Messi rompe y se rompe en Par¨ªs

Nadie sacar¨¢ a Messi de la portada de Par¨ªs. Ni el PSG ni mucho menos Beckham. El 10 del Bar?a fue el protagonista del medi¨¢tico partido del Parque de los Pr¨ªncipes. Marc¨® un gol, como acostumbra en cada encuentro, y se lesion¨®, cosa que no suced¨ªa en a?os, que se recuerde desde marzo de 2008. A la que se retir¨® Messi, apareci¨® Ibrahimovic, genio y figura cuando el f¨²tbol se alborot¨® y perdi¨® encanto, sometido a las decisiones arbitrales y a errores insospechados en un escenario como el de ayer: fall¨® Vald¨¦s en Par¨ªs, su santuario, en la ¨²ltima jugada, armada por el diablo de Abracadabra, y el Barcelona concedi¨® un empate tras rebotar el bal¨®n en las piernas de Bartra: 2-2.

Aunque comparte la misma fuente de financiaci¨®n con el Bar?a, el PSG quiere ser como el Madrid, sobre todo por su estilo de juego y tambi¨¦n por su gusto futbol¨ªstico, o al menos tiene la pinta. Hay quien adivina en el club franc¨¦s la futura reencarnaci¨®n de los gal¨¢cticos de Florentino. La alineaci¨®n de Beckham a sus 37 a?os fue especialmente ilustrativa del glamour del equipo de Par¨ªs. Antes que la intensidad del joven Verratti, Ancelotti prefiri¨® el preciso pie del volante ingl¨¦s. Quer¨ªa el t¨¦cnico precisi¨®n para lanzar a Lavezzi y para descargar la pelota sobre la carrocer¨ªa de Ibrahimovic. No funcion¨®: el PSG remont¨® sin Beckham.

Al f¨²tbol f¨ªsico del PSG, poderoso en las ¨¢reas y directo cuando era procesado por la catapulta Beckham, respondi¨® el Barcelona como ya es norma con el juego entre l¨ªneas de sus centrocampistas y de Messi. Tito prefiri¨® la agresividad de Alexis, un buen jugador cuando ataca el espacio, en lugar de la verticalidad de Tello, abri¨® la banda derecha con Alves y puso a Villa como ariete por delante del 10. La posesi¨®n azulgrana contrastaba con la verticalidad del PSG, tenso en defensa, selectivo en el despliegue, nada f¨¢cil de defender para un equipo como el azulgrana, sufridor en las contras.

Ibrahimovic ten¨ªa aparentemente m¨¢s peso en el partido que Messi. El sueco es un delantero que desestabiliza con su sola presencia ¡ªBusquets remat¨® a la madera propia nada m¨¢s empezar el partido¡ª, excelente en sus movimientos y buen rematador, como constat¨® en un libre directo Vald¨¦s. Ante la hiperactividad del ariete, Messi ped¨ªa paciencia, incapaz de armar la pierna cuando Alves e Iniesta consiguieron crear situaciones de superioridad en el marco de Sirigu. Los barcelonistas repitieron sin parar la misma jugada con la confianza de que cuando les saliera bien catar¨ªan el gol. Y as¨ª fue: no perdon¨® Messi.

Alves rompi¨® las dos l¨ªneas de presi¨®n del PSG con el exterior del pie ante el desmarque de Messi y el 10 cruz¨® el bal¨®n a la red. Las llegadas desde la segunda l¨ªnea del argentino desestabilizaron a los franceses. Al argentino se le escap¨® el 0-2 por muy poco despu¨¦s de enganchar un excelente tiro con la zurda. All¨ª, en aquel tiro que parec¨ªa definitivo, pareci¨® gestarse la lesi¨®n del argentino, sustituido al descanso por tener da?ado el dichoso b¨ªceps femoral de la pierna derecha, el mal que desde hace un tiempo aterroriza al vestuario del Camp Nou. Apareci¨® en escena Cesc y fue variando el tono del partido de Par¨ªs.

Alves rompi¨® las dos l¨ªneas de presi¨®n del PSG con el exterior del pie ante el desmarque de Messi y el 10 cruz¨® el bal¨®n a la red

Los azulgrana desmontaron al PSG cada vez que fueron profundos. Las roturas de sus futbolistas contrastaron con su escaso acierto en la definici¨®n. Las jugadas ya no las acababa Messi, sino Alexis para suerte de Ancelotti, que volvi¨® sobre sus pasos con el transcurso del tiempo: retir¨® a Beckham y entr¨® Verratti despu¨¦s que Menez y antes que Gameiro. Los cambios envenenaron el partido. El Barcelona perdi¨® por momentos el control y el PSG aprovech¨® la confusi¨®n para mantenerse en la eliminadora. Una jugada ca¨®tica redimi¨® al indultado Ibrahimovic en un claro fuera de juego avalado por Stark. Por si fuera poco tambi¨¦n se lastim¨® Mascherano, que tendr¨¢ para unas seis semanas. Amonestado, se hubiera perdido la vuelta igualmente. No sobran defensas en este Bar?a.

Los azulgrana salieron del enredo con un penalti forzado por Alexis ante la salida de Sirigu: 1-2. El gol de Xavi parec¨ªa definitivo, un alivio para el Bar?a, cuando Vald¨¦s se trag¨® un remate de Matuidi que desvi¨® ligeramente Bartra despu¨¦s de una dejada de Ibrahimovic. El resultado fue m¨¢s generoso con el PSG que con el Barcelona. Nada nuevo en un equipo t¨¦cnico y talentoso en ataque, posesivo y fluido en el grueso de la mayor¨ªa de los partidos, y a cambio impreciso y err¨¢tico en las acciones puntuales. Ahora, sin embargo, le aguardan dos retos: uno sabido (jugar con un solo central por la baja de Mascherano) y otro desconocido: vivir con el suspense de la lesi¨®n de Messi (provisionalmente para tres semanas), el mejor, el se?or de Par¨ªs en el regreso del jefe Tito.