El Madrid rectifica y se pone en ¨®rbita
Mourinho cambia el planteamiento tras una primera parte dominada por el Mallorca y el equipo blanco resuelve con tres goles en seis minutos El tri¨¢ngulo ?zil-Modric-Kak¨¢, clave
Se corrigi¨® a tiempo el Madrid, que no tuvo chicha ni f¨²tbol con la alineaci¨®n experimental de Jos¨¦ Mourinho y solo gan¨® juego y voltaje cuando el t¨¦cnico rectific¨® al descanso. La diferencia entre el tr¨¢nsito de Pepe como ancla en el medio campo y su regreso a la zaga en favor del tri¨¢ngulo ?zil-Modric-Kak¨¢, sin otro dique. Toda una portada en el Madrid, habitualmente proclive al m¨²sculo en esas zonas tan sensibles. Con el molde de Pepe, resulta que el Mallorca le dio algo m¨¢s que la lata, recibi¨® dos goles y sufri¨® el tormento de Giovani; con el eje poblado de peloteros, se difumin¨® el mexicano y el grupo madridista se puso en ¨®rbita, dio un revolc¨®n al juego y al marcador.
REAL MADRID, 5 ¨C MALLORCA, 2
Real Madrid: Diego L¨®pez; Arbeloa (?zil, m. 46), Sergio Ramos, Varane, Coentr?o; Pepe, Modric; Morata (Benzema, m. 46), Kak¨¢ (Xabi Alonso, m. 62), Cristiano Ronaldo, e Higua¨ªn. No utilizados: Ad¨¢n; Khedira, Carvalho y Marcelo.
Mallorca: Aouate; Hutton, Nunes, Bigas, Kevin; Pina, Tissone (Font¨¢s, m. 83); Nsue (Hemed, m. 66), Alfaro, Giovani; y V¨ªctor (Pereira, m. 79). No utilizados: Calatayud, Concei??o, Luna y Ximo.
Goles: 0-1. M. 6. Nsue. 1-1. M. 14. Higua¨ªn. 1-2. M. 21. Alfaro. 2-2. M. 51. Cristiano Ronaldo. 3-2. M. 54. Modric. 4-2. M. 57. Higua¨ªn. 5-2. M. 92. Benzema.
?rbitro: Mateu Lahoz. Mostr¨® tarjeta amarilla a Tissone.
Unos 70.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
Con dos testarazos, durante el primer tiempo el Mallorca trajo de cabeza a un Madrid vacilante, de inicio sombr¨ªo en una Liga en la que se ha visto relegado a una pelea menor para su alcurnia, la defensa de un segundo puesto. A ello contribuy¨® Mourinho, que alter¨® el guion titular con dos jugadores en posiciones postizas: Pepe no es el vicario de Xabi Alonso, y Morata, un ariete, solo puede ser un extremo casual. Maquillado el medio campo, Modric y Kak¨¢ no supieron dar armon¨ªa al juego, buscar las cosquillas a un adversario muy abrigado delante de su portero y con un protagonista absoluto en ataque. Giovani se bast¨® como amenaza. Gregorio Manzano le ha dado libertad y el mexicano ha correspondido de maravilla. Hoy es mucho m¨¢s que un regateador, un rayo cuando acelera, pero ha aprendido a tocar y manejar las pausas. En plenitud f¨ªsica y mental, es el gran hechizo de este Mallorca en alza. Dos centros suyos desde la orilla izquierda permitieron el bingo balear. Primero no tuvo oposici¨®n de Arbeloa y su rosca la cabece¨® de forma fant¨¢stica Nsue, al que Coentr?o pudo esposar mejor. Tras un c¨®rner ejecutado por el propio Giovani, Bigas pein¨® la pelota un escal¨®n por encima de Ramos y Varane. Arbeloa perdi¨® de vista a Alfaro (1-2). Dos jugadas que retrataron un mal end¨¦mico del Madrid, m¨¢xime en jornadas que se toma con cierta candidez.
El empate de Higua¨ªn, tras un asalto poderoso de Pepe al ¨¢rea de Aouate, no disimul¨® el trance del encuentro, acuciante para el Mallorca, de entrada, un poco de paso para los madridistas, ya con el Galatasaray en su diana. Hay algo de engorro en esta Liga para el Madrid. M¨¢s a¨²n ante rivales que le cierran el horizonte, que no le conceden un dedo para la ofensiva. Eso hizo el conjunto mallorqu¨ªn, que midi¨® muy bien los momentos para contraatacar y siempre con la gente justa, sin destape. En la cueva, sus laterales, Hutton y Kevin, no ten¨ªan reparos en poner el candado muy cerca de los centrales y en sus costados cerraban los interiores, Nsue y Alfaro. Una montonera rigurosa que se le atragant¨® a los de Mourinho. Sin rumbo Kak¨¢ y apagado Modric, que en el primer acto solo asom¨® para el gol de Higua¨ªn, tuvo que ser Morata quien ejerciera de ¨²ltimo pasador, rol que nunca ha interpretado. El Madrid, est¨¢tico y comod¨®n, se fue de puntillas al descanso.
El tr¨¢nsito de Pepe como ancla en el centro del campo no funcion¨®
Mourinho rectific¨® de inmediato su alineaci¨®n. Morata pag¨® su involuntaria condena y Arbeloa no ten¨ªa funci¨®n en un partido que requer¨ªa m¨¢s vuelo ofensivo. Ambos dieron cita a Benzema y ?zil. Ramos resucit¨® como lateral, Pepe fue Pepe, central, y por una vez el Madrid se hizo liviano en el eje del juego. Sin Khedira, Essien o pepes el equipo vio la luz. Curioso, con menos acero gan¨® en intensidad, prim¨® el f¨²tbol y el equipo se enhebr¨® de maravilla en torno a Modric, ¨²nico mediocentro, Kak¨¢ y ?zil. Un Madrid con menos coraza que nunca. Y fue el mejor Madrid de la noche, con m¨¢s decibelios, con mayor movilidad, con la pelota viva, con otra arquitectura. Toco y me muevo, peticiones de pase al espacio, auxilios constantes. Ante esa partitura, el Mallorca se desti?¨® por completo. No hay mucha defensa ante un Madrid as¨ª. Y menos si vuela Cristiano, que atac¨® un saque de esquina lanzado por ?zil sin mal de altura, en la azotea. Un cabezazo soberbio, como lo fue en un parpadeo el trallazo sublime de Modric desde fuera del ¨¢rea, su distinci¨®n del mes tras el de Old Trafford.
Higua¨ªn puso otra banderilla de inmediato, tras una incursi¨®n con sutileza de ?zil. En poco m¨¢s de cinco minutos, el Mallorca estaba en la lona. El Madrid era otro, un hurac¨¢n. Un equipo solidario, como se vio a punto de bajar el tel¨®n, cuando el Pipita, lejos de certificar su hat-trick, fue generoso con Benzema en el quinto tanto madridista. Nada que ver con el pusil¨¢nime grupo del inicio.
Apremiados por su hinchada, que como a todas no le gustan los tr¨¢mites, los madridistas recuperaron el apetito en un segundo acto que le revel¨® que en el f¨²tbol no siempre prevalece el avispero, que el ingenio es poderoso. Y Pepe, un gran central, fue su met¨¢fora.
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