Mucho miedo en La Romareda

En lo profundo de la tabla hay miedo. Cuando la Liga encara su tramo decisivo, los nervios afloran y el f¨²tbol desaparece. Zaragoza y Granada no pasan por su mejor momento y sienten ambos que son el objetivo de un Mallorca renacido. Muy preocupante es el caso del equipo aragon¨¦s, despersonalizado, sin gol y con una defensa vulnerable. No queda ni un atisbo de ese equipo que en la primera vuelta result¨® competitivo. Si acaso, alg¨²n destello de Rochina o las incursiones de Sapunaru. Es un grupo que parece desfondado, sin pasi¨®n por el juego, muy tapado Movilla y con Apo?o lesionado. No debe extra?ar, por tanto, que acumule 10 partidos sin ganar y se asome al abismo del descenso. Al contrario de lo ocurrido la pasada temporada, va de m¨¢s a menos, en colisi¨®n con el car¨¢cter de su t¨¦cnico. Manolo Jim¨¦nez est¨¢ desbordado. Sus respuestas futbol¨ªsticas forjan un equipo que vive solo para defender, sin chispa ni remate, con Postiga convertido en una isla.

El Granada anda m¨¢s vivo, pero ha perdido el impulso que le proporcionaron la llegada de Lucas Alcaraz y los fichajes invernales. En la Romareda estuvo siempre m¨¢s pendiente de defender que de atacar. Cuando lo hizo, fue demasiado directo, sin que sus buenos extremos, Torje y Nolito, entraran en juego. Result¨® llamativo tambi¨¦n que El Arabi pasara desapercibido o que sus laterales, en especial Siqueira, apenas subieran al ataque.

El partido, sopor¨ªfero y lleno de interrupciones, depar¨® un empate que apenas sana las heridas de ambos equipos. Jugado a un ritmo ¨ªnfimo, la igualada sin goles puso sobre la mesa las carencias de Zaragoza y Granada. A ellas se f¨ªa el Mallorca para evitar el descenso.

A pesar de las precauciones, fue el Granada el que goz¨® de las mejores ocasiones. El Zaragoza, d¨¦bil en el juego a¨¦reo, permiti¨® hasta tres remates de jugadores a la salida de saques de esquina. Dos de Ighalo fueron al palo y uno de Mainz sali¨® fuera por poco. A los puntos, merec¨ªa algo m¨¢s el equipo andaluz, que con la entrada de Buonanotte se reactiv¨® en ataque. Dio un pasito adelante mientras el Zaragoza apenas carburaba. Un oasis en medio del desierto incapaz de alterar el ritmo de un partido muy plano, con una segunda mitad de lo m¨¢s floja que se ha visto en la Liga.