Nadal tumba a Berdych
El espa?ol vence al checo (6-4 y 7-5), llega a la final (contra Del Potro, no antes de las 22.00) y desplazar¨¢ a Ferrer del n¨²mero cuatro si gana el t¨ªtulo
El miedo de Tomas Berdych lo grita bien alto: la mayor¨ªa del circuito siente que Rafael Nadal est¨¢ casi a punto, que ya se parece mucho al tenista que era antes de descontar siete meses lesionado. Para cuando el mallorqu¨ªn se clasifica 6-4 y 7-5 para la final del masters 1000 de Indian Wells (no antes de las 22.00, Canal+ y Teledeporte), que le enfrentar¨¢ a Juan Mart¨ªn del Potro (venci¨® a Djokovic por 6-4, 4-6 y 4-6), el checo ha sufrido un ataque de p¨¢nico frente a la leyenda del can¨ªbal. Aprieta el sol y el n¨²mero seis saca para sellar la segunda manga. Atenazado por la responsabilidad, Berdych ve c¨®mo el espa?ol le rompe el saque y se lanza a devorar el partido. Es un caso ¨²nico en la historia del tenis. Nunca hubo un jugador del nivel de Nadal que estuviera siete meses de baja sin que mediara operaci¨®n, ni se recuerda tampoco a un competidor de sus ambiciones que fuera capaz de volver con ¨¦xitos tan inmediatos como los suyos tras m¨¢s de medio a?o parado. En un visto y no visto, Nadal ha sumado dos t¨ªtulos, dos finales y tres victorias sobre jugadores del top 10. Si algo retrata que este es un deportista como no habr¨¢ otro, es todo eso.
¡°Despu¨¦s de siete meses, de muchas dudas que a¨²n siguen ah¨ª, jugar cuatro torneos y estar en cuatro finales es algo que no podr¨ªa imaginar¡±, explica luego en Teledeporte el mallorqu¨ªn, que disputar¨¢ la final del primer torneo que compite sobre cemento desde que super¨® una rotura parcial de ligamento rotuliano y una hoffitis en la rodilla izquierda, lo que le da la oportunidad de renovar su palmar¨¦s sobre cemento, donde no celebra un t¨ªtulo desde el oto?o de 2010 (Tokio). ¡°Haber ganado a tres jugadores entre los diez mejores es algo muy positivo. Conseguir este nivel en un tiempo tan reducido es algo que no me esperaba. La adrenalina y la ilusi¨®n del competir est¨¢ pudiendo con los problemas que pueda seguir teniendo¡±, cerr¨® sobre las molestias que a¨²n tienen en la rodilla, y que marcar¨¢n su decisi¨®n de competir o no en el masters 1000 de Miami.
Esto es lo que ocurre. Berdych llega al encuentro disparado por su buen momento (dos finales en sus dos ¨²ltimos torneos), por su papel en la Copa Davis conquistada por la Rep¨²blica Checa en 2012 y por el triunfo logrado en el dobles de la primera ronda de esa competici¨®n en 2013 (7h1m, el m¨¢s largo de la historia, ante Suiza). La cabeza del n¨²mero seis, sin embargo, est¨¢ llena de dudas y de miedos, hipotecada por 11 derrotas seguidas ante su contrario. Nadal, que descuenta tres bolas de break cuando saca por el duelo, no juega solo desde los recuerdos. Su tenis tiene pujanza presente: restalla su rev¨¦s, como en los cuartos ante Federer; es profund¨ªsima su derecha, que tortura a Berdych; siempre est¨¢ su car¨¢cter para sacarle de apuros.
Un instante radiograf¨ªa la personalidad de hierro del campe¨®n de 11 grandes. En un momento cr¨ªtico, sacando 5-4 por el primer set pero cediendo 15-30 su servicio, el juez de silla le penaliza con un aviso por perder el tiempo en el saque. Nadal pone la pelota en juego con un saque de lo m¨¢s discreto. Berdych ataca el punto como si le fuera la vida en ello. Su corpach¨®n de gigante fuerza una bola blanda del espa?ol y se impulsa gloriosamente hacia la red, Atila y los hunos a la conquista del n¨²mero cinco del mundo. Berdych nunca vuelve a tocar la pelota. Un pasante de rev¨¦s le deja mirando al vac¨ªo, como si estuviera en el sitio equivocado en el peor momento. Nadal suma esa pelota y mira el juez de silla. Nada le altera.
Al checo s¨ª. Berdych es justo lo contrario: un tenista de hielo con esp¨ªritu de fuego que muchas veces es v¨ªctima de esa combinaci¨®n tan extra?a. Frente a la estabilidad de Nadal, ¨¦l es un tenista febril, de altos y bajos, capaz de golpear ganadores asombrosos y de firmar errores sorprendentes. Poco para este Nadal que a¨²n est¨¢ falto de la movilidad de sus mejores momentos pero que ya se parece al Nadal de los buenos tiempos. Los primeros cuatro torneos tras su vuelta demuestran que domina a los nobles del circuito con suficiencia (triunfos ante Federer, Ferrer y Berdych, tres top-10, sin perder un set) y le dejan a una victoria de recuperar el n¨²mero cuatro. La final, que le cruzar¨¢ con el n¨²mero siete, en gran forma, mide otra cosa: si ya est¨¢ listo para todo o a¨²n le falta la marcha extra de los m¨¢s grandes.
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