El emperador sin miedo

¡°Que Dios os ayude¡±, grita Fatih Terim (Adana, Turqu¨ªa, 59 a?os) cada vez que los jugadores del Galatasaray enfilan el t¨²nel del vestuario para saltar al campo. Antes de esa conminaci¨®n que nunca olvida pronunciar, las arengas del entrenador turco m¨¢s reputado obedecen a un discurso destinado a llegar a lo m¨¢s profundo de sus jugadores. Terim entrena y dirige desde el sentimiento. Convierte el f¨²tbol en una batalla emocional que se juega con el alma antes y durante los partidos seg¨²n reconocen la mayor¨ªa de futbolistas a los que ha dirigido. As¨ª se ha manejado con ¨¦xito El Emperador, apodo que le pusieron los hinchas del Galatasaray, en sus tres etapas en el club m¨¢s poderoso de Turqu¨ªa, en el Fiorentina, o con la selecci¨®n turca, a la que llev¨® a las semifinales de la Eurocopa de 2008. Fue en esta competici¨®n donde su perfil de entrenador milagrero se realz¨®. Turqu¨ªa se plant¨® en las semifinales a golpe de remontadas ag¨®nicas como las que protagoniz¨® ante la Rep¨²blica Checa y Croacia. Por entonces, para explicar la ¨¦pica de esas victorias, Terim exclamaba: ¡°Las horas oscuras vienen justo antes del alba, por eso no nos rendimos nunca¡±.

¡°Es un ganador y un gran motivador. Nunca da un partido por perdido. Es capaz de cambiar el rumbo de los encuentros con sus cambios y con sus charlas en el descanso¡±, dec¨ªa Nihat Kaveci, exjugador de la Real Sociedad y del Villarreal, cuando Terim le dirig¨ªa en la selecci¨®n turca.

La visi¨®n que tienen de ¨¦l sus futbolistas es la de una leyenda que transmite por igual paternalismo y autoritarismo y tambi¨¦n, una fe irreductible en la victoria. Desde que supo que el Real Madrid ser¨ªa su rival, sus frases de cabecera antes de los partidos han redoblado su significado a o¨ªdos de sus jugadores, que escuchan una y otra vez sentencias destinadas a envalentonarles tales como: ¡°El miedo no existe¡± o ¡°nada es imposible y menos en el f¨²tbol¡±.

¡°No hay miedo al Bernab¨¦u. El Real Madrid es el mejor equipo del mundo y le respetamos, pero nosotros hemos hecho cosas que tambi¨¦n merecen ser respetadas. Tenemos que confiar en nosotros mismos¡±, dijo el s¨¢bado despu¨¦s de que su equipo derrotara (2-0) al Istanbul BB. Entre esas victorias con las que el Galatasaray se gan¨® el respeto del f¨²tbol europeo est¨¢n la Copa de la UEFA conquistada en 2000 ante el Arsenal y la consiguiente Supercopa de Europa ganada al Real Madrid que dirig¨ªa Vicente del Bosque. ¡°En Turqu¨ªa es todo un personaje, por su car¨¢cter me recuerda a Vujadin Boskov¡±, dice el seleccionador espa?ol. ¡°Es como un padre para m¨ª. Siempre ser¨¢ as¨ª, est¨¦ donde est¨¦. Therim me cambi¨®. Me dijo que ten¨ªa fuerza y calidad para jugar m¨¢s por el centro y ayudar en la defensa. Ahora juego como me recomend¨® ¨¦l¡±, dijo Turan a este peri¨®dico en una entrevista.

El sentido de pertenencia al club es innegociable para Terim. Lo sabe Wesley Sneijder, la gran adquisici¨®n invernal junto a Drogba, que recibi¨® un aviso definitivo del carism¨¢tico t¨¦cnico cuando le asaltaban las dudas sobre la conveniencia de recalar en el f¨²tbol turco. ¡°Si Sneijder quiere venir al Galatasaray, debe contemplarnos como una primera opci¨®n, porque en este club no juega cualquiera. Nadie que juegue aqu¨ª puede considerarnos una mera alternativa¡±. ¡°Salid al campo y jugar como un verdadero futbolista del Galatasaray. Esta camiseta hay que merecerla¡±, les repite a sus futbolistas.

Nadie en el club osa a considerarse por encima de un personaje que logr¨®, en un pa¨ªs donde los futbolistas son tratados como dioses, que la figura del entrenador empezara a ser respetada. Todo en el Galatasaray, al que regres¨® en 2011, pasa por las manos de Terim. Los fichajes, las dietas alimenticias, los hoteles y, por supuesto, la idea de juego. Sus equipos siempre han tenido un marcado car¨¢cter ofensivo, influenciado por las ense?anzas de Sepp Piontek, el t¨¦cnico alem¨¢n que hizo saltar a Dinamarca a la primera escena internacional a mediados de los a?os 80, y del que Terim fue segundo cuando este dirigi¨® a Turqu¨ªa de 1990 a 1993.