El ¡®Tour¡¯ de los juzgados
Ciclistas implicados, como Basso, Jacksche y Beloki, comparecen esta semana como testigos
Cuando se refieren a ellos en el juicio, las partes ¡ªabogados a uno y otro lado de la juez, defensores a la izquierda, acusadores a la derecha, fiscal¡ª dudan sobre qu¨¦ tratamiento darles ¡ª?pacientes? ?clientes?¡ª, a veces usan ambos indistintamente y a veces ambos a la vez ¡ªpacientes/clientes¡ª, pero seguramente, siguiendo el pensamiento profundo del principal acusado, Eufemiano Fuentes, se les podr¨ªa llamar primos y no equivocarse en mucho.
Son los deportistas, a los que el m¨¦dico canario tanto quer¨ªa y que tanto dinero le dejaban, objeto de sableo: entre 6.000 y 10.000 euros por persona, a mayores (las igualas, seg¨²n los documentos intervenidos variaban entre 30.000 y 70.0000 euros anuales, medicamentos aparte), por tener acceso a la m¨¢quina ACP-215, la congeladora de sangre, el contenido premium de los servicios de transfusiones Fuentes & C¨ªa. Seg¨²n publica hoy la revista Intervi¨², los beneficios que el especialista en ginecolog¨ªa por la Universidad de Navarra extra¨ªa de sus tratamientos terap¨¦uticos a base de transfusiones de sangre no eran escasos, y los recib¨ªa en efectivo ¡ªbenditos billetes de 200 y 500 euros¡ª de manos de los clientes nacionales y por transferencia a una cuenta suiza por parte de los extranjeros. En 2012, Hacienda abri¨® diligencias previas contra Fuentes por un presunto delito fiscal. Los inspectores estimaron que hab¨ªa dejado de ingresar entre 2005 y 2006 una cantidad total de m¨¢s de 516.000 euros, lo que, calculando sobre una base del 30%, la vigente entonces, significar¨ªa que dej¨® de declarar unos ingresos por esos dos a?os de mill¨®n y medio de euros.
Los inspectores estimaron que entre 2005 y 2006? dej¨® de declarar unos ingresos de mill¨®n y medio de euros
¡°Dejar ahora, por un mes que queda para terminar de sablear a esta gente, dejar de ganar un mont¨®n de dinero, a m¨ª me parece una tonter¨ªa¡¡±, le dice a su socio, el sabio hemat¨®logo Jos¨¦ Luis Merino Batres, en una conversaci¨®n telef¨®nica intervenida dos d¨ªas antes de la detenci¨®n. Es un momento tremendo. Merino se ha llevado de la pizzer¨ªa (el piso de Alonso Cano 53 donde se congelaba la sangre), las dos m¨¢quinas congeladoras por la deuda que mantiene con ¨¦l Fuentes. Y este trata de convencerle de seguir al menos hasta terminar los preparativos para el Tour de 2006. Si no, le dice Fuentes, vuelvo a hacerlo como antes, sin congelar. Finalmente le convence. Merino devuelve las m¨¢quinas a tiempo para que la Guardia Civil, que acelera su operaci¨®n temiendo encontrarse con las manos vac¨ªas en los registros, se encuentre con ellas en gozosa escena. Pero la clave era ¡°sablear¡± a unos deportistas que protegieron mientras pudieron, neg¨¢ndolo como debe ser, a su m¨¦dico amigo.
Unos cuantos de ellos, todos ciclistas, pasar¨¢n esta semana, en carne y hueso o en imagen cat¨®dica, por la madrile?a macrosala de Juli¨¢n Camarillo en lo que ser¨¢ la tercera semana del juicio de la Operaci¨®n Puerto para declarar como testigos. Ser¨¢n solo ciclistas no porque los ¨²nicos clientes/pacientes/primos de Fuentes lo fueran, que tambi¨¦n se sabe que trat¨® con atletas y con equipos de f¨²tbol, al menos, sino porque en el banquillo, acompa?¨¢ndolo, solo hay gente del ciclismo, su hermana Yolanda, m¨¦dica del Kelme, los exdirectores, Belda, Saiz y Labarta. Sobre ellos les preguntar¨¢n a un pelot¨®n compuesto de excorredores y de ciclistas a¨²n en activo y que disputar¨¢ otra carrera, una prueba sin premio y solo con vencidos, sin vencedores. Un pelot¨®n que, dolorosamente, sin embargo, no ser¨¢ homog¨¦neo.
