Fuentes juega a las impugnaciones
Las acusaciones se mantienen: la fiscal¨ªa solicita dos a?os para Eufemiano, su hermana, Labarta y Saiz, mientras la abogada del Estado pide dos a?os y medio e incluye a Belda
El ¨²nico informe pericial sobre el peligro de las transfusiones de sangre aportado a la Operaci¨®n Puerto con rango de verdad absoluta (as¨ª cit¨® la fiscal al Tribunal Constitucional, y record¨® que este informe fue fundamental hace a?os para que la Audiencia Provincial reabriera el caso dos veces archivado por el juez instructor) fue elaborado por una perito del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa que no es hemat¨®loga y que se bas¨®, entre otras fuentes, en una tribuna publicada en EL PA?S en 1985 firmada por Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola, entonces atleta, directivo de la federaci¨®n y catedr¨¢tico de bioqu¨ªmica.
Este, a su vez, sab¨ªa de qu¨¦ hablaba porque se lo hab¨ªa contado un hermano suyo, hemat¨®logo y compa?ero de trabajo entonces de Eufemiano Fuentes en la cl¨ªnica Ruber de Madrid.
As¨ª que no ser¨ªa extra?o que de aquel compa?ero tan sabio, del hermano de un dirigente de la federaci¨®n que le ten¨ªa empleado, extrajera el mismo Fuentes ya en los a?os 80 parte de su conocimiento sobre el aumento del rendimiento en los deportes de resistencia mediante autotransfusiones de sangre.
Las defensas intentan invalidar el principal informe pericial sobre las autotransfusiones
Tanto le gust¨® lo que o¨ªa que Fuentes invit¨® al hermano del futuro presidente de la federaci¨®n espa?ola de atletismo a asociarse con ¨¦l para establecer un banco de sangre. Aquel declin¨® la invitaci¨®n y fue a?os despu¨¦s, y con otro hemat¨®logo como socio, Jos¨¦ Luis Merino Batres (¡°hice el tonto¡±, declar¨® este al ser detenido al juez, ¡°solo sacaba dos millones anuales por hacer algo inmoral e ilegal, pero ten¨ªa mucho cuidado con la salud de los ciclistas¡±), cuando Fuentes construir¨ªa su negocio de congelaci¨®n de sangre ahora juzgado. Con ¨¦l lograron ¡°sablear¡± (as¨ª se le oy¨® definir su actividad en una escucha) a los deportistas; con ¨¦l se hizo rico y, por ¨¦l, ahora, por su presunto car¨¢cter delictivo, puede acabar en la c¨¢rcel.
Oyendo este laber¨ªntico relato de un bucle mort¨ªfero, uno de los muchos que se dejaron caer ayer por la bizantina sesi¨®n de juicio, uno se imagina al principal acusado, el mismo Fuentes, tejiendo laboriosa, paciente y alegremente una soga hermosa para colgarse a la vista de todos.
Esta soga (el informe Odriozola que le puede condenar) intent¨® impugnarla su abogado presentando como prueba varios recortes de EL PA?S, pero la jueza no los admiti¨®, por extempor¨¢neos, por atentar contra la igualdad de armas, al derecho a la defensa de las acusaciones. Al menos consigui¨® la defensa del m¨¦dico canario, o a eso aspiraba, que la jueza se cuestionara la validez del informe pericial tan importante y tan mal defendido por su autora durante el juicio.
Y de eso fue la sesi¨®n, de c¨®mo todas las partes (diez abogados, nada menos, tres por las defensas, siete por las acusaciones) intentaron impresionar con sus intervenciones la conciencia ¨ªntima de la jueza, las convicciones de las que emanar¨¢ la sentencia. Para un observador novato, uno a quien estos arcanos de la justica le suenan a chino, la sesi¨®n no fue sino un laberinto de discusiones bizantinas (si hasta una de las abogadas, la de la AMA, se perdi¨®, o se hizo la perdida e ironiz¨® a la jueza: ¡°se?or¨ªa, ya no s¨¦ d¨®nde estamos¡±, y la fiscal calific¨® el d¨ªa de ¡°an¨®malo¡±), pero para la jueza, quien con propiedad se present¨® como ¡°esta juzgadora¡±, no se hizo sino practicar los sanos principios de la ¡°oralidad y la contradicci¨®n¡±.
La jueza no admite como prueba de plagio una tribuna de Odriozola en EL PA?S
Se discuti¨® por el informe Odriozola y tambi¨¦n por la fecha de conclusi¨®n de las escuchas y por la temporaneidad o extemporaneidad del acta de detenci¨®n y registro de Ignacio Labarta en Zaragoza, aportado a los autos siete a?os despu¨¦s de practicarse. Se consumieron horas de palabras hasta que la jueza zanj¨® y se pas¨® a lo m¨¢s esperado, las conclusiones. S¨²bitamente se hizo la luz. Se comprendi¨® que el juicio finalmente, citando a la jueza, ¡°sigue un ¨ªter¡± que, despu¨¦s de mes y medio de plenario, y a falta de cuatro sesiones, deber¨ªa llegar a alguna parte.
En una muestra m¨¢s del principio de contradicci¨®n, despu¨¦s de tantas horas de juicio y sesiones, para la fiscal, la abogada del Estado, y las representaciones del CONI, la AMA, la UCI, Manzano y de la federaci¨®n, la conclusi¨®n l¨®gica deber¨ªa ser la misma que ya prefijaron hace dos a?os, cuando elaboraron sus escritos de acusaciones, transformados ya en conclusiones definitivas.
Cinco de las acusaciones, encabezadas por la fiscal, piden condenas de dos a?os por un delito contra la salud p¨²blica; otras dos, la abogac¨ªa del Estado y la UCI, que aprecian agravante de precio, dos a?os y medio. La fiscal pide que se condene solo a cuatro de los cinco acusados: Eufemiano Fuentes, su hermana Yolanda, Ignacio Labarta y Manolo Saiz, salvando a Vicente Belda. La acusaci¨®n de Manzano, por su parte, salva a Saiz pero incluye a Belda, y el resto pide la condena y la c¨¢rcel para los cinco (aunque la federaci¨®n solo pide un a?o y un d¨ªa para Yolanda, Belda y Saiz). Y todos para todos, las inhabilitaciones profesionales correspondientes.
Las defensas pedir¨¢n sus absoluciones el viernes. Y en los d¨ªas que quedan, todos explicar¨¢n a la juzgadora, a la que querr¨¢n impresionar, por qu¨¦ piden lo que piden.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.