Por la autopista en sentido contrario
El ¡®centro de transfusiones¡¯ de Fuentes chocaba con toda la legislaci¨®n sanitaria
El d¨ªa, brotes de primavera en la calle sucia, comenz¨® ontol¨®gico.
?¡ª?Qu¨¦ es la sangre?, le pregunta la fiscal a un perito de la Agencia Espa?ola del Medicamento (AEM).
¡ªLa sangre es la sangre, y es una, responde el experto.
Es una respuesta perfecta, pero la fiscal quiere algo m¨¢s. ¡°?Pero es la sangre un medicamento?¡±, insiste la fiscal, amante de machacar incansable en fr¨ªo el hierro. Se juzga por un delito contra la salud p¨²blica a Eufemiano Fuentes, quien puso en marcha un centro propio, privado, secreto y escasamente altruista, de transfusiones de sangre, y a sus presuntos colaboradores, y es necesario atar todos los cabos, cerrar v¨ªas de escape a las defensas. ¡°La sangre es la sangre¡±, repite el farmac¨®logo, y lo explica: ¡°Otra cosa es quien la regula. Si la regulara la ley del Medicamento, como ocurre en otros pa¨ªses, ser¨ªa un medicamento, pero como la regula directamente la ley de salud p¨²blica, pues no lo es¡±.
El destino de Fuentes, su condena, consiste principalmente en contemplar en silencio, sin posibilidad de intervenir, c¨®mo su pasado le visita sin clemencia. Ese pasado tuvo hasta ahora la cara de sus clientes/pacientes. Ayer cobr¨® la forma de la legislaci¨®n vigente, que tampoco tuvo una mirada clemente hacia las actividades de quien ya podr¨ªa ser considerado, con todos los honores, el mago del dopaje.
Horas m¨¢s tarde cerr¨® el argumento, y lo ampli¨®, Manuel O?orbe, que era director general de Salud P¨²blica en 2006, cuando tuvo lugar la Operaci¨®n Puerto. Las defensas, que se hab¨ªan frotado las manos oyendo aquello de que la sangre no es un medicamento (una interpretaci¨®n del c¨®digo penal entiende que no hay delito contra la salud si no andan medicamentos por medio), declinaron interrogarle por considerar que no hab¨ªa elaborado el informe sobre el que se debat¨ªa. Y, silenciosas, como los acusados, le oyeron a O?orbe primero manifestar que si la sangre no es un medicamento en Espa?a es precisamente porque la legislaci¨®n, adoptada en 2005, en una etapa convulsa en la historia de la hemovigilancia (el esc¨¢ndalo reciente de la sangre contaminada por VIH usada en Francia para transfusiones), quer¨ªa proteger lo m¨¢s posible ¡°el sistema transfusional espa?ol, de alta calidad¡± y altruista (dos millones de unidades de sangre, casi un mill¨®n de litros, transfundidas en 2012. Este sistema es, precisamente, lo que pone en peligro actividades como la de Fuentes. ¡°Es un tema de salud colectiva, no individual¡±, dijo. ¡°El problema es lo que sufrir¨¢ el sistema transfusional si se permite que lo rompan negocios como el presente¡±. Luego, ante la prensa, O?orbe lo sintetiz¨®: ¡°Es de caj¨®n que su centro de transfusiones era un peligro para la salud. Es como un conductor por la autopista en sentido contrario¡±.
A quien le fue bien la confrontaci¨®n con la legislaci¨®n vigente fue a Manolo Saiz, que demostr¨® que la propia AEM hab¨ªa autorizado Synacthene en el botiqu¨ªn de su equipo. Este medicamento, en la lista antidopaje e importada de Alemania ilegalmente por Fuentes, fue precisamente el cuerpo del delito en la detenci¨®n del director.
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