Drogba, Yilmaz y el rejunte turco
El equipo de Estambul ha fichado en el mercado invernal a Drogba, reforzando una potente delantera lanzada por Sneijder
Rejunte de viejas glorias, el Galatasaray estuvo en la primera posici¨®n de rivales so?ados para librar los cuartos de final de la ¡®Champions¡¯. Su cruce con el Schalke en octavos le exhibi¨® como un equipo en busca de una identidad, a ratos atrevido, a ratos metido en su campo a verlas venir, sin m¨¢s orden que entusiasmo. Es lo natural en una plantilla recompuesta especialmente el pasado enero para esta competici¨®n. Los fichajes de Sneijder, proveniente del Inter, y de Drogba, posiblemente aburrido de la Liga china en el Shanghai Shenshua, le dieron una p¨¢tina de jerarqu¨ªa que no consigui¨® plasmar ni en Estambul ni en Gelsenkirchen. A falta de un acoplamiento que de momento no se ha producido, el Madrid no pod¨ªa so?ar con un adversario m¨¢s irregular.
El dinero que misteriosamente riega el f¨²tbol turco ha inundado al Galatasaray. A pesar de su condici¨®n de club social, y a pesar de las limitaciones competitivas del ¨¢mbito turco, esta instituci¨®n centenaria ha sido capaz de atraer a grandes figuras. Es el caso de Felipe Melo, el ex volante central del Juventus, o de Hamit Altintop, el pesado centrocampista que el Madrid fich¨® libre en 2011. Del paso de Altintop por Valdebebas se recuerda su prolongado tratamiento de una hernia discal m¨¢s que su clase, que la tiene, y su fuerte disparo, que lo tiene. Tambi¨¦n se recuerda que, en su condici¨®n de fichado con la carta de libertad, el hombre ganaba uno de los mayores salarios de la plantilla. Cinco millones de euros. Que decidiera marcharse al Galatasaray, donde no cobra menos, es una prueba del potencial econ¨®mico del club turco. Sneijder y Drogba tampoco se fueron a Estambul a ganar menos. Ahora el equipo espera su contribuci¨®n, que de momento ha sido escasa. La hinchada espera que el trabajo en com¨²n bajo la supervisi¨®n del veterano Tatih Terim haga efecto para la primera semana de abril, cuando visitar¨¢n el Bernab¨¦u.
Apesar de las limitaciones competitivas del ¨¢mbito turco, ha atra¨ªdo a figuras como Melo y?Altintop
El Madrid ya se midi¨® al Galatasaray en abril de 2001, en unos cuartos que domin¨® con cierta tranquilidad pese al 3-2 de la ida en el Ali Sami Yen. En aquel equipo jugaba el crepuscular Hagi, y en la punta del ataque luc¨ªa un ariete que marc¨® una ¨¦poca en Portugal: el brasile?o Mario Jardel. Los madridistas recordar¨¢n las arremetidas de este ¡®nueve¡¯ largo y certero. Este Galatasaray, como aqu¨¦l, muestra los mismos problemas en defensa. Tampoco tiene un punta de la tipolog¨ªa de Jardel pero lo reemplaza con un goleador de amplios recursos. Se llama Burak Yilmaz y es la sensaci¨®n del f¨²tbol turco. Yilmaz es el segundo jugador en la historia de la ¡®Champions¡¯ que marca en seis jornadas consecutivas. No ha sido casual. A sus 27 a?os posee la fiebre competitiva que caracteriza a los m¨¢s fieros habitantes del ¨¢rea. Maneja ambas piernas, es astuto para asomarse al segundo palo, dispara a un toque con facilidad y es ¨¢gil para anticiparse por arriba. Coloca el bal¨®n con la cabeza con tanta precisi¨®n que parece que a su cuello le sobra una v¨¦rtebra. A falta de Drogba, fuera de foco contra el Schalke, el verdugo fue Yilmaz. En Turqu¨ªa le sit¨²an en la ¨®rbita del agente Jorge Mendes, siempre dispuesto a cerrar un buen intercambio, y anuncian que es el primer candidato a reemplazar a Falcao en el Atl¨¦tico la temporada pr¨®xima.
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