El momento del polvorilla
Valbuena, de padre pucelano, alcanza el reconocimiento en Francia tras una dif¨ªcil carrera
La entrada de Mathieu Valbuena en el Espa?a-Francia disputado en el Calder¨®n (1-1) en octubre de 2012 no solo cambi¨® el devenir de aquel partido, tambi¨¦n su rol en la cabeza del seleccionador franc¨¦s, Didier Deschamps, que ahora le considera indispensable. ¡°Cuando sali¨® en Madrid nos hizo mucho da?o. Empezaron a combinar mejor. Tiene mucha calidad en el uno contra uno, adem¨¢s es muy buen llegador [ha marcado tres goles en los ¨²ltimos tres partidos con su selecci¨®n] y es r¨¢pido para las contras¡±, dice Toni Grande, la mano derecha de Vicente del Bosque, sobre el atacante.
El pasado viernes, a partir de Valbuena, tambi¨¦n pudo abrir Francia la lata ante Georgia. Provoc¨® la falta del primer gol que ¨¦l mismo ejecut¨® para poner el bal¨®n en la cabeza de Giroud. Luego, har¨ªa el 2-0 con un golpeo con el exterior de su bota derecha desde fuera del ¨¢rea.
El cuerpo t¨¦cnico de La Roja espera a una Francia que ceder¨¢ el dominio del juego para salir al contragolpe y el nombre de Valbuena, un polvorilla con la pelota en los pies, ya ha corrido entre los defensas espa?oles. ¡°Le conozco bien porque ve¨ªa todos los partidos de Azpilicueta en el Marsella¡±, asegura Monreal, al que la baja de Jordi Alba pondr¨¢ ante el habilidoso y menudo jugador franc¨¦s. ¡°Es rapidito, no es muy alto [1,67], pero ya demostr¨® en el Calder¨®n lo que es cuando revolucion¨® el partido. Influye mucho en el juego de Francia. Es dif¨ªcil de parar porque tiene buen regate, con salida hacia los dos perfiles. Le gusta jugar por la derecha, pero tambi¨¦n se mete al centro¡±, cuenta Monreal.
En el Calder¨®n revolucion¨® el partido, tiene regate y es r¨¢pido¡± Monreal
En realidad, Valbuena est¨¢ a los 28 a?os en lo m¨¢s alto de una carrera catapultada desde los campos de tierra. En su familia ¡ªsu padre es de Valladolid¡ª, dicen que ha alcanzado el ¨¦xito por su af¨¢n de demostrarle a todo el mundo que se equivocaban con ¨¦l. Que esa es la fuerza que le llev¨® a resurgir tras ser descartado por el Girondins de Burdeos por bajito o a llegar hasta el Marsella desde la quinta divisi¨®n francesa. ¡°Cuando se piensa que el list¨®n est¨¢ demasiado alto para m¨ª, lo supero. Cuando se cree que estoy vencido, respondo. No me lo explico, pero soy consciente de que tengo mucho menos cr¨¦dito que algunos. Lo acepto, s¨¦ que no me van a hacer regalos. Al principio, me preocupaba, y me perjudic¨® preguntarme ?por qu¨¦ yo? Pero lo he aceptado, y ahora me motiva todav¨ªa m¨¢s¡±, ha reconocido.
No ha sido Valbuena uno de esos talentos criados en Claire-Fontaine, la escuela de formaci¨®n de la Federaci¨®n Francesa, un paso obligado para la mayor¨ªa de los internacionales galos. Tampoco pas¨® por ninguna de las prestigiosas academias que regentan algunos clubes hist¨®ricos. Siempre ha encontrado alg¨²n pero para ser reconocido.Cuando no ha sido su estatura, fue su fama de teatrero, sus amenazas de abandonar el Marsella en cuanto tocaba banquillo un par de partidos. Siempre ha encontrado algo en su camino que le negaba. En el Mundial 2010 no jug¨® ni un minuto por novato y en la Eurocopa de 2012, a la que lleg¨® tras una gran temporada, Laurent Blanc tambi¨¦n le hizo pasar en blanco el torneo.
Cuando en agosto de 2012 Deschamps elabor¨® su primera lista como seleccionador para un amistoso ante Uruguay, su nombre no entraba en las quinielas de la mayor¨ªa de los medios franceses. La relaci¨®n durante las tres temporadas que Deschamps dirigi¨® al Marsella hab¨ªa tenido episodios tensos desde que el t¨¦cnico le colocara el cartel de transferible. Tuvieron hasta un duro careo. Lo que pocos supieron es que cuando Deschamps abandon¨® el club le mand¨® un mensaje telef¨®nico agradeci¨¦ndole su trabajo. ¡°Deschamps me cambi¨®, ten¨ªa que hacer m¨¢s goles y dar m¨¢s asistencias¡±, explica Valbuena ahora. ¡°Viene mejorando. Lo que pedimos a un jugador ofensivo es que sea decisivo, ¨¦l lo es con sus pases y sus goles, tiene plena confianza y eso se nota¡±, le elogi¨® Deschamps el viernes.
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