El Atl¨¦tico se pierde en Vallecas

¡°Esto es Vallecas¡±, jaleaba orgulloso el speaker del Rayo jugando con la m¨ªstica del This is Anfield de Liverpool. Un aviso en el preludio del partido del que nunca se enter¨® el Atl¨¦tico. Se perdi¨® el equipo de Simeone en Vallecas. Nunca se encontr¨®. Le faltaron referencias en todas las l¨ªneas. Flaque¨® la defensa por los costados y por el medio y se desorient¨® el medio del campo. Sucumbi¨® el Atl¨¦tico a la atrevida propuesta de Paco J¨¦mez, un entrenador al que en los entrenamientos se le escucha vocear: ¡°Si disfrutamos tocando ahora tambi¨¦n disfrutaremos en los partidos¡±.

Disfrut¨® el Rayo y sufri¨® el Atl¨¦tico, condenado a perseguir la pelota desde que pasaba por las botas de Javi Fuego y Trashorras. Entre ambos le hicieron pasar uno de los peores ratos que se recuerdan a Gabi y a Mario Su¨¢rez. Javi Fuego siempre jug¨® ah¨ª, siempre bien colocado y de toque f¨¢cil, pero Trashorras no. Extremo, mediapunta y ahora destinado a organizar cerca de la l¨ªnea medular. La madurez le ha hecho ahora m¨¢s futbolista que cuando fue una perla de La Masia y un fichaje rel¨¢mpago para la cantera del Madrid. Desde esa pulcritud con la pelota, valiente, siempre queriendo salir jugando desde atr¨¢s el Rayo desfigur¨® la pizarra de Simeone.

Solo tard¨® tres minutos en hacer da?o real. Un pase filtrado de Casado a la espalda de Juanfran que persigui¨® Piti y un centro raso de este lo machac¨® Lass. La jugada retrat¨® a toda la defensa rojiblanca. A Juanfran primero, pero despu¨¦s a Cata D¨ªaz, que no acert¨® a despejar y m¨¢s tarde a Filipe Luis que no cerr¨® y no se percat¨® de la llegada traicionera de Lass a su espalda.

Desde que vencieran al Granada en noviembre, los de Simeone suman un punto fuera de casa

Nunca se sinti¨® c¨®modo el Atl¨¦tico en ni con las dimensiones del terreno de juego, ni con la decisi¨®n de Paco J¨¦mez de jugar con un nueve mentiroso como Leo Baptistao, al que tambi¨¦n ayud¨® el Chori Dom¨ªnguez en la tarea de desorientar a los centrales rojiblancos. El Rayo toca, burla y se permite licencias que adoptan el propio Bar?a o la selecci¨®n espa?ola para orgullo de su hinchada, que cantaba henchida ¡°a las armas¡± mientras su equipo somet¨ªa a un rondo limpio y fluido al Atl¨¦tico.

Hizo un amago de levantamiento el equipo de Simeone con un cabezazo mal orientado de Falcao con todo a su favor y una serie de saque de esquinas que en Vallecas son casi faltas laterales. No hubo mucho m¨¢s de los futbolistas de Simeone, pero s¨ª del Rayo, envalentonado, convencido y crecido con la pelota corriendo de pie a pie de sus futbolistas. En una de esas combinaciones, Filipe Luis se olvid¨® de su espalda y emergi¨® Lass de nuevo. Esta vez fue centrar al primer palo y por all¨ª apareci¨® Leo Baptistao para ense?ar una de sus grandes virtudes: la anticipaci¨®n para convertirse en un llegador letal. Gan¨® las d¨¦cimas justas en su desmarque para meter la puntera y poner al Rayo con dos goles de ventaja ante el que probablemente ser¨¢ su equipo la pr¨®xima temporada. No toc¨® muchos balones, pero cuando lo hizo siempre estuvo cargado de intenciones concretas, un toque para descargar, una pared o una arrancada con su zancada larga. Cuando fue sustituido la afici¨®n rayista le agradeci¨® su compromiso y su gol pese a la carga que para ¨¦l ten¨ªa el partido.

Los dos goles fueron ya demasiado para el Atl¨¦tico, al que el transcurrir del curso le ha configurado dos asuntos pendientes: le cuesta remontar cuando se pone por detr¨¢s en el marcador y fuera de casa su bagaje es desolador desde que en noviembre ganara en Granada. Desde entonces solo ha sumado un punto a domicilio, donde ha ca¨ªdo con todos los equipos de la zona alta: Valencia, Real Madrid, Barcelona y ahora el Rayo. Los rojiblancos, que mantienen el segundo puesto de la tabla con cuatro puntos de ventaja sobre el Madrid, se quedan ya a 12 del Bar?a.

Fue Adri¨¢n el que pag¨® el desastre del primer tiempo, pero tampoco Arda consigui¨® conectar a su equipo al partido. Control¨® un poco m¨¢s el juego, pero no tuvo profundidad. No encontr¨® combinaciones Koke y tampoco espacios para llegar Ra¨²l Garc¨ªa. Filpe Luis en un arranque obstinado se plant¨® ante Rub¨¦n, que le sac¨® el mano a mano tapando con el cuerpo en una salida de manual. Muy poco para derrotar a un equipo que contradice que el toque solo pertenece a la clase alta. En Vallecas reside y fluye.