Superman, culpable
El p¨ªvot de los Lakers est¨¢ en el epicentro de los problemas de su equipo
El pasado lunes, Jerry Buss, propietario durante mucho tiempo de los Lakers de Los ?ngeles, falleci¨® a causa del c¨¢ncer. Ten¨ªa 80 a?os. Como era de esperar, los homenajes que le rindieron fueron floridos, y reflejaban el pacto t¨¢cito de la humanidad consigo misma: que si uno dice algo agradable sobre alguien cuando muere, a lo mejor alguien dir¨¢ algo agradable sobre ¨¦l cuando muera. El comisario de la NBA, David Stern, afirm¨® que la NBA hab¨ªa perdido ¡°a un propietario visionario cuya influencia en la liga hab¨ªa sido incalculable y seguir¨¢ sinti¨¦ndose durante d¨¦cadas¡±. Lo que quiz¨¢s sea un tanto hiperb¨®lico, porque estoy bastante seguro de que, en los tiempos que corren, todo es calculable.
Lo cierto es que Jerry Buss no era del todo un pecador ni del todo un santo. Probablemente hizo cosas buenas en su vida; y probablemente hizo algunas malas. Pero la cuesti¨®n no es si Jerry Buss fue bueno o malo. El hecho es que personific¨® a los Lakers: Hollywood, la ostentaci¨®n, las dotes teatrales, el poli¨¦ster. Y al morir, ha recordado a todo el que se considere fan de la NBA que todos nos estamos haciendo m¨¢s viejos, que Magic Johnson empez¨® a jugar ¡ª?madre m¨ªa!¡ª hace 25 a?os. Lo que quiere decir que tenemos razones para sentirnos enfadados por la muerte de Jerry Bush. Para querer zanjar el asunto, buscar respuestas, se?alar al culpable.
Tres d¨ªas antes de la muerte de Buss, los Lakers sufrieron una infame derrota a manos de sus eternos rivales. La victoria de los Clippers fue un aviso: que por esta temporada, al menos, el amo de Los ?ngeles es el equipo nombrado en honor al barco, y no el nombrado en honor al agua.
La temporada pasada Howard parti¨® el coraz¨®n a los fans de Orlando; esta temporada ha partido el de los fans de Lakers
Y eso estar¨ªa bien, excepto por la forma en que se ha llegado a esa supremac¨ªa este a?o. Los Clippers son buenos, no cabe duda. Pero ?y los Lakers? Se supon¨ªa que eran aspirantes. Kobe Bryant, Pau Gasol y Steve Nash y Dwight Howard: ?c¨®mo han podido fracasar?
Bueno, el hecho es que han fracasado. Y aunque pudiera parecer un disparate achacar la culpa a un hombre, forma parte de nuestra naturaleza el buscar lo espec¨ªfico. As¨ª que nuestra mirada se centra en los sospechosos. ?Fue Kobe Bryant el responsable? Ni mucho menos. Est¨¢ loco, qu¨¦ duda cabe, pero este a?o probablemente se ha esforzado m¨¢s que ning¨²n otro en la liga. ?Y qu¨¦ me dicen de Steve Nash, que ha estado jugando cada partido como si tuviera casi 40 a?os? Pero, un momento, tiene casi 40 a?os. ?Y Pau Gasol? Este es un peri¨®dico espa?ol. Los tiempos ya son malos de por s¨ª. No echamos la culpa a Pau Gasol.
Y en cualquier caso, cualquiera que haya visto a los Lakers este a?o sabe que este misterio no es el que pone fin a la carrera de Poirot. El culpable es f¨¢cil de detectar; mide 2,11 metros y a veces juega acorde con esa altura. Le gusta llamarse a s¨ª mismo Superman porque piensa que si lo dice se convertir¨¢ en verdad. Sus hombros son Atlas; alegr¨¦monos de que no est¨¦ sosteniendo nuestro mundo.
Su nombre es Dwight Howard. La temporada pasada parti¨® el coraz¨®n a los fans de los Magic en Orlando. Esta temporada, ha partido el coraz¨®n de los seguidores de los Lakers en todo el mundo.
Y no hace mucho tiempo, quebrant¨® el esp¨ªritu de un anciano llamado¡
Vale, no estoy preparado para decir que Dwight Howard es un asesino.
Pero tampoco estoy preparado para decir que no deber¨ªa sentirse un poco mal.
Es posible que Dwight Howard no haya matado a Jerry Buss, pero desde luego no dio al hombre muchas razones para seguir viviendo.
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