Hay una corriente idealista que habla de una Arcadia ciclista en la que todos, los del pasado y los del presente, convivir¨¢n id¨ªlicamente despu¨¦s de haber vaciado su alma, hecho las paces consigo mismos y renegado del diablo doping. La realidad, sin embargo, est¨¢ hecha de seres cuyo primer instinto, y primera necesidad, es la mera supervivencia: su testimonio jurado, su memoria, les pregunten sobre si conocieron, trataron, pagaron, se sometieron, a Eufemiano Fuentes, o si tuvieron problemas de salud por sus tratamientos, o si Manolo Saiz o Belda les obligaron a tratar con ¨¦l, o por otros compa?eros que pudieron compartir tratamientos, no estar¨¢n guiadas por la verdad solamente, sino por la necesidad y el c¨¢lculo.
La mayor¨ªa de los que declarar¨¢n realizar¨¢n la triple negaci¨®n: no conoc¨ª a Fuentes, no me somet¨ª a ninguna transfusi¨®n, nunca fui al laboratorio de Merino Batres
Hoy ser¨¢ interrogado un representante de, por as¨ª decirlo, cada una de las tres tendencias que se exhibir¨¢n durante la semana, tres aproximaciones morales tambi¨¦n: un arrepentido colaborador; un arrepentido a medias; un negacionista. El primero es el alem¨¢n Jorg Jacksche, que fue sancionado y habl¨®, dio nombres y recibi¨® coces, comprobando de manera pr¨¢ctica lo que m¨¢s tarde convertir¨ªa en discurso. ¡°El ciclismo¡±, dijo cuando le interrog¨® la polic¨ªa alemana, un interrogatorio que figura en el sumario de la Operaci¨®n Puerto, ¡°no es un deporte de mafiosos. Es, simplemente, un mundo sin escr¨²pulos¡±. Quer¨ªa decir Jacksche que la mafia sab¨ªa cuidar a los que ca¨ªan, les pagaba el silencio, no as¨ª el ciclismo, que deja tirados a los suyos. ¡°Bjarne Riis [su director en el CSC] me dijo que no podr¨ªa ayudarme, que no podr¨ªa hacer nada¡±.
El medio confeso es Ivan Basso, identificado como n¨²mero 2, Birillo, quien atrapado por las pruebas reconoci¨® a su CONI que s¨ª, que ten¨ªa preparadas unas bolsas para el Giro 2006, en el que arras¨®, pero que nunca las us¨®, que lo pens¨® mejor. Logr¨® as¨ª el italiano, llevando la contraria a todo lo que se puede extraer del sumario, que su sanci¨®n inevitable no incluyera la p¨¦rdida de su primer Giro y poder volver casi un m¨¢rtir a ser ciclista en un gran equipo y a ganar un segundo Giro en 2010.
Los dem¨¢s, la tercera v¨ªa, son los espa?oles, los que callan y esperan que deje de llover. Testificar¨¢ hoy Marcos Serrano, a quien seguramente le preguntar¨¢n por un sms que le envi¨® su chica, Clara, a Fuentes el 23 de mayo a las 14.30, y que no encontr¨® respuesta (el m¨¦dico estaba ya detenido entonces: ¡°Hola, soy Clara, la mujer de Serrano. Podr¨ªa comentar algo de Marcos¡±). La Guardia Civil lig¨® este mensaje a la enfermedad de Marcos Serrano, quien probablemente por la administraci¨®n de un suero o una alb¨²mina en mal estado, sufri¨® un shock anafil¨¢ctico que forz¨® su abandono del Giro 2006, su ingreso en un hospital italiano y su traslado a otro centro vigu¨¦s.
Pese a las evidencias, Serrano, del Liberty, el n¨²mero 13 de la lista de Fuentes presuntamente (Alcalde, su apodo) nunca reconoci¨® nada. La mayor¨ªa de los que declarar¨¢n ma?ana (?ngel Vicioso, que sigue en activo, Isidro Nozal, Joseba Beloki, Unai Osa y David Etxebarria), ya realizaron la triple negaci¨®n (no conoc¨ª a Fuentes, no me somet¨ª a ninguna transfusi¨®n, nunca fui al laboratorio de Merino Batres) bajo juramento en invierno de 2007, cuando la investigaci¨®n judicial. No se espera, por supuesto, que se muevan una coma de lo dicho. ?O quiz¨¢s s¨ª?
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