Bengalas contra todos

¡°Bienvenidos al infierno¡±. El domingo, cuando el Madrid lleg¨® a Estambul, la polic¨ªa local ya hab¨ªa dise?ado un plan para proteger a la expedici¨®n blanca de la hinchada del Galatasary y sus banderas intimidatorias con lemas sobre el averno. Salvaguardados por un cord¨®n de seguridad, los futbolistas abandonaron el aeropuerto por una puerta secundaria y se evitaron la lluvia de amenazas, c¨¢nticos e insultos con los que fue recibido, por ejemplo, el Manchester United a finales de 2012 (los ultras se ensa?aron con los futbolistas de Ferguson record¨¢ndoles que dos seguidores del Leeds hab¨ªan muerto en Turqu¨ªa en 2000). Pese al resultado de la ida (3-0), el partido es de alto riesgo. El cruce de golpes entre la polic¨ªa espa?ola y los ultras turcos en los aleda?os del Bernab¨¦u (V?DEO) calienta a una grada conocida por alentar hasta en las situaciones m¨¢s desesperadas. Hay m¨¢s: casi 50 radicales asaltaron el canal de televisi¨®n turco Beyaz porque sus expertos sugirieron que el equipo espa?ol era el favorito en el cruce.

"Es algo cultural", explic¨® Jos¨¦ Mourinho, t¨¦cnico del Madrid, en la rueda de prensa previa al partido. "Este es un estadio con motivaci¨®n. En otros pa¨ªses, un equipo que pierde por goleada la ida se encontrar¨ªa un estadio vac¨ªo o con seguidores pitando en la vuelta", continu¨®. "Aqu¨ª van hasta lo que es posible. Espero un estadio caliente, con la afici¨®n en contra, pero a nosotros nos gusta eso".

El Galatasaray est¨¢ acostumbrado a las multas de la UEFA. En 2000, pag¨® 21.000 euros por distribuir y permitir el lanzamiento de rollos de papel higi¨¦nico desde la grada, donde tambi¨¦n dej¨® que hubiera gente viendo el encuentro en las escaleras. La ¨²ltima vez que el Madrid visit¨® su estadio (2001, 3-2), los turcos entregaron 90.000 francos suizos (74.000 euros al cambio actual) por la desorganizaci¨®n y el ¡°serio¡± clima de inseguridad en su estadio. Ese mismo a?o, el Galatasaray debi¨® reunir otros 18.000 euros por los enfrentamientos de sus aficionados con los del PSG, franc¨¦s. En 2003, sus ultras lanzaron proyectiles al c¨¦sped, botellas y cigarrillos incluidos, en distintos partidos: las multas sumaron m¨¢s de 48.500 euros. Finalmente, su antiguo estadio fue cerrado mientras sus seguidores, liderados por los radicales del Ultraslan, los ni?os del infierno, se enorgullec¨ªan de sus actos y lograban el r¨¦cord Guiness como el campo de f¨²tbol m¨¢s ruidoso del planeta (131.76 decibelios ensordecedores). Este peri¨®dico pregunt¨® a la UEFA a cu¨¢nto asciende el total de las multas que ha recibido el Galatasaray, pero no obtuvo respuesta.

¡°Galatasaray ruhumuz tek borcumuz [Galatasaray, es nuestra ¨²nica alma]¡±, cantan los aficionados el himno del club en el ritual de los partidos. ¡°Kalplerde y?ld?z g?klerde bir ay [En los corazones una estrella y la luna en el cielo]¡±, es otro de los versos que calientan los duelos mientras se rompen las manos en palmas, se encienden rojas bengalas, como se vio en el Bernab¨¦u, y salta la gente en la grada.

Todo eso ocurre independientemente del resultado y obliga a los futbolistas locales a estar en comuni¨®n con el p¨²blico, besando el escudo (http://www.youtube.com/watch?v=zyU1bE2ZAa4). Todo eso, independientemente del 3-0 de la ida, espera al Real Madrid con las semifinales de la Champions en juego. Un estadio de fuego.