨®n, seis puntos sobre el descenso, nada menos que diez y el golaverage sobre el Deportivo, colista, al que ya se le acaban los rivales a perseguir en la pelea por dejar al menos tres por detr¨¢s. Sin soluciones por parte de los futbolistas, la grada no tuvo piedad. Apunt¨® primero al c¨¦sped, pero acab¨® por disparar a lo m¨¢s sagrado, al hombre al que nadie hab¨ªa puesto en la diana, al que edific¨® el milagro del Deportivo y gest¨® un gigante que en realidad nunca dej¨® de ser un modesto. Una parte significativa de la afici¨®n del Deportivo grit¨® lo que nadie en 25 a?os se hab¨ªa atrevido a gritar: ?Lendoiro, dimisi¨®n! Al t¨¦rmino del encuentro, el presidente se reuni¨® con Domingos Paciencia que le puso su cargo a disposici¨®n.

Hay detalles en los partidos que son los mejores delatores. Ocurri¨® mediada la primera parte, tras un inocuo trasteo de media hora. Assun?ao recogi¨® la pelota en su posici¨®n de mediocentro y, sin excesivos apoyos, se qued¨® petrificado entre los abucheos de parte de la grada, no hace tanto entregada, ahora enojada. Sin apoyos, sin lucidez, termin¨® por tomar la soluci¨®n m¨¢s sencilla, la cesi¨®n a Aranzub¨ªa, que se quit¨® la pelota de encima para mandarla a los pies de un rival. Ese es el Deportivo. Demasiados desastres le paralizan, sin dinero en la caja, sin f¨²tbol sobre el c¨¦sped, qui¨¦n sabe si en los estertores de un ciclo glorioso, un equipo que ha mutado sin medida en demasiados ¨¢mbitos. En lo que se percibe sobre el verde, el cambio de t¨¦cnico no lo ha mejorado. Quiso cerrar el grifo de la sangr¨ªa goleadora que sufr¨ªa con Oltra, pero ha vestido un santo para desvestir otro porque por el camino se ha quedado sin gente que maneje la pelota con pausa y criterio en mediocampo. El plan puede valer ante equipos superiores, siempre que tampoco se concedan ventajas en forma de autoexpulsiones, pero chirr¨ªa ante los que le esperan. Assun?ao y Berganti?os son una mala mezcla porque ambos est¨¢n dotados para jugar en la cabeza del ¨¢rea, pero fracasan cuando se descuelgan o combinan. Berganti?os es un futbolista ejemplar por entrega y casta, pero se ve obligado a transitar por terrenos que no son los suyos mientras tipos como Dom¨ªnguez o Valer¨®n le ven desde el banquillo.

El Granada se tap¨®, no arriesg¨® y se esforz¨® como s¨®lo lo hacen los equipos solidarios

Ocurre adem¨¢s que, en esas situaciones, cuando todo puede salir mal sale peor. Y el Deportivo anda en esas. El Granada se tap¨®, no arriesg¨® y se esforz¨® como s¨®lo lo hacen los equipos solidarios. Y marc¨® dos goles en cinco minutos, justo antes y despu¨¦s del descanso, cuando m¨¢s le puede doler al oponente, que sinti¨® esos golpes como dos directos a la mand¨ªbula. El primero lleg¨® en los ¨²ltimos segundos de la primera parte, justo despu¨¦s de que Riki desperdiciara la ¨²nica ocasi¨®n de gol creada en tres cuartos de hora, hasta cuatro pupilos de Domingos fueron incapaces de frenar al cori¨¢ceo Nyom, que cabalg¨® hasta la l¨ªnea de fondo para sacar un globo que remat¨® Nolito en el segundo palo. La pelota golpe¨® en el larguero, un poste y el cuerpo de Marchena para besar la red justo diez. El segundo en la siguiente aproximaci¨®n al ¨¢rea, una acci¨®n en la que Siqueira puso en evidencia a Manuel Pablo para regalar el gol a Ighalo. El lateral se fue expulsado al final, desesperado ante un penalti intrascendente que vali¨® el tercer gol del Granada.