Villa pide jugar con Messi

Los partidos llamados de entreguerras son una oportunidad ¨²nica para los jugadores secundarios que reivindican un mayor protagonismo en la citas decisivas como las que le vienen al Barcelona contra el Madrid y el Milan. Necesitan los azulgrana ampliar su repertorio futbol¨ªstico con vistas a la Copa y a la Champions sin perder el hilo de la Liga. Al equipo le faltan sobre todo delanteros y goles que ayuden a descerrajar estadios como San Siro. Hay muy pocos como Villa. Ha vuelto el Guaje.

A partir del asturiano, siempre goleador, y de la entrada en escena de un extremo desequilibrante como Tello, el Bar?a le dio la vuelta al partido y firm¨® su noveno remonte, cosa que no consigui¨® en Milan. Hasta Messi, que suma ya 38 dianas en el campeonato, se reencontr¨® con el gol despu¨¦s que Roura moviera el banquillo en el descanso: retir¨® a Alexis, ahora mismo anulado, abri¨® el campo con Tello y Alves, dividi¨® el juego con Thiago y reubic¨® como ariete a El Guaje. Los goles sirvieron para ganar un partido mal jugado por el Barcelona.

Las causas personales actuaron en favor del inter¨¦s com¨²n porque el Sevilla mandaba al descanso por 0-1. La zaga barcelonistas qued¨® retratada a la salida de una falta botada por Rakitic y cabeceada por Bot¨ªa despu¨¦s de que Montoya no acertara a rechazar el cuero ni a tapar el centro de Coke. Al equipo del extrovertido Emery le alcanz¨® con una ocasi¨®n para batir a Vald¨¦s. Los azulgrana han encajado por lo menos un gol en los ¨²ltimos 11 partidos. El agujero se agranda en el Camp Nou, que ahora ha de recibir al Madrid y al Milan.

No disminuyen las disfunciones defensivas en el bando barcelonista y, por el contrario, aumentan las dificultades en ataque, especialmente evidentes en el semblante de Messi. Aunque dej¨® un gol, ha perdido finura el 10. No atina en los golpes francos ni en los pases interiores ni tampoco en sus asociaciones con Iniesta. Ayer no funcion¨® el juego combinativo, ni tampoco la fluidez en el juego, y se contaron muy pocas oportunidades, la m¨¢s claras aprovechadas por Villa y Messi.

Los goles no serenaron el f¨²tbol del Barcelona. Los centros de Alves menguaron, la pelota dej¨® de llegar a Tello y no hab¨ªa noticias de Messi. Err¨¢tico en la elaboraci¨®n con el marcador a cero, se convirti¨® en vulnerable cuando se puso por delante en el marcador: 2-1. Los azulgrana perdieron el control del bal¨®n de forma descarada y el Sevilla enfil¨® a Vald¨¦s. Al entrenador del Barcelona no le qued¨® m¨¢s remedio que recurrir a Busquets y Xavi despu¨¦s de un error en la definici¨®n de Negredo.

Tampoco supo ganar el Sevilla, superior en varias fases al Barcelona, y no atin¨® a rematar despu¨¦s de haber colado el primer tiro entre los tres palos de Vald¨¦s

Los titulares acabaron por cerrar el partido que se les escapaba a los suplentes. Unos y otros parecen haber perdido el punto ¨®ptimo de forma que mostraron en partidos anteriores contra el Getafe y el M¨¢laga en la Copa. No est¨¢ fino el Bar?a ni tampoco Messi. Anoche al menos recuper¨® a Villa mientras contin¨²a el extrav¨ªo de Alexis. Necesita descanso el chileno, obsesionado en quedar bien con Messi a cambio de condenarse en cada control. Le quema el bal¨®n al Chico Maravilla.

Tampoco supo ganar el Sevilla. Tuvo el partido de su parte, superior en varias fases al Barcelona, y no atin¨® a rematar despu¨¦s de haber colado el primer tiro entre los tres palos de Vald¨¦s. Al igual que el Bar?a, ten¨ªa seguramente la Copa metida en la cabeza. A diferencia de los azulgrana, en cambio, el Sevilla poco se juega ya en la Liga. Alcanzado el liderato, el Barcelona ha pasado a defender un t¨ªtulo que se le da por conquistado, momento por tanto para sufrir m¨¢s que para disfrutar.

Aprendi¨® el Bar?a del encuentro de Mil¨¢n y supo corregirse a tiempo para reencontrarse con la victoria a partir de los cambios, de los futbolistas de refresco, de jugadores que tienen vida particular cuando no funciona el f¨²tbol de equipo, gente como Tello, Villa y tambi¨¦n el reencontrado Alves. A falta de juego, se celebraron los goles y la victoria en una noche, por otra parte, desagradable por el fr¨ªo invernal, circunstancia que convirti¨® el estadio en una nevera.

La grandeza de Messi en la Liga radica precisamente en su capacidad para meter goles sin jugar bien en noches ariscas y partidos dif¨ªciles como el de ayer, d¨ªas que exigen un punto de genio, de rebeld¨ªa, de arrebato, de inconformismo, como el que expres¨® Villa. Igual con la suma de Villa y Messi le salen las cuentas en la Copa y la Champions.