El Depor ¡®revive¡¯ a V¨¢zquez

El d¨ªa grande del Carnaval coru?¨¦s el Deportivo estrenar¨¢ su tercer entrenador de la temporada. No hab¨ªa un baile igual desde que en la campa?a 1987-88, justo la anterior a la llegada de Augusto C¨¦sar Lendoiro a la presidencia, desfilaron por el club Eusebio R¨ªos, Luis Rodr¨ªguez Vaz y Arsenio Iglesias, que finalmente rescat¨® al club del descenso a Segunda B, y una m¨¢s que probable hecatombe institucional, con un gol en el minuto 94 del ¨²ltimo partido de Liga. Ahora es otro t¨¦cnico gallego, Fernando V¨¢zquez, el encargado de obrar un nuevo milagro sobre las brasas de otro descenso y de nuevo con la entidad en una precaria situaci¨®n econ¨®mica. No tuvo dudas. Recibi¨® la llamada del Deportivo a la una de la madrugada de ayer y de inmediato recorri¨® los sesenta kil¨®metros que separan Santiago de A Coru?a para reunirse con Lendoiro.

Trayectoria de Fernando V¨¢zquez

- Racing de Ferrol: 1991-94.

- Club Deportivo Lugo: 1994-95

- Compostela: 1995-98.

- Real Oviedo: 1998-99

- Mallorca: 1999-2000

- Betis: 2000-2001

- Las Palmas: 2001-2002

- Rayo Vallecano: 2002-2003

- Valladolid: 2003-2004

- Celta: 2004-2007.

V¨¢zquez llega a Riazor, su destino m¨¢s deseado, deportivista de cuna como es. La meta anhelada cuando su figura como t¨¦cnico se abocaba al olvido. No trabaja en los banquillos desde que en abril de 2007 el Celta le destituy¨® justo cuando en la jornada 29 el equipo cay¨® por primera vez a puestos de descenso. Dos de sus tres experiencias anteriores, Rayo Vallecano y Valladolid hab¨ªan tenido id¨¦ntico final. La tercera, con Las Palmas, la hab¨ªa conseguido completar, pero tambi¨¦n hab¨ªa finalizado en descenso. Decepcionado por los resultados, pero tambi¨¦n se?alado por ellos, se alej¨® del f¨²tbol. Cuando quiso regresar no encontr¨® acomodo. Rechaz¨® ofertas para entrenar en Segunda Divisi¨®n a C¨¢diz y Ponferradina, restringi¨® su contacto con los medios de comunicaci¨®n, apenas limitado a los comentarios de partidos de la Liga de Campeones en la Televisi¨®n de Galicia. "Quiero demostrar que Fernando V¨¢zquez sigue vivo", apunta.

Volc¨¢nico con los ¨¢rbitros, de los que sufri¨® varias expulsiones consecutivas en su ¨²ltima etapa en activo, audaz para conceder oportunidades a los j¨®venes de la cantera, V¨¢zquez es el entrenador que demostr¨® que se pod¨ªa triunfar en el f¨²tbol sin haber dado antes patadas a un bal¨®n, el que dio vuelo a promesas como Joaqu¨ªn, Diego Trist¨¢n, Rub¨¦n Castro, Capi o G¨¹iza. M¨¢s atr¨¢s queda su empleo como profesor de ingl¨¦s en un instituto o su eclosi¨®n cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Caneda le confi¨® las riendas del Compostela para llevarlo a ser subcampe¨®n de invierno, epopeya de la que se acaban de cumplir 17 a?os. Ahora, ya cerca de los 60, V¨¢zquez asume una complicada misi¨®n, la de reanimar a un colista golpeado por su ¨²ltima derrota en casa ante el Granada y el abandono de su entrenador, Domingos Paciencia. El t¨¦cnico luso, en una decisi¨®n sobre la que se discute si es cobarde u honrada, rompi¨® el v¨ªnculo con el Deportivo, una entidad en proceso concursal que no paga salarios desde el inicio de temporada, en la madrugada del domingo al lunes. Fue su segundo intento, porque apenas 24 horas nada m¨¢s caer ante el cuadro andaluz lo hab¨ªa intentado a¨²n en los vestuarios de Riazor. Cuarenta d¨ªas despu¨¦s de llegar con sus tres ayudantes y entre el estr¨¦pito de quien tiene rango de estrella en Portugal, Domingos se fue de puntillas y con un comunicado en el que alude a errores, pero tambi¨¦n a "la mala fortuna y los errores arbitrales". Durante su breve interregno el club trat¨® de reforzarse incorporando a tres futbolistas con pasaporte portugu¨¦s: Assun?ao, Silvio y Kak¨¢. Los dos ¨²ltimos estuvieron el ¨²ltimo partido junto a ¨¦l en el banquillo. "La plantilla est¨¢ desequilibrada", hab¨ªa lamentado d¨ªas atr¨¢s.

En todo caso, uno de los capitanes del equipo, Manuel Pablo, alerta que la unidad en la caseta es total. "No hay ni portugueses, ni gallegos, ni canarios, ni colombianos, somos un equipo", explica antes de aludir a la decisi¨®n de Domingos. "Por si pensaba que el vestuario estaba dividido hacia ¨¦l, los capitanes le dijimos que no era as¨ª, pero si no se sent¨ªa con fuerzas y se ve¨ªa derrotado¡­ nosotros tenemos que coger confianza y si el entrenador no la tiene es peor. Necesitamos gente que venga con ganas". Pocos pueden tener m¨¢s que V¨¢zquez. "Estuve dos a?os sin querer trabajar, pero luego o no me convenc¨ªa lo que me ofrec¨ªan o simplemente era que no me llamaban. Estar en el Deportivo me emociona", asegura. Y se pone una meta que adem¨¢s garantizar¨ªa su continuidad en Riazor: "Ganar ocho partidos". Tambi¨¦n es la de Lendoiro, que no esconde la realidad. "Nos estamos jugando mucho. No es lo mismo un Deportivo en Primera que en Segunda